sábado, 4 de agosto de 2012

Primera muerte trágica tras las elecciones

¡¡Exijamos lo Imposible!! 
Conflicto poselectoral, cada vez más turbio…


MÉXICO, D.F., (proceso).- En pleno litigio por la trama de una red de empresas “fantasma” y presuntas operaciones millonarias para triangular fondos de la campaña presidencial priista, el círculo político y empresarial más íntimo de Enrique Peña Nieto registró la primera muerte trágica tras las elecciones del 1 de julio.

El helicóptero Augusta 109, matrícula XA-UQH, en que viajaba el joven empresario Juan Armando Hinojosa García, amigo y beneficiario de negocios junto con la red empresarial de su padre, Juan Armando Hinojosa Cantú, por más de 23 mil millones de pesos en el gobierno de Peña Nieto, se desplomó el 28 de julio último en los límites del municipio de Jiquipilco y Villa del Carbón.

El nombre de Hinojosa García y de su padre, dueño del grupo HIGA, fue citado por los reporteros Jesusa Cervantes y José Gil en la edición 1865 de Proceso como partícipe de la integración de un “fondo financiero para la campaña presidencial” junto con las empresas OHL, de origen español, y el Grupo de Abogados Profesionales (GAP), de Gabino Fraga Mouret, presuntamente implicado en el escándalo del caso Monex.

Fue la primera vez que el nombre del joven de 30 años salió a colación en la trama del Monexgate como parte de una triangulación de fondos que utilizó depósitos en el extranjero.

Hinojosa García se retiró alrededor de las 23 horas de la hacienda Cantalagua, ubicada en el municipio michoacano de Contepec, tras asistir a una fiesta privada para festejar el cumpleaños 46 de Enrique Peña Nieto y el próximo de su esposa, la actriz Angélica Rivera.

En ese cónclave estuvieron, entre otros, la dirigente vitalicia del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, Elba Esther Gordillo; el operador tras bambalinas de Peña Nieto, Luis Enrique Miranda Nava; el coordinador general de la campaña peñista, Luis Videgaray Caso, y hasta Ernesto Némer Álvarez, secretario general de Gobierno en la administración de Eruviel Ávila.

Entre los temas tratados, según testigos de la reunión que pidieron el anonimato, se planteó la posibilidad de una alianza entre los diputados del Panalpartido patrocinado por Gordillo–, del PRI y del Partido Verde para lograr la mayoría de 251 legisladores en la Cámara de Diputados, ya que hasta ese momento sólo contaban con 250 entre los tres partidos.

El proyecto se concretó cuatro días después, cuando la Sala Regional del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, con sede en Toluca, revirtió el triunfo del candidato perredista Armando Cervantes Punzo en el distrito 6 de Coacalco y se lo otorgó al priista Roberto Ruiz Moronatti, luego de anular la votación en tres casillas del distrito.

Recurrencia de accidentes

De acuerdo con la versión oficial del accidente en que falleció Hinojosa García, difundida a través de los medios mexiquenses, el empresario abordó el helicóptero Augusta la noche del sábado 28 para cumplir con un compromiso personal. Lo acompañaban el piloto Rodolfo Caballero Hernández y el copiloto Miguel Ángel Rodríguez López.

A las 7:00 horas del domingo 29 de julio se encontró la aeronave desplomada en los límites de Jiquipilco y Villa del Carbón, en las inmediaciones de la carretera Jiquipilco-Temoaya. Los tres ocupantes murieron. La torre de control del aeropuerto de Toluca indicó que se había perdido comunicación con el aparato 60 minutos después de haber despegado de la hacienda Cantalagua.

El primero en confirmar la muerte del joven empresario fue el gobernador Eruviel Ávila, quien colocó un mensaje en Twitter: “Envío mi más sincero pésame a la familia Hinojosa García, por la pérdida de su hijo Juan Armando. Reciban un abrazo solidario”.

Peña Nieto escribió en la misma red social:

“Con profundo dolor, nuestras más sentidas condolencias a la familia Hinojosa García por la sensible e irreparable pérdida de Juan Armando”.

A las 13:30 horas del mismo domingo, el cuerpo de García Hinojosa llegó a la catedral de Toluca. El evento fue privado. No se permitió el acceso a los medios de comunicación. Consternado, Peña Nieto llegó junto con Eruviel Ávila, su sucesor en la gubernatura. Sólo el mandatario hizo algunas declaraciones a la prensa. Se comprometió a revisar y reestructurar las rutas áreas de la entidad.

En un breve comunicado, la Procuraduría General de Justicia del Estado de México informó que iniciaba “las primeras diligencias para la investigación de este lamentable accidente”, al tiempo que personal de Servicios de Emergencia de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) de la entidad acudió al sitio el 31 de julio para recabar evidencias que determinaran las causas del desplome.

Versiones extraoficiales indican que el helicóptero Augusta 109 fue el mismo en el que llegó Peña Nieto a la hacienda Cantalagua en compañía de su esposa Angélica Rivera, y que fue el propio exmandatario mexiquense quien le sugirió a Hinojosa García utilizar la aeronave.

Originalmente, señalan estas versiones que se ventilan en los círculos políticos de Toluca, Peña Nieto debió haber viajado en el helicóptero. Desde 2005, al inicio de su gobierno, utilizó las aeronaves de la empresa Eolo Plus, propiedad de los Hinojosa, por las que pagaba alquileres millonarios.

Hinojosa García no nada más le rentaba las aeronaves a Peña Nieto. También fue el responsable de logística de su equipo de campaña y, al parecer, puso a su servicio una flotilla de aviones para viajar a Miami.

El domingo 29 sólo algunos medios impresos destacaron la relación empresarial y de amistad entre los Hinojosa y Peña Nieto. Dos días después el hecho se había olvidado y Peña Nieto redactaba tweets para felicitar a las clavadistas mexicanas participantes en los Juegos Olímpicos de Londres, pero confundiendo sus nombres.

En los periódicos de mayor circulación aparecieron esquelas del PRI, del gobierno del Estado de México y de otros grupos empresariales, pero se canceló toda información reciente tanto del desplome del helicóptero como del encuentro en la hacienda Cantalagua.

Este es un adelanto del número 1866 de Proceso, ya en circulación.

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