Retiran impunidad a la tía o prima de Margarita
Álvaro Cepeda Neri
Subrogación es el término
jurídico-administrativo empleado cuando una institución gubernamental
entrega a particulares la concesión de un servicio. De esta manera, el
Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) concesionó en Hermosillo,
Sonora, la guardería ABC a un grupo de socios que obtendría casi el 70
por ciento de utilidad por su inversión. Una de esas socias es Matilde
Altagracia Gómez del Campo, pero la información no precisa si es prima
hermana o tía de la señora Margarita Zavala Gómez del Campo, esposa de
Felipe de Jesús Calderón Hinojosa, que para desgracia del país es
todavía inquilino de Los Pinos (y su búnker).
El 5 de junio de 2009, la guardería ABC se convirtió en cenizas
tras el pavoroso incendio donde murieron calcinados 49 niños, casi bebés
y 70 más resultaron con daños de por vida.
Según el sapo es la pedrada
Habiendo jueces que se dejan presionar, intimidar o sobornar para
resolver a favor o en contra sin importar las pruebas, sino las
“recomendaciones”, resulta que Matilde Altagracia Gómez del Campo obtuvo
de un juzgado a modo, un amparo y la resolución a su favor para no verse implicada en las responsabilidades penales y civiles por ese incendio.
Esa concesión se hizo posible por el favoritismo del entonces
director del IMSS Juan Francisco Molinar Horcasitas y después por el
poblano Javier Lozano Alarcón, dos cancerberos de Calderón.
Escondida tras los Calderón-Zavala, esa señora suponía estar a salvo de
responder por su negligencia y complicidad en el incendio. El relato de
ese infierno y calvario de los padres lo escribió Diego Enrique Osorno
en su libro: Nosotros somos los culpables: la tragedia de la Guardería ABC (Grijalbo, 2010).
Pero los abogados de los padres, tras mucho litigar, hace unos días
lograron un amparo con el que Matilde Altagracia, ocho servidores
públicos del IMSS, el entonces desgobernador de Sonora Bours
Castelo, tres de sus subordinados, el entonces presidente municipal
Ernesto Gándara Camou (hoy candidato a senador), tres más de sus
empleados y el resto de los casi dueños de la guardería deberán
responder de las denuncias en su contra y esperar el fallo final e
inapelable por homicidio y lesiones.
La Suprema Corte se vio muy mal al no atraer el primer amparo, casi
dejando en calidad de absueltos, aunque como presuntos violadores de
derechos a los cuatro socios-propietarios de la guardería. Pero, con
este amparo se revive la acusación por 49 homicidios culposos y lesiones
de por vida a 70 niños más.
Ya los esposos Calderón-Zavala tienen un pie fuera del poder
presidencial y los responsables podrían ser llevados ante un juez
imparcial; y con el cúmulo de pruebas en su contra, sin duda serán
sancionados penalmente. Aunado al pago civil a las familias que
perdieron a sus hijos en un incendio que fue provocado, ya que en el
terreno adjunto a la guardería se quemaban documentos, al parecer
comprometedores, del gobierno de Bours.
El edificio que albergaba la guardería era un galerón al estilo de
una maquiladora, sin los mínimos requisitos de seguridad y con un techo
de láminas de fibra altamente inflamable.
*Periodista
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