Juan José Morales
Escrutinio
Hoy quiero comentar un par de asuntos de carácter electoral. En primer lugar, me pregunto quién redactó el mensaje radiofónico con que inició su campaña la candidata del PAN, Josefina Vázquez Mota. Al escucharlo, se antoja la carta de una niña a Santa Clos con su reiterativo “Quiero... quiero... quiero... quiero...” Y a la vez, parece una confesión de fracaso e incompetencia, una expresión de mea culpa y una acusación a los gobiernos del PAN.
En efecto, en el mensaje Doña Chepina se la pasa repitiendo que quiere un México en el cual haya seguridad, paz, tranquilidad y bienestar, para concluir diciendo que quiere construir “un México diferente”. Diferente, obviamente al actual, este México de desempleo, inseguridad, violencia y estancamiento económico donde, como ella misma dice, la gente le teme a la policía y los niños ni siquiera pueden salir a jugar tranquilos en la calle.
Pero resulta que este México no surgió de la nada ni fue obra de seres extraterrestres. Es obra de ella y su partido. No hay que olvidar que el PAN lleva casi doce años en el poder, y ella formó parte —no hay que olvidarlo tampoco— de dos gabinetes presidenciales durante un total de ocho años: cinco como secretaria de Desarrollo Social en el de Vicente Fox, y tres como secretaria de Educación en el de Felipe Calderón, de donde saltó a una diputación federal por el propio PAN. Y no hay que olvidar tampoco que fue una de las más activas impulsoras de la campaña de Calderón.
Que Doña Chepina nos salga ahora con que quiere un México diferente, implica reconocer que ella y su partido han fracasado durante estos dos sexenios y que se necesita un cambio radical.
El otro asunto que hoy tengo en el tintero es el del primer episodio de la nueva guerra sucia contra López Obrador, ocurrido apenas a 24 horas de iniciadas las campañas. Según noticias publicadas en algunos medios informativos de Jalisco, la concentración que AMLO presidió el pasado sábado 31 de marzo en Tlajomulco, fue saboteada por los propietarios de autobuses, al no enviar los casi 200 vehículos que grupos de ciudadanos les habían rentado para asistir al mitin.
Como los empresarios del autotransporte han estado tradicionalmente ligados al PRI, la arbitraria cancelación del servicio pactado se atribuyó a maniobras de este partido, que ve a AMLO como un serio rival aunque machaconamente se insiste en que no tiene posibilidades de triunfo, que no logra salir de un distante tercer lugar en las encuestas y que la competencia será sólo entre PAN y PRI. Otros consideran que el sabotaje fue orquestado por el gobierno panista de Jalisco. Pero, en cualquier caso, no deja de llamar la atención que la mayoría de los diarios y medios de comunicación de Jalisco no dijeron una palabra sobre este boicot camionero.
Haya sido quien haya sido su autor, el hecho es que el sabotaje existió y se dejó sin transporte a más de ocho mil personas que habían planeado asistir al mitin. Pese a ello, sin embargo, la concentración fue un éxito. Se estima que alrededor de 15 mil personas casi colmaron la Arena Vicente Fernández de Tlajomulco.
Todo indica, pues, que nuevamente habrá guerra sucia contra AMLO. Aunque hubiera sido ingenuo pensar que no la habría.
Comentarios: kixpachoch@yahoo.com.mx
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