Editorial
De las verdades a medias.
Descubriendo nuestra triste realidad (aunque aceptándola sería más propia, pues la devaluación del peso frente al dólar llega ya a más del 60%, ya que en el 2006 la paridad estaba a nueve por uno y ayer cerramos a 14)
Nuestras Autoridades y sus pagados corifeos comienzan a aceptar que nuestra economía no está tan bien como hasta hace poco lo aseguraban con populacheras frases que tal vez por vergüenza ya no repiten.
Y lo peor del caso es que la devaluación, que tanto perjudica al Pueblo en sus gastos cotidianos, ya que el 80% de los alimentos que consumimos viene del exterior, principalmente de los EEUU (de ahí la dependencia y el porqué nos tienen puesta la bota en el cuello)
Beneficia de cierta manera a los exportadores, que con pesos baratos se hacen más competitivos y podrían incrementar sus ventas; si no es que quienes nos compran, principalmente también los EEUU, se encuentran en franca recesión (aunque lo nieguen) y por consiguiente tampoco tienen dinero.
Pero los “analistas”, que día con día tienen que modificar sus percepciones y predicciones, toda vez que la cruda realidad los obliga a ello, siguen insistiendo en que las reservas (la mayoría de ellas con dinero prestado) y las promesas de nuevos préstamos, son suficientes para cruzar las turbulentas aguas sin naufragar.
Cuando lo cierto es que todas las reservas que existen, y más, pueden desaparecer de la noche a la mañana. Y no se diga si La Madre Naturaleza nos hace una de las suyas y nos deja con el trasero al aire.
Pues si a Japón no le han bastado sus recursos para recuperarse de lo sucedido durante el terremoto y el maremoto que le siguió; de pensar lo que nos podría suceder a nosotros, es como para preocuparse.
Pero los políticos no dicen que el flujo de dinero de los migrantes, que tanto ayuda a la economía (paradójico) ha disminuido considerablemente; y que más va a disminuir con las Leyes anti-migrantes que están aprobando.
El caso es que las mentiras son en el fondo tan dañinas como las verdades a medias; sobre todo cuando se descubre la dolorosa verdad, aunque se tengan los antecedentes de mitomanía como los tienen nuestros políticos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario