sábado, 28 de julio de 2012

Vaya a la chingada su institucionalidad

¡¡Exijamos lo Imposible!!
La reforma beltronista (republicana) del presidencialismo 
Alvaro Cepeda Neri

Prólogo Político

Lo que se conoce como la Reforma Beltronista que en el Senado de la República encabezó y promovió el senador por Sonora Manlio Fabio Beltrones Rivera, aún cercenada logró modificaciones y adiciones a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en 14 artículos, de los 136 que la integran. Son reformas republicanas, porque van al tronco del presidencialismo cuyo eje es el Poder Ejecutivo Federal. Si ese documento que contemplaba una propuesta hacendaria, no hubiera sido mutilado quedando un poco discapacitado por los fines democráticos que tenía, “otro gallo nos cantaría”. No se logró ir más allá del umbral republicano al reformar al Estado, como forma de gobierno que puntualiza la actuación del dualismo ejercido por el Presidente en cuanto Jefe de Gobierno y Jefe de Estado.

La reforma beltronista se aproximaba a un presidencialismo semiparlamentario, que urge para reorganizar el toma y daca entre el poder Legislativo y el Ejecutivo del Estado Federal. Pero debido a la crisis política por el inconcluso proceso electoral, se ha puesto atención en los escenarios y domicilios para la toma de posesión del Presidente legalmente declarado constitucional por resolución del Tribunal Federal Electoral. Dictamen que se debe dar los primeros días del próximo septiembre. Si no hay un plazo mayor por necesidades del mismo TRIFE o que (“en la historia siempre hay un elemento de sorpresa”), como ha solicitado el otro candidato presidencial, proceda la nulidad por invalidez de la elección y tengamos un Presidente Interino y nuevo proceso electoral dentro de 14 o hasta 18 meses.

Y para que no se repita lo de hace seis años con Calderón, estos actos, escenarios y domicilios permitirán investir de legalidad al titular del Poder Ejecutivo Federal. Y como están las cosas, es la necesaria “tablita salvadora” que faltaba para evitar interregnos o, sea, falta del titular de ese poder. Impulsada toda la reforma desde 2007 por el senador Beltrones, cinco años después entra en vigencia tras su aprobación, por 17 Congresos de los 31 de la Federación, para modernizar al presidencialismo y abrir la posibilidad para continuar la reforma política, en cuanto las reformas canceladas sean retomadas y así: República y Democracia apuntalarán al Estado y a sus tres poderes. No debemos ni podemos seguir anclados en una institucionalidad que ya no tiene soluciones para los nuevos problemas y reclamos de la sociedad. Y de las nuevas generaciones.

Hay tal vez un avance del 50 por ciento respecto de las reformas planteadas por la Agenda Beltronista. Y deben retomarse para que el Estado de Partidos no se estacione en un elitismo que niega acceso a los ciudadanos para completar los requisitos mínimos de una sociedad abierta republicana y democrática. O la crisis se manifestará en protestas y enfrentamientos con las fuerzas policiacas, desbordando la violencia política que está latente, sobre todo en el desencanto de los jóvenes, ya sea que asistan a las universidades y tengan empleo o carezcan de todo esto.

cepedaneri@prodigy.net.mx
 

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