Aceptar el fraude es negarnos un futuro

¡¡Exijamos lo Imposible!! 

Por Esto!

Los peligros de la “democracia” oligárquica y la resistencia a la imposición 

Jorge Canto Alcocer

El acontecer de México y del mundo en los últimos días nos pone sobre aviso respecto a una peligrosa embestida. En el escenario del siglo XXI, los poderes fácticos, las oligarquías internacionales pretenden ensanchar su poder mucho más allá de lo imaginable, y para lograrlo están imponiendo un concepto de “democracia” que restringe nuestros derechos civiles, establece como únicas políticas económicas contrarias a las necesidades de la inmensa mayoría de la población, y construye auténticas dictaduras que manipulan, agreden y violan leyes internacionales, preceptos éticos y la vida de millones de personas, todo “justificado” por un supuesto “bien común”.

No de otro modo podemos entender la postura británica tras al asilo concedido por el gobierno ecuatoriano a Julian Assange, al negar el salvoconducto correspondiente, en abierta violación a los principios básicos del derecho internacional; la absurda condena de un tribunal ruso contra las protestas pacíficas del grupo “Pussy Riot”, cuyas creativas acciones contra Vladimir Putin fueron calificadas como “blasfemas”, en un lenguaje más propio de la Inquisición medieval que de un cuerpo judicial del siglo XXI; y la sangre fría con la que la policía sudafricana atacó a tres mil obreros en huelga, con saldo de más de 30 muertos, casi un centenar de heridos graves y varios cientos de detenidos, en un episodio que parece haberse escapado de las etapas más duras del “apartheid”.

Indudablemente no se trata de hechos aislados, sino de una clara tendencia de los grupos oligárquicos en el mundo entero que, con tal de defender sus privilegios económicos, parecen dispuestos a pulverizar hasta los menores atisbos de democracia y legalidad. Y eso que hablamos de países considerados internacionalmente como “democráticos”, por lo que situaciones como las que se viven en nuestro país no pueden llevarnos a la sorpresa.

En nuestro sufrido México, el Movimiento Progresista y la resistencia a la imposición han documentado y publicitado decenas de miles de pruebas del enorme fraude electoral, de la inmensa burla que, con la complicidad de los organismos electorales y la tolerancia del gobierno federal y de la dirigencia panista, el PRI pretende consumar. Tras la pasiva actuación del IFE y el TRIFE durante los períodos previos y durante la jornada electoral, ahora estas instituciones se han convertido en aferrados defensores del falso “triunfo” de Peña. Su comportamiento en los últimos días raya en un cinismo que ya ni siquiera pretende el disfraz de lo “legaloide”.

Los caminos se van cerrando, y la posibilidad de una salida democrática al conflicto electoral mexicano se va alejando. La mundial criminalización de la protesta popular –como en los casos citados de Rusia y Sudáfrica- y la descarada violación del derecho internacional por parte de una Europa “democrática”, nos van adelantando que los gobiernos del mundo están ya preparados para justificar cualquier decisión del Estado oligárquico, por más absurda o criminal que sea.

El sueño de una “transición democrática” tras la caída del “Muro de Berlín” se está derrumbando, y la dictadura oligárquica se va imponiendo lo mismo en los países del “Primer Mundo” que en los países subdesarrollados y dependientes como el nuestro. En este sentido, la resistencia a la imposición en nuestro país se hermana con las luchas antineoliberales que los pueblos libran en todo el orbe, y que con tanta claridad se ha expresado en los días recientes. Conviene tenerlo presente, pues aceptar la fraudulenta elección de Peña no sólo es corrupto e inmoral, sino sería también el suicidio ciudadano ante los poderes oligárquicos, sería equivalente a renunciar al futuro.