Satiricosas
Por Manú Dornbierer
Olé, Cristina
Sentado, con un pizarrón a sus espaldas con conceptos en inglés, Felipe
Calderón aparece en Internet con el siguiente texto motivado por la
noticia: “Argentina toma control de YPF. Desalojó a ejecutivos de la
española Repsol y del Grupo Peterson, que manejaban la petrolera”.
Cada vez que un país “pobre”, dueño de petróleo, quiere que saquen las
manotas de su país LAS RICAS EMPRESAS PETROLERAS PRIVADAS, se ponen como
locas, y sus empleados tanto políticos (hasta presidentes) como
periodistas hacen escándalo. Sucedió en 1938 con Lázaro Cárdenas que
nacionalizó TODO el petróleo de México, con el apoyo, el dinero y las
joyas de mexicanos patriotas. Pasó con Evo Morales, presidente de
Bolivia en 2006, el 1º de mayo, cuando decretó la nacionalización de
Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), cumpliendo así una
de las promesas electorales de su campaña por la presidencia y diciendo
“La normativa obliga a que las empresas que exploten los yacimientos
sean empresas mixtas en las que YPFB tenga al menos un 51% del capital.
Estas empresas deben entregar la producción a esa empresa pública que se
encarga de la comercialización definiendo las condiciones, volúmenes y
precios tanto para el mercado interno como para la exportación y la
industrialización. El estado Boliviano se queda con el 82% de los
ingresos y las petroleras un 18%”.
Se permitió ahora Calderón regañar a la presidenta de Argentina,
Cristina Kirchner, por haber retirado de manos españolas parte del
capital de Repsol YPF S.A., (“una sociedad anónima española con sede en
Madrid, fundada en octubre de 1987) y en su origen formada por la
agrupación de una serie de compañías, previamente pertenecientes al
Instituto Nacional de Hidrocarburos (INH), con actividades en la
exploración, producción, transporte y refinación de petróleo y gas, que
además fabrica, distribuye y comercializa derivados del petróleo,
productos petroquímicos y gas licuado y vende gas natural Repsol”.
¡Qué vergüenza!
Lo dicho por el presidente espurio de México sobre la expropiación
parcial de la petrolera argentina demuestra que es un lacayo de los
paisanos de Mouriño, al grado de violar (una vez más) toda regla
diplomática y política, además de la honrosa tradición mexicana de No
Intervención, con el pretexto de que Pemex tiene, dice, el 10% de esa
empresa. Es irreflexiva pero muy elocuente la confesión del entreguismo
de Calderón y de su cada vez más conocida misoginia aunque tenga tras de
sí, mal gobernando, a algunos especímenes del “viejerío” panista, diría
el jefe Diego, como fue el caso de Cecilia Romero en Migración,
responsable de la masacre tamaulipeca de los migrantes centromericanos
porque “no los vio”, o la misma Josefina en Educación, a sabiendas de
que regaló el dinero público a los aspirantes a legisladores panistas,
así fuera dinero del Ramo 33, cuando fue secretaria de Desarrollo Social
de Fox.
Y lo muy grave es que de los 4 candidatos mexicanos a la Presidencia, 3
han dicho que seguirán prendidos a la ubre del neoliberalismo que
empobrece a los países, pero enriquece a los políticos. Seguirán
ENTREGANDO EL PETROLEO. Sólo López Obrador rechaza la lacayuna opción.
Pero leamos a Calderón:
Nayarit (NOTIMEX)— El presidente Felipe Calderón Hinojosa calificó de
“muy lamentable” la decisión del gobierno de Cristina Fernández de
Kirchner en Argentina de nacionalizar acciones de la petrolera Repsol en
ese país sudamericano. Durante un diálogo interactivo con integrantes
de la Cumbre Anual de Jóvenes Líderes Globales 2012, el mandatario
subrayó que se trata de una medida “que no le va a hacer bien a nadie”.
La presidenta argentina Cristina Fernández presentó el lunes un proyecto
de ley para declarar de interés público la explotación de hidrocarburos
y expropiar Repsol YPF, la empresa más grande del país. Tras hacer
votos porque se pueda “rectificar” esa medida, que calificó de “muy poco
responsable” y “muy poco racional”, Calderón Hinojosa recordó que
Petróleos Mexicanos (Pemex) es propietaria de 10% de la petrolera
Repsol. (…) se trata de una decisión “que le va a hacer mucho daño a
Argentina”. El Ejecutivo federal sostuvo que todos los países en
desarrollo necesitan inversión, “y nadie en sus cinco sentidos
reinvierte en un país que expropia las inversiones, es una cuestión de
comportamiento racional”. Comentó que Argentina necesita inversiones
incluso para producir más petróleo, y señaló que el peor incentivo para
el inversionista es ver que un país está expropiando las inversiones (…)
reiteró que hace votos porque Argentina pueda rectificar esa medida,
que consideró violatoria de acuerdos y tratados que se tienen de respeto
recíproco de inversiones…desconoce los detalles, pero leyó información
acerca de que Repsol estaba produciendo petróleo e hizo ver que en un
mundo con los actuales precios del energético, si se obliga a una
empresa a poner precios más bajos que el mercado, se están matando los
incentivos para que se produzca más. “Entonces no hay que ir muy lejos
para entender qué está pasando con esas inversiones. Yo te puedo
asegurar que le va a hacer mucho daño a Argentina, desgraciadamente, y
lo lamento mucho”, manifestó.
El presidente Calderón señaló que América Latina debe tener en cuenta
que si quieren darle crecimiento con empleo y desarrollo sustentable a
sus pueblos, el camino “no es el proteccionismo ni las exportaciones,
sino el comercio, el intercambio y las inversiones recíprocas”. ¡Qué
cachaza! hablar de empleo, de desarrollo sustentable, el hombre que
llevó a México a la hipercrisis actual ni siquiera camuflada por la
exitosa “macroeconomía” que le manda el FMI.
En cambio…
Repsol poseía 57,4% del capital social de YPF, en tanto el grupo
Peterson, de la familia Eskenazi, el 25,4%, y el Estado argentino el 17%
de las acciones”. Con la expropiación, cambia el equilibrio: El Estado
argentino se quedará con el 26% de YPF que está en manos de la familia
Eskenazi, mientras que Repsol perderá algo más del 24%, reduciendo la
participación de la española a alrededor del 33% del capital. “Es de
interés público la explotación, industrialización, transporte y
comercialización de hidrocarburos”. La explicación de Cristina Kirchner
que antes pudo creer en los mismos cuentos neoliberales, es hoy más
lógica y patriota. Estos fueron los puntos esenciales de su discurso
para expropiar hasta el 51 % de la empresa YPF-Repsol:
-“El modelo no es de estatización, que quede claro, sino de recuperación
de la soberanía y control de un instrumento fundamental. No será
manejada por un grupo empresario nacional ni internacional, sino por el
Estado nacional.
-“Durante muchos años en distintos sectores de la economía manejados por
el Estado se aplicó un criterio partidario, que siguió dando argumento a
que el Estado era inútil y que sólo los privados podían manejar
recursos del Estado.
-”Proseguir con esta política de vaciamiento, de no producción, de no
exploración, prácticamente nos tornaríamos en un país inviable, por
políticas empresariales y no por recursos, ya que somos el tercer país
en el mundo -según la agencia de petróleo de los Estados Unidos- luego
de China y EEUU en tener gas”.
El que debe estar furibundo es el Rey de España, de poca majestad por
cierto, ya que es el que se ocupa de la cartera de negocios
internacionales de su país. Quizás esa situación en el Cono Sur ya no le
permita ser tan dispendioso y descarado asesino de osos y de elefantes,
hasta en tiempo de vacas flacas.
La situación es muy clara: Los países ricos –más exactamente sus
poderosas empresas- se han apropiado de los recursos de los países que
llaman emergentes. Pero los que tienen gobernantes patriotas que no se
dejan comprar por el imperialismo (sea el que sea) han comprendido que
NO estamos en el siglo XV y que la moderna globalización es simplemente
un colonialismo más. En suma que hay que volver a luchar por la
independencia, aunque haya inversión ajena. La modalidad suramericana la
acepta, pero siempre y cuando sea mayoritaria la del Estado, la del
pueblo que habita territorios ricos en petróleo. Cuesta demasiado caro a
los pueblos entregar todo cual borregos en lugar de aprovechar ellos
sus recursos. Un claro ejemplo son los gasolinazos mexicanos debidos a
la prohibición neoliberal de refinar el crudo en México desde 1993
(Salinas) para dar el negocio a sus socios Bush en la mega refinería de
Deer Park, Texas, y comprarles la gasolina.
El patriotismo paga
sigue leyendo
No hay comentarios:
Publicar un comentario