¿Qué destino nos depara el TRIFE?
Gilberto Balam Pereira
Las ondas de EPN
Los
magistrados electorales comenzaron ayer el recuento de votos
depositados en mil 125 casillas. Burocracia que busca justificación
inmediata para declarar ganador a EPN; formalidad jurídica inútil,
porque el problema de las elecciones no radica en el número o conteo de
los votos, sino en la inmoralidad con que fueron depositados. El
recuento que se está desarrollando es un proceso de formalidad jurídica
pero de inutilidad práctica, ya que aritméticamente se ha consolidado la
victoria oficial de Enrique Peña Nieto. Por lo tanto, el recuento no
aportará ninguna novedad. Sin embargo, el tribunal electoral federal,
agotada esta fase de simulación de justeza, estará en condiciones de
emitir en cualquier momento la declaratoria de presidente electo, tal
como fue programada a favor del mexiquense. No es difícil que se
aproveche estos días de euforia futbolera olímpica, para emitir tal
declaratoria. Se supone que los mexicanos estarán festejando sin prestar
mucha importancia al más trascendental golpe de ignominia que la
oligarquía ha programado contra la población. La gravedad de las
irregularidades perversas y anticonstitucionales que nos han propiciado
el PRI y su candidato, no pasará de castigos de nivel de escuela
primaria, tanto para el nuevo presidente espurio como para su partido,
delincuentes con calidad de medallistas de oro olímpico de la
corrupción. A lo más, una que otra multa insignificante por tanto
atropello antidemocrático.
Inicialmente, el PRI negó rotundamente la contratación de empresas
mercantiles para el financiamiento ilegal de la campaña peñista.
Finalmente el partido reconoció la contratación de las empresas “Alkino
Servicios y Calidad, S.A. de C.V.” y la “Comercializadora Atama” para
las transferencias de los recursos a su estructura electoral.
Resulta que los accionistas de esta última son los mismos que la de otra
empresa, el “Grupo Comercial Inizzio”, responsables del financiamiento
partidista por la cantidad de 66.3 millones de pesos, que son
adicionales a las facturas por 141 millones de pesos denunciados
previamente por el Movimiento Progresista.
El priista Jesús Murillo Karam “aclara” que estos recursos fueron para
pagos eventuales de representantes generales y de casilla, por tanto no
son parte de una estructura permanente del partido. Pero al no
informarse a tiempo al IFE, representan una grave y delictuosa
irregularidad, factor clave de invalidez de los comicios.
Son irregularidades que señala el Reglamento de Fiscalización del IFE.
En todo este mar de vericuetos, un hecho por demás ilegal y fraudulento
es la utilización de membretes de empresas fantasmas, inexistentes en la
realidad; con el fin de entorpecer el seguimiento del delito de flujos
de dinero y desvirtuar el verdadero origen del recurso, origen del
lavado del dinero.
El desvergonzado PRI ha aceptado estas descaradas transas, aunque
insiste en que no ha tenido responsabilidad del hecho. En definitiva, se
trata de un verdadero delito, cualquiera que haya sido la forma de
utilización del recurso.
El IFE podría, en términos de defensa, definir la culpa como una irregularidad menor de tipo administrativo, y ya. ¿qué tal?
Murillo Karam y el representante de Alkino no tienen escapatoria, y el
IFE tiene la obligación de que, dadas las condiciones del delito, el
dinero fue usado en gastos de la campaña peñista, hayan sido eventuales o
no. La razón de rechazar la forma de uso de este financiamiento (para
la campaña) no es tan importante como la intención que no se rastree el
tope de gastos y sobre todo cuál fue el origen del dinero (wash and
wear). En la comisión de esta irregularidad, como ven mis estimados,
encontramos nada menos que cuatro o cinco delitos verdaderamente graves,
lo que el IFE considera cínicamente como improbidades.
Recordamos que hace apenas nueve años, con motivo del caso de Pemexgate,
el PRI fue sancionado por ocultar el origen y destino de 500 millones
de pesos que utilizó en la campaña presidencial de Labastida. O sea, que
este partido va asumiendo como sistema un estilo muy “peculiar” de
delincuencia electoral, el origen oscuro de sus financiamientos
comiciales. ¿oscuro o a todas luces vínculos con el narcotráfico?
Lo curioso es que el Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales es muy preciso en las faltas aquí señaladas.
A la letra dice que: “una de las causas de pérdida de registro de un
partido es incumplir de manera grave y sistemática con las obligaciones
del COFIPE”.
Además señala las diversas sanciones aplicables a las distintas
infracciones “…en los casos de graves y reiteradas conductas violatorias
de la Constitución y de este Código, especialmente en cuanto a sus
obligaciones de información en materia de origen y destino de sus
recursos, con la cancelación de su registro (subrayado mío) como partido
político”.
Pero por lo visto, al propio IFE “le vale m…” su propio Código
Electoral. No pueden renunciar sus magistrados a los tremendos sueldotes
millonarios con que los soborna el poder.
La falta de información del origen de los recursos electorales del PRI
al IFE obedecía al hecho también de ocultar los nombres de financiadores
particulares que han sido muchísimos. Fue el caso también de los Amigos
de Fox.
La Constitución señala claramente como requisito para la celebración de
elecciones libres y auténticas, que “los recursos públicos prevalezcan
sobre los de origen privado”. La ley mexicana establece un firme
blindaje del espacio público en contra de las intervenciones indebidas
de los particulares. La pretensión era evitar la presencia del dinero
del narcotráfico en los comicios de carácter eminentemente
Constitucional.
Es cierto que se permiten las aportaciones privadas, aunque en términos de limitación y de acotamiento.
Pero por lo que vemos a la orden del día, estas disposiciones
Constitucionales son letra muerta para los niveles de corrupción en que
han incurrido panistas y priistas. Paciencia pero con resistencia.
Porque aquí, nadie debe rendirse.
Comentario al margen. Las ondas de EPN. Sí mis estimados, nos gusta el
periodismo social y político. Pero también el referente a la farándula.
Esta tiene muchas vaciladas de frivolidad. Ahí tienen ustedes al actor
travesti Armando Palomo, protagonista de una telenovela de Tv Azteca que
alcanzó popularidad. La recuerdo como “Los Sánchez” cuyo
co-protagonista fue el excelente actor Luis Felipe Tovar. Pues bien, el
actor de Televisa Alfredo Adame hizo mofa públicamente del papel de
Palomo, a lo que respondió Armando: “no te hagas Alfredo, acuérdate de
los encerrones en la casa de los Hank en Atlacomulco”. Bueno, el chisme
es chisme, No es calumnia. El chisme es sólo la meritita verdad nada más
que divulgada. En dichos encuentros cercanos del tercer mundo en
Atlacomulco, la “estrellota” de los menage a troi, o a quatre, o a cinq,
qué sé yo, era nada más ni nada menos que el aspirante a espurio, EPN,
estrellota de unos 30 años muy perseguido y correteado por los “machos”
muchos de televisa. Yo no sé, pero como me lo cuentearon, se los cuento.
A propósito, ¿cómo irá la prueba del VIH de Peña Nieto? Creo que nunca
lo sabremos. Mientras tanto, a ver qué destino nos depara el Trife.
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