martes, 19 de febrero de 2013

Esta es la tercera revolución mexicana

¡¡Exijamos lo Imposible!! 
Proceso
No vemos la revolución


MÉXICO, D.F. (Proceso).- Un personaje de una novela no ve la novela que vive. No ve, al vivirlo, que esa reunión con un desconocido en una café le cambiará la vida de cabo a rabo. No ve a dónde conducen los nuevos encuentros a los que ahora asiste con aprehensión y de pronto con pánico. Y no puede ver, ni siquiera sospechar, cuál será el fin de su historia.

Revisando los periódicos de los tiempos de Porfirio Díaz, uno se sorprende de la ceguera de los mexicanos ante su propia circunstancia en 1910.

El país se preparaba para otros seis años de progreso y estabilidad conducidos por el viejo padre de la Patria. Un sexenio más para avanzar por el nuevo siglo a la par de las grandes naciones de Occidente. La cerillera La Central imprime por esos años una colección de lujo con los rostros de los “héroes vivos del mundo”: don Porfirio aparece en la cajetilla número 3, sus bigotes de manubrio puntiagudos, la leyenda “Un estadista admirable” titulando la sinopsis admirativa.

En los diarios de esos días no hay una sola mención del “sufragio efectivo”. Madero, ese agitador utópico, ha sido encarcelado. Más sorprendente: en los periódicos no se usa jamás la palabra “esclavitud”, y menos los analistas políticos la discuten, obsedidos por escándalos cortesanos del porfirismo.

Eso en tanto uno de cada dos mexicanos vive por entonces de hecho en estado de esclavitud, trabajando sin cobrar dinero, durmiendo en galerones con otros peones, como si fuera un animal de carga, y se muere de paludismo o de exceso de trabajo o de cualquier idiotez. Los periódicos mexicanos han pactado con don Porfirio no azuzar al descontento social, y cumplen su parte del trato.

En mayo de 1911 Porfirio Díaz dimite, días después Francisco I. Madero entra triunfalmente a la Ciudad de México, precedido por un temblor de tierra. Un año después, más de diez líderes encabezan ejércitos sublevados: ha iniciado la revolución donde el territorio nacional arderá en un incendio durante diez años y morirán más de un millón de personas.

Tal vez hoy en México estamos viviendo una revolución que no acertamos a nombrar y de la que no logramos ver el contorno. No me equivoco: no propongo que vivimos los antecedentes de una revolución, sino que ya estamos viviendo la tercera revolución de México.

Ahí están las imágenes siniestras. Ya no colgados de árboles, como en la revolución de la segunda década del siglo XX, pero los colgados de los puentes. Ya no los montones de cuerpos ensangrentados de cara al cielo, pero los cuerpos sangrientos de cara al piso alineados con las manos amarradas a la espalda.

Ahí están también los ejércitos rebeldes al gobierno. No uniformados, no con lemas políticos, no con idealismos e ideología, perocon armas, con estructuras militares, con estrategias, si dejando mensajes al resto de los mexicanos que los periódicos no publican, ajusticiando a dos secretarios de Gobernación, desacatando toda Ley y rompiendo el orden establecido y desbancado al Estado, avanzando por el mapa a golpes de sangre y pólvora, hasta controlar más de la tercera parte del territorio y acechar las otras dos terceras partes.

Ahí están también los líderes carismáticos. No los hermanos Flores Magón, no Villa, no Zapata, no Carranza, no Obregón. Ahora se nombran con sus sobrenombres, El Chapo, El Señor de los Cielos, La Tuta, La Barbie.

Ahí está también la ceguera convenida por los medios de información con el gobierno establecido. Otrora el pacto de ceguera de los periódicos y el dictador se llamaba “lealtad patriótica”. Hoy se llama pacto por la información responsable y fue firmado por todos los medios de comunicación con el gobierno recién pasado, excepto por el semanario Proceso.

¿Qué criterio no cumple el estado de cosas en nuestro país para llamarse revolución?

Uno solo.

Villa, Zapata, Carranza, Obregón, encabezaban ejércitos buscando desbancar al gobierno para hacerse ellos del Poder político y gobernar al país. Los señores del narcotráfico y de las bandas criminales carecen de esa ambición. No quieren gobernar, esa responsabilidad sería una monserga para su propósito. Su guerra es por el derecho a enriquecerse a toda costa.

Derecho a delinquir, podría ser el lema de nuestra revolución actual. Derecho a robar, derecho a secuestrar, derecho a matar.

Si la clase gobernante lo ha hecho un siglo, si roba del erario, como lo sospechaban nuestros padres y ahora nos lo documentan a diario los periódicos, si encarcela a quienes le estorban y deja libres a los demás pillos, como documentan las cifras de la procuración de justicia, si lanza a su ejército contra los rebeldes y el ejército dispara sin miramientos, los revolucionarios de nuestra revolución exigen el mismo derecho de corso a pasar sobre la ley y la vida de los otros para enriquecerse.

Al entrar a la Ciudad de México, Madero no podría haber imaginado que un año más tarde estaría contra una pared vendado de los ojos, esperando las balas del escuadrón de fusilamiento.

El personaje de una novela no puede imaginar en la hoja 100 lo que ocurrirá en la hoja 300.

Nosotros somos igualmente ciegos a quién ganará esta sublevación de las clases medias y pobres por su derecho a delinquir y enriquecerse ilícitamente, como la clase gobernante.

Twitter: @SabinaBerman

2 comentarios:

eon dijo...

Un sistema será complejo arreglarlo con las mismas armas con que fue creado, por mas esfuerzo que se haga la economía monetaria nos esclavizara, estamos condenados por la ley de la oferta y la demanda así como el ego humano, siento que será muy difícil lograr la verdadera libertad, pero ¿podemos esclavizar la economía y de paso dominar el ego? ¡¡Si podemos y se los demostrare!!. Les comparto esta sencilla idea. Se trata de un nuevo sistema.

Buen pues este es un nuevo sistema financiero capaz de soportar todo tipo de crisis, inflación, déficit público, deuda pública acumulada, productividad, además no depende de la ley de la oferta y la demanda, y estará protegido contra la dependencia económica de otros países, deuda externa, devaluación etc., ES PERFECTO.

El dinero te obliga a trabajar, existe una forma de hacer que el dinero trabaje.

Esta es la base fundamental:

“Un sistema basado EN HORAS DE TRABAJO con valor intercambiable para productos o servicios, con sistemas autónomos financieros de administración (órganos) que crearían números electrónicos (la paga), y que serán eliminados de la cuentas personales al hora de hacer una compra”.

¿Has hecho compras con tarjeta de crédito?, ¿has visto las terminales?, ¿Qué respalda a la tarjeta? Dinero; Billetes y monedas. ¿Qué respalda al dinero? NADA.
Ejemplo: Pepito trabaja en el órgano de construcción en un municipio, este le paga el fin de semana 30 horas, esta paga la creo el órgano de la nada y la deposito a la cuenta de pepito cuenta: 111111, pepito pasa a la tienda con su amiga chana, gasta 30 minutos en compras, entonces pepito pasa su tarjeta en la terminal o cualquier dispositivo que se use ya se teléfono o huella digital (ESTO YA SE DISEÑARA), se lo descuenta, pero su “dinero de pepito” NO pasa a cuenta de chana ya que ella trabaja con el Órgano Del Comercio (OC) y gana lo mismo que pepito. Ahora con dinero infinito sus amigos de pepito “los vagos” entraran a trabajar en lo que quieran y se volverán productivos. Los seguros serán infinitos y los incapacitados podrán ser empleados, los menores no serán explotados, la falta de oportunidades no existiría, las guerras cesarían, narcotráfico y robos ya no tendrán sentido, las prostitutas saldrán de las calles, los emigrantes regresarían a su tierra o donde quieran vivir con sus familias correspondientes. En fin todos los problemas por dinero dejaran de existir y el ego quedara inhabilitado ya que se podrían poner las cuentas el fin de año en ceros (0) para que no acumulen unos mas que otros, ya no aria falta preocuparse por el futuro ya que estará asegurado. Tendríamos lo que se necesita y vivir una vida de conocimiento y felicidad.

Los riesgos empresariales nunca mas estarán en riesgo por un saldo negativo en sus ganancias.
Todas las personas trabajarían por tiempo, que tendrá valor de intercambio, y el dinero físico dejaría de existir. Las tierras caería en manos de un órgano especializado para el cultivo y los campesinos que ganaban 80 pesos mexicanos o menos podrían afiliarse a este nuevo sistema, y ganar un sueldo razonable que les permita vivir bien, e igualdad, y todo mundo podría trabajar, seria menor trabajo para todos, ya que todos los desempleados trabajarían, tecnología y trabajo en equipo reduciría la carga laboral y tendríamos tiempo de sobra para educar a nuestros hijos, convivir con las familiares, días de campo, vacaciones, paseos, deportes, jardines de niños etc.. Los órganos absorberían las empresas capitalistas, reubicarían y reestructurarían, podremos crear el Órgano De Regeneración Ambiental (ORA), como tendrá fondos ilimitados podremos resolver el problemita en un abrir y cerrar de ojos. El dinero ya no seria un obstáculo, la educación cambiaria, podremos empezar la construcción de UNA NUEVA TIERRA en donde la ganancia, la guerra, el hambre y la desigualdad sea historia.

huitzilopochtlineo@gmail.com

ramon dijo...

Eso seria un comunismo, pero lo más importante es que habra quienes tengan más capacidad y por lo tanto querrían más dinero ¿Ese problema se resuelve? Sí, con horas laborales que incluyan un salario que sea realista en el sentido de que el salario más bajo sea de por lo menos 90 pesos por hora, suponiendo un ejemplo claro, y el más alto de 130 por hora y el horario sea de 4 a 6 horas diarias, con facilidad de asenso por competencias para todos los trabajadores y gobernantes, en una semana inglesa (sábado y domingo descanso sin paga)pero con derecho a recibir atencion medica en cualquier momento que su salud lo requiera, con un costo minimo; como por ejemplo de 5 pesos por consulta y medicamento incluido, asi como vacaciones obligatorias para todos los trabajadores de dos semanas rotativas por año con salario incluido, asi como un derecho a pension con una paga realista para todos los trabajadores de cualquier clase social incluyendo todo lo anteriormente dicho, y un estándar de treinta años de servicio para poder recibir pensión, así como un seguro por accidente para salvaguardar el bienestar de la familia, todo esto se puede hacer y más, solo falta visión, concientizacion y amor a la patría. Y faltan más ideas lo sé, pero yo soy de la idea de que necesito dinero para aportar :).