¡¡Exijamos lo Imposible!!
Lilia ArellanoEstado de los ESTADOS
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Entrada y salida por la puerta de atrás
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“Muy sentida es la muerte cuando el padre queda vivo”: Séneca
Estamos a diez días de que se cierren dos capítulos importantes en el futuro inmediato del país y, obviamente, de sus ciudadanos. El 1 de septiembre ya se tendrá en mano el veredicto del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), el cual, sin más ni más, dará como triunfador único e indiscutible al mexiquense Enrique Peña Nieto, con todo y lo que esta decisión pueda desencadenar. Ese día también tendrá lugar la última fiesterita de Felipe Calderón. Rendirá su sexto y último informe de gobierno, si es que a los anteriores puede llamárseles así, ya que cuando no se dicen las verdades, cuando se oculta la realidad, cuando se maquillan las cifras y el evento se convierte en un espectáculo mediático que además no cumple ni con los mínimos requisitos que marcan nuestras costumbres hechas leyes, tal evento tiene otro nombre que mucho tiene que ver con el engaño, con la farsa y la manipulación.
Es prácticamente imposible imaginar a un Felipe Calderón pidiendo perdón a las familias de las víctimas de su fallido enfrentamiento con el narcotráfico, al cual él mismo calificó de “guerra”. Es difícil saberlo acongojado realmente por los huérfanos a los cuales no les ha pedido ni siquiera el nombre para mantener un registro y darles respaldo gubernamental para garantizarles el futuro que sus padres ya no pudieron darles por encontrarse en pleno fuego cruzado entre militares o policías y delincuentes, sin saber cuál era el bando de los buenos y cuál el de los malos. Tampoco se antoja que derramaría alguna lágrima, aunque fuera fingida, por las madres que perdieron a sus hijos y que incluye a infantes, a menores en carriola.
Tampoco sabemos que pueda y quisiera expresar para aquellos que han sido secuestrados y mutilados, que han tenido que salir del país en busca de tierras y gobiernos que les devuelvan la tranquilidad, la seguridad, que les permitan olvidar la tragedia vivida. No hará, de seguro, ninguna referencia a los montos pagados por los rescates y al dinero que se ha recuperado de éstos cuando dicen que atrapan a bandas completas. A nadie, ni siquiera a los que aportaron para conseguir su libertad algunos centenarios que fueron decomisados, les devolvieron un céntimo. O sea que de esas transparencias no habrá ninguna mención, como tampoco de los famosos y célebres “botines de guerra”, de ese dinero, de las joyas, de las armas, de la mismísima droga no se hará ninguna mención.
Y si no lo harán de este renglón que es el que durante los últimos años Calderón trató de justificar su presencia en Los Pinos, menos lo veremos en el renglón económico, en lo referente a ejercicios y subejercicios, en el reporte de las decenas de fideicomisos que sólo los más enterados saben que existen y la forma en que van desapareciendo. Poco sabremos del destino, durante seis años, de los excedentes petroleros o, mejor dicho, ya nos quedamos sin saber, sin saber a qué renglones se dedicaron miles y miles de millones de dólares. Tampoco tendremos una cifra sobre el desempleo, otro de los renglones que resultaron dañados durante esta administración. Mucho se hablará del aspecto social, pero del hundimiento de la clase media, de la pauperización de los trabajadores, del incremento de miserables en el país no habrá registros que revelen la realidad, si no escucharemos loas, alabanzas a los esfuerzos realizados y, seguramente, también tendremos de nuevo la consabida declaración: “sentamos las bases para un futuro promisorio para México, para los mexicanos, trabajamos incansablemente para que esto garantice a las futuras generaciones estabilidad y seguridad en todos los ámbitos”.
Podemos quedarnos esperando que se refiera a las viudas de los mineros muertos a causa de estallidos y de hundimientos, de las indemnizaciones que debieron exigirse a las empresas concesionarias. Tampoco veremos asomar qué fue del dinero de las pensiones que existían tanto en el IMSS como en el ISSSTE y, eso sí, oiremos decir del gran acierto de haber liquidado a la Compañía de Luz y Fuerza del Centro, aunque nada se diga del gran negocio que significa la fibra óptica y otras concesiones que hoy por hoy son motivo de escándalo por todo lo que en ellas se encierra y que no es sino reflejo de lo que hemos padecido sexenio tras sexenio: corrupción y saqueo.
Pero si para los mexicanos en general esa fecha tiene tan especial significado, para los protagonistas no es menos importante. Resulta que para Felipe Calderón será el inicio de una etapa de temor por no saber ni estar cierto si el mexiquense cumplirá su trato y le dará la inmunidad y la impunidad necesaria para poder seguir libre de cualquier juicio que pretendiera levantársele tanto en el país como en el extranjero, en las cortes internacionales. Porque sabido es que don Enrique ya tiene buena experiencia y ha dado resultados magníficos cuando se trata de no encontrar culpabilidades, la mejor muestra está en la conducción en el presente de Arturo Montiel, de su antecesor, a quien nada le encontraron y el respaldo oficial le ha permitido, incluso, ganar pleitos familiares en los cuales, dada su fama y trayectoria, los jueces tienen elementos más que suficientes para impedirle hasta ver a sus vástagos.
Don Felipe debe haber esgrimido el argumento de su defensa a Ernesto Zedillo sobre la acusación que se le presentó en Estado Unidos, gobierno al cual incluso le pidió la impunidad sobre cualquier causa o desacato.
Y, dirán en el extranjero, si los mexicanos están muy contentotes con su gobierno y el imperio estadounidense no gira ninguna orden de persecución o en contra, pues nada habrá que hacer y todo estará justo como en el TRIFE, perfectamente acordado para que la vida siga, para estos personajes, transcurriendo sin ninguna alteración y en el presente con muchas más ventajas, con todas las que otorga vivir en la opulencia, con grandes capitales y propiedades diseminadas por todo el mundo, con el futuro de generaciones garantizado. Así se ha vivido y se vivirá en este nuestro México lindo y querido. ¿o no? Y la historia primero de septiembre, tras primero de septiembre volverá a reescribirse en el mismo sentido.
UNA PESTAÑITA
Los sueños, no cabe duda, sueños son. Hace algunas noches, justo cuando me enteré de la posibilidad de que los argentinos llevaran al ex presidente De la Rúa a un juicio, me dio por quedarme dormida pensando en lo que no ha ocurrido en nuestro país. A don Fernando resulta que le pueden dar hasta 10 años de cárcel al comprobársele que dio sobornos para que le fuera autorizada una nueva legislación laboral, además enfrenta los cargos por la confiscación de los ahorros de los argentinos en un fondo llamado “corralito”, lo cual ocasionó disturbios sociales en los cuales perdieron la vida 25 personas entre hombres, mujeres y hasta menores. El antecedente a lo que le sucede a de la Rúa está en Carlos Menen, a quien también sentaron en el banquillo de los acusados.
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