¡¡Exijamos lo Imposible!!
El zar, el alcalde y el cónsul
Julián Andrade
Las advertencias ahí estaban. Si en el consulado de Estados Unidos en Monterrey tuvieron datos sobre el dinero que estaban repartiendo los dueños de los casinos, es factible que en dependencias de seguridad mexicanas también obtuvieran la información.
La Razón publicó un cable, elaborado por el cónsul Bruce Williamson, en el que se señala que Juan José Rojas Cardona, el zar de los casinos, entregó cinco millones de dólares para las campañas del PAN a la Cámara de Diputados y a las alcaldías en 2006.
Los recursos los habrían recibido, todo de acuerdo con la información de los diplomáticos, quienes fueron alcaldes de Monterrey, Adalberto Madero, y de San Nicolás, Zeferino Salgado.
Madero es un cartucho quemado y no tiene futuro político. Salgado, en cambio, forma parte de quienes controlan al PAN en Nuevo León.
Por eso el tema está adquiriendo connotaciones cada vez más graves y están pegando en el nivel de flotación del panismo en ese estado del país.
Fernando Larrazabal, el hasta anoche alcalde de la capital, es uno de los líderes más importantes de su partido, pero cada vez son más los que dudan que pueda sortear la crisis, al menos en el corto plazo.
Los enredos de su hermano Jonás están significando un costo muy elevado para el partido del alcalde a nivel nacional y chocan con los esfuerzos y los discursos del gobierno federal en el tema de la seguridad pública.
Quizá por ello se precipitó la petición del propio Comité Ejecutivo Nacional del PAN, para que el alcalde se separe de su cargo y permita una investigación adecuada.
Williamson, en sus escritos a Washington, puso en evidencia una de las dobleces del discurso oficial al recordar que con frecuencia se acusa a la oposición de escatimar esfuerzos en la guerra contra el crimen, mientras al mismo tiempo “los funcionarios locales del PAN a menudo carecen de transparencia”.
Esa doble vara para diagnosticar los problemas, e inclusive para enfrentarlos, se está convirtiendo en un serio dolor de cabeza y en una de las variables más peligrosas para las campañas que se avecinan.
El ejemplo tendrá que iniciar en la propia casa, para evitar que lo que sí está bien hecho se desvirtúe.
La información que envió el cónsul a la Casa Blanca tiene que ser investigada. Cuando menos son pistas que hablan del nivel de turbiedad en el que se desenvuelven políticos locales y dueños de casinos.
Uno de los aspectos descuidados en las estrategias contra el crimen es sin duda el de la corrupción. Muchas de las actividades criminales no se explican sin un alto componente de acuerdo con las autoridades, y no sólo policiacas sino administrativas.
Nadie duda que se requiere una gran depuración de servidores públicos para avanzar en los temas que preocupan a la ciudadanía, pero también está quedando en evidencia que una parte del trabajo se tendrá que realizar en gobiernos que controla el propio panismo.
julian.andrade@razon.com.mx
Twitter: @jandradej
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