¡¡Exijamos lo Imposible!!
Por Esto!
Destruir la paz es muy fácil
María Teresa Jardí
Construir la paz cuando se ha destruido la tranquilidad a base del
fomento a la violencia es un arduo trabajo que, efectivamente, involucra
a la prevención y a todos.
Pero hacerlo más allá de las palabras, siempre mentirosas, a las que se
ha acostumbrado como si fueran ciertas una parte de la sociedad
mexicana, sin atacar la corrupción imperante empezando desde arriba el
barrido de la escalera que tanta mierda acumula, amén de farsa, es
burla.
Los maestros y los curas fueron confiables para los pueblos durante un
tiempo. Los maestros porque “eran los que sabían”. Los curas porque la
religión “era lo correcto”.
Los militares que llegaban a los pueblos para obtener información sobre
el nivel de malestar que existía en cada lugar, recurrían a maestros y
curas para ganarse la confianza de los lugareños.
Algunos maestros, al principio quizá la inmensa mayoría, mientras no se
bajó la educación al nivel escandaloso que hoy en México tiene la
escolarizada y en particular la que se imparte de manera pública, se
comprometían con las luchas de los pueblos.
El Ejército mexicano, nacido de la revolución de 1910, entendía el
malestar, que compartían con los pueblos los soldados que de esos mismos
pueblos salían. Una historia compartida con los maestros, por vocación,
que jugaban un importante papel en la vida incluso de las familias de
los niños que ante ellos iban a prepararse para enfrentar en mejores
condiciones, mejor preparados que sus progenitores, la vida. Y los
curas, en particular las monjas que los acompañaban, generaban en la
gente la esperanza de que otro mundo era posible aun en la pobreza. Así
empezaron las cosas. Con incidentes, sin duda, pero en general
cumpliendo cada uno a su manera con la función elegida. Hasta que a los
soldados los enviaron a cuidar las siembras de mariguana y amapola o de
plano a sembrarlas, además de a ponerse al servicio de los caciques.
Los maestros, aprovechando su función privilegiada que les permitía
viajar, empezaron su tránsito como comerciantes al servicio también de
los caciques, cuando no convertidos ellos mismos en caciques. Y los
curas optaron por sentarse a la mesa del patrón cuando no por verse
también convertidos ellos en caciques. Y llegaron las sectas a dividir a
los pueblos.
Los maestros que no se corrompieron se enfrentaron a los militares que
no protegían a los pueblos no protegían. A algunos curas los convirtió
la pobreza. Otros, desde la mesa de los caciques, fueron informantes a
modo incluso de lo que querían oír los militares.
Vino la represión y ya se sabe el costo que en desaparecidos y
asesinados, tan sólo en el estado de Guerrero, que en México impunes se
encuentran todavía de la década de los setenta del siglo pasado...
El combate a la violencia en un país como México debe iniciarse con el
combate a la impunidad que encubre la corrupción que en los más altos
niveles de gobierno, de empresa y de jerarquía de las iglesias, es
escandalosa. Para dar entonces el paso a la prevención que efectivamente
nos involucra a todos.
Una buena forma para acabar de celebrar el Día de la Amistad, más allá
del consumismo agregado a este día por los que han reducido la vida
humana a la compra, compra, compra..., es asistiendo al El Nuevo
Teatrito, como cada jueves a las 20.00 hrs., donde podrán ver: “Ser y
Tener”. Un documental que sin dejar a nadie indiferente invita a los
espectadores a hacerse la reflexión sobre la importancia de la labor y
entrega de un profesor que intenta responder a las distintas necesidades
e intereses de sus alumnos comprendidas entre 4 y 10 años. Labor que se
va complementado con la labor educativa de las familias de los niños. Director: Nicolas Philibert. Duración: 104 minutos / Francia 2002. Calle
25# 91 Int. Esquina con 14. Chuburná de Hidalgo, Mérida. Tel. 289 0129 /
(999) 178 0796/ 154 54 07/ www.elteatrito.com
No se lo pierdan, realmente vale la pena ver el documental de Philibert,
incluso porque en el cambio conjunto de maestros y padres de familia
está quizá la única verdadera posibilidad de cambio para nuestro país
tan profundamente agraviado por un grupo de canallas que al pueblo
desprecian sin entender que ellos son parte del mismo pueblo, el
mexicano, el nuestro...
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