Opiniones y Comentarios
Julio Ricardo Blanchet Cruz
Dando un paso atrás…
Aunque ciertamente las pruebas del fraude electoral cometido por los honorabilísimos priístas, son abrumadoras; y que desde California también se investiga el asuntito, el que, dicho sea solo de paso, asciende a varias decenas de millones de dólares…
Y que allá del otro lado no es tan fácil comprar a la Justicia (aunque no imposible, ya que también en San Juan hace aire) se antoja verdaderamente difícil que las honorables Autoridades Electorales vayan a dar marcha atrás en su decisión de darle el triunfo a Peña Nieto…
Lo que vuelve a poner sobre la palestra el tema de la República; toda vez que en nuestro México, la división de poderes es una falacia del tamaño de la Pirámide del Sol de Teotihuacan…
Y por ende la imperiosa necesidad de que, cuando menos los Ministros de la Corte Suprema de Justicia sean, al igual que el titular del Poder Ejecutivo y los integrantes del Poder Legislativo, electos por el Pueblo…
Pues mientras continúen siendo designados por el Presidente en turno, la Justicia seguirá brillando por su ausencia y el tan decantado Estado de Derecho seguirá siendo solo palabrería barata…
Pues aunque alguno se revele a los compromisos, como ya ha sucedido, y pretenda apegarse a las Leyes, los demás le echan montón y terminan violando hasta la Constitución…
Y es que en el fondo no hay razón alguna (que sea válida) para que no haya equidad en los tres Poderes y de igual manera los Ministros sean electos por el Pueblo. Que, dicho sea solo de paso, se diga lo que se diga, tampoco elige a nadie…
Y seguirá siendo así, mientras quienes nos juzgan no tengan una absoluta independencia para aplicar las Leyes y hacer Justicia…
Pero “curiosamente” nadie lo propone. A pesar de que así se hacía cuando la Constitución que regía los destinos de la Patria era la del 57, cuando el Presidente de la Corte Suprema era electo de esa manera…
Ignoro el por qué no continuó siendo de esa manera y, repito, el por qué nadie lo propone. Cuando esa sería, desde mí muy personal punto de vista, la única esperanza que tendríamos los mexicanos de que las cosas cambiaran nos convirtiéramos en una verdadera república…
Y no continuáramos transitando por el triste camino por el que vamos. En el que los sátrapas que nos gobiernan continúan haciendo de las suyas impune y ofensivamente, burlándose del Pueblo…
Cambiando de tema…
En la España del ridículo rey que se siente galán invernal (ya no otoñal) y que mata elefantes, las cosas se le están poniendo cada vez más difíciles al tal Mariano Rajoy…
Quien tal vez pensó que podía engañar a sus ciudadanos para que votaran por él; pero que le ha salido el tiro por la culata; ya que las masivas protestas continúan imparables…
A pesar de que han regresado los tiempos franquistas y la represión contra quienes se oponen a las draconianas medidas, pues se ha echado encima no solo a los desempleados, la cuarta parte de los ciudadanos en edad laboral…
Sino también a los empleados a quienes ha tratado de muy diferente forma a como tratan al nefasto clero, a la obsoleta y vergonzante Corona y a los altos funcionarios de su gobierno…
Que continúan gozando de prestaciones y canonjías insultantes para una sociedad que se siente ofendida. Pues el que el “Rey” se haya reducido voluntariamente un 7.1 % sus ingresos, es francamente una burla…
Lo malo del caso es que en nuestro México estamos mucho peor. Los sueldos de los funcionarios son oprobiosos para una sociedad cuya mayoría vive en la pobreza y la miseria (hay quienes se mueren de hambre, literalmente)…
Por no hablar de los capitales de quienes llegan a ocupar cargos de importancia, cuyos montos superan con mucho a la fortuna que ha hecho el tal Juan Carlos…
Que cuando llegó a gobernar a sus súbditos (a la muerte de Franco ¡claro!) era un pobretón de trajecitos luidos y le ponía medias suelas a sus zapatos; y hoy es uno de los monarcas más ricos del Viejo Continente…
Para terminar…
Por las manifestaciones de ayer en toda la República, no parece que todo esté arreglado para el PRI…
Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida.
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