¡¡Exijamos lo Imposible!!
¿Soy solo yo, o usted comparte mi extrañeza por el impresionante desdén de los grandes comunicadores por cuestionar al PRI? Tal pareciera ser que, en su juicio, todas las gana Peña Nieto y todas las gana el PRI. Dúo dinamita, si lo hubo una vez. ¿Que EPN No va a debates? Desde luego se justifica: “Va arriba”. ¿Que EPN No da entrevistas? También se entiende: “tiene que cuidar su ventaja”. ¿Su pasado relacionado a Montiel? De eso ya nadie se acuerda. ¿Qué no cumple sus compromisos? No importa: exigirle a un político es “campaña negra”, y “parte de una desesperada cruzada por ganar votos”.
En
resumen, para nuestra comentocracia, nunca hay motivo válido para
criticar, cuestionar o señalar a Peña Nieto; los demás candidatos,
pobres ellos, padecen de una situación enteramente opuesta: para los
periodistas de nuestros diarios toda situación es propicia para reírse
de ellos. La poca mella que hacen sus embestidas a la armadura tricolor;
lo improcedente y mala intención de los reproches, lo débil de sus
contrincantes. Burla a los de abajo, loas a los de arriba. ¿O es otra la
situación?
Pero
campaña política o no, ¿no deberían ser los llamados líderes de opinión
los primeros en cuestionar en voz audible si Enrique Peña Nieto tiene
la capacidad para dirigir a este país? ¿No deberían ser ellos quienes
inspeccionen, y en su caso señalen, los intereses y compromisos del
hombre que pretende ocupar la posición más alta en la nación?
Observemos
el capítulo de “la mesa de la verdad”. Es increíble que ningún
comunicador ha querido insistir en la posibilidad de que si el PRI se
retiró de la mesa no lo hizo por la supuesta agresión que reporta –y que
quienes vimos el evento en vivo jamás observamos- sino porque se dio
perfecta cuenta que no tenía modo de revirar la inconsistencia que ahí
se exponía: ¿estaban o no en el punto referido? ¿Se puede ampliar a tres
carriles la vialidad sin pasar por el lugar donde se encontraban los
panistas? ¿Cambiar el lenguaje de “puente” a “distribuidor” no es un
modo de intentar confundir al electorado?
Insisto,
a nadie en la prensa la interesan los hechos. Lo que les interesa es
el terreno de las percepciones quizás porque su trabajo es el de crear
percepciones, no informar con hechos. Después de todo en política, no
en ciencia, percepción es realidad.
Si
la ciencia también se basara en percepciones hoy reconocería que somos
visitados por seres extraterrestres cada quince días, que la Atlántida y
el “triángulo de las Bermudas” permanecen en el océano atlántico, y que
espíritus y espectros asechan en la oscuridad. Los comunicadores se
reirían de los pobres esfuerzos de a ciencia de convencer con hechos lo
que pueblo “sabe”: que la astrología predice el comportamiento y la
personalidad de la gente; que no se tratan de simples ideas nacidas de
la confusión, la desinformación y a la fe, sino de una revelación de
como la irracionalidad debe gobernar nuestras vidas.
Por
alguna razón los medios y periodistas, con todas sus capacidades y
recursos, han desistido a probar por sí mismos, con independencia a lo
que PRI y PAN digan, cuál fue el compromiso 127 de Peña Nieto. ¿Por qué?
Por alguna razón los medios y periodistas, con todas sus capacidades y
recursos, han desistido a probar por sí mismos, con independencia a lo
que PRI y PAN digan, cuáles son las credenciales de Enrique Peña Nieto
para gobernar este país ¿por qué?
Bueno, Wikileaks ya publicó la sospecha de que Peña paga a medios para hacerle coverturas favorables: Fuente.
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