sábado, 2 de febrero de 2013

Vecinos de la zona escucharon 2 estallidos

¡¡Exijamos lo Imposible!! 
La jornada
Empleados de Pemex, vecinos y comerciantes narran su experiencia
Se escuchó el bombazo y apareció humo, pero nunca se vio el fuego
Josefina Quintero e Israel Rodríguez
Ayer la bandera mexicana de la entrada principal del corporativo de Petróleos Mexicanos ondeó a media asta. Trabajadores de la paraestatal, vecinos y comerciantes de calles aledañas a la sede de Pemex expresaron sus impresiones de lo ocurrido en el edificio B2 del complejo:

Fueron dos detonaciones. Con un sonido similar al estallido de un transformador de luz, pero con mucho mayor intensidad. Se escuchó el bombazo (sic) y apareció humo blanco, pero nunca se vio el fuego. Fue más fuerte que un temblor, algo así como una sacudida de arriba abajo con gran estruendo.

Un trabajador de los talleres de Pemex que participó en las labores de salvamento consideró que la explosión en el edificio B2 podría haber sido provocada. El obrero, con más de 40 años de servicio, relató su hipótesis y supuso que alguien pudo entrar por la puerta 15, que recibe a los proveedores, donde la vigilancia es más relajada.

En esa puerta entran proveedores de Bimbo, Sabritas, Coca Cola, cualquiera puede entrar con un uniforme y meter una caja e ingresar al sótano donde se guardan las pulidoras, la potabilizadora, la jaula de los cabos. Hay una gran presencia de gente que desconocemos nosotros y que vienen a dejar material, computadoras, copiadoras y las entregan a varios pisos.

Los encargados de la seguridad, relató, son dos o tres y no hay una vigilancia muy estricta de los equipos verdes y de la seguridad y protección de Pemex. Yo veo esto muy raro. Porque en la planta baja del edificio B2 estaban los archivos de refinación. Ahí estaban mis compañeros, amigos y amigas que sufrieron un percance. Es un dolor muy grande.

Además, la onda expansiva, hacen suponer al trabajador que fue preparado. Los físicos, químicos y matemáticos lo pueden explicar, porque lo saben muy bien. Es una explosión a propósito porque algo quieren borrar.

Leticia, comerciante de la zona, comentó: Se sintió como se cimbró el piso. Todos salimos corriendo y entonces se escuchó la segunda explosión. No se vio el humo y tampoco fuego era como una nube de tierra levantada, más que fumarola de fuego.

Ricardo, vecino de la calle de Bahía de San Hipólito, relató: “De inmediato supimos que no era temblor, tampoco incendio, además no olía a nada. Usted puede preguntar, y nadie percibió olor a gas o a otro combustible. Sólo el estallido. Todo el movimiento estaba en Pemex.

Gente que salía gritando, algunos los traían cargando porque no podían caminar. Las sillas de las oficinas sirvieron para sacar a los heridos. Nadie sabía qué pasaba. Eran gritos y gente que corría.

Para Elizabeth, empleada de una tienda de conveniencia: Es lo peor que he visto. Escuchar la explosión y luego ver a la gente correr sin poder hacer nada. No era un temblor, tampoco incendio, pero la nube de tierra se expandió por todos lados.

Por otra parte, vecinos de la zona refirieron que integrantes del equipo Zorros subieron un artefacto negro a una ambulancia, desplazaron a piloto y copiloto y salieron del lugar. Ello ocurrió entre las 18:30 y 19 horas.

Ayer las calles adyacentes a la paraestatal estuvieron cerradas. Policías de tránsito de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal acordonaron la zona. Para evitar problemas por el cierre de un sentido de avenida Marina Nacional, el lado norte de esa vialidad se adecuó doble.

Cerca de las 10:30 de la mañana Protección Civil inició la revisión de los edificios cercanos a Pemex. Los negocios decidieron no abrir, lo cual ayudó a un mejor control de la zona.

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