domingo, 15 de julio de 2012

Ahora todos mienten el Pri es inocente

¡¡Exijamos lo Imposible!!
El gozo se fue al pozo
Jorge Carrillo Olea

Presidente abollado, desde ya

Pues . Poco duró la esperanza descrita hace sólo unas semanas de que ahora sí el PRI respondió a las exigencias ciudadanas de decencia. No; gallina que come huevo, aunque le quemen el pico, habría dicho alguna sabia viejita. Vuelta al batidillo. Favorablemente, en esta elección, si alguien quedó bien fue la ciudadanía ya que su actuación fue brillante, transparente, responsable. Lo que se le confió, que fue mucho, le salió de perlas. Pena que el PRI que sigue siendo el partido más grande y vigoroso que se haya visto en casi un siglo—, esté de vuelta a las andadas, a sus adicciones, poniendo en juego viejas prácticas.

Bastaría que sólo una fracción mínima de las acciones reclamadas por Andrés Manuel López Obrador fuera cierta para que la amarga verdad reverdeciera. El PRI no pareció tener en cuenta que esta elección, además de sus fines políticos legales, era una prueba de fuego para su futuro y para la imagen de su candidato. ¡Tenemos un presidente abollado desde ya! Tachado de corto de entendederas y no muy limpio. Y eso resulta lamentable no para él y sus seguidores sino para el país mismo.

No nos convienen estos faroles marrulleros y, de pasada tontos, que ha lucido el PRI. Ahí está el gobernador del Estado de México repartiendo tarjetas aduciendo que son con fines educativos, o el propio Peña con Moreira, el bueno, luciendo en público camisetas de Soriana. Esto llama a una reflexión de más fondo: ¿Enrique Peña se deja llevar por esos marrulleros? ¿Sus operadores loderos son independientes, no tiene él valores distintos? O bien está convencido de que así puede o debe ser.

Parece ser verdad que él, formado en la anticultura política mexiquense, lo que demostró en cómo promovió e hizo triunfar a Eruviel, no puede tener acciones y reacciones ajenas al síndrome de Atlacomulco: el arcaísmo político. De ser esto último, el futuro predecible sería más obscuro de lo ya planteado. Tantas promesas de cambio, por tanto tiempo planteadas, se derrumban estruendosamente, con y gracias al nuevo PRI. Vuelta la burra al trigo, o bien según Maurice Duverge, politólogo francés: árbol que crece torcido…

Hasta doña Jose ya metió su cuchara: lanzó verbalmente una iniciativa de gruesas reformas a la Ley Federal del Trabajo que ya la soñaría Peña. Ahora ella empieza a forjarse ya un sitio propio en el firmamento, no necesariamente de la mano de Madero. Empieza a condicionar su postura de colaboración en la nueva legislatura bajo sus propias condiciones, no las de Peña. Y el PRD que por supuesto no apoyará las iniciativas del gobierno, pues tienen a don Enrique contra las cuerdas. ¡Le siguen comiendo el mandado!

Por lo pronto las abolladuras en el presidente electo son ya inocultables, lo que tampoco hace bien a nadie, las causaron la superioridad política del equipo de AMLO sobre el de Peña. Es evidente. Su retorcido colmillo y el de sus colaboradores han impuesto las jugadas, los tiempos y consecuentemente el score. Tienen en el equipo tricolor una defensa pobre y un mal portero.

Puede ser que los viejos verdugos de López Obrador sólo tengan una razón mínima, pero la han sabido manejar con maestría de zorros apaleados, condición que no tienen los presuntos creadores, pulcros o loderos de Enrique Peña. ¡Pero la angustia es otra: México no merece ni necesita eso!

…Suspensivos. Ahora resulta que ni Montiel robó; sólo fue mago financiero; ni Moreira desfondó Coahuila; fueron sus enanos. Y que la Soriana es sólo una señora de Soria, ciudad capital de Castilla y León, una provincia española y por eso no vendió nada. Todo lo dicho contra el PRI es sólo invento de la picaresca nacional.

hienca@prodigy.net.mx

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