Quesillo y tlayudas en la corrupción Larrazábal
Álvaro Cepeda Neri
La prensa escrita destapó la información, análisis y críticas de una más de las corrupciones del Partido Acción Nacional que lo hacen un rotundo fracaso presidencial. Y en el 2012, la segunda derrota electoral, anunciada en las elecciones intermedias del 2006, sea quien sea el candidato. Josefina Vázquez Mota lleva la delantera, pero Calderón insiste en imponer a Cordero y a cualquier precio sacará de la jugada a Creel; porque está embarrado en lo de los casinos, pues es padrino político del Larrazábal, alcalde de Monterrey y hermano del que en un video recibe dinero que no es de haber ganado alguna apuesta, y probablemente por otros servicios; porque es foxista y porque cuenta con el odio a muerte de Calderón y los calderonistas (junto con Manuel Espino), desde que le disputó el cargo hace casi seis años.
El panismo se hunde en la cloaca de la corrupción. Falta escarbar en Pronósticos Deportivos, donde su director, Blanco Tatto, es objeto de terribles informaciones desde dentro de la empresa-casino, escondido tras su telaraña de publicidad en los medios a cambio de que no publiquen la corrupción que lo envuelve.
Pero ya me ocuparé de este asunto para que el PAN tenga otro hoyo negro sobre el que van en serio las pesquisas que el panista ignora, presumiendo la protección de Calderón, tal y como ostentaba Fernando Larrazábal. Hoy es dejado a la deriva para enfrentar el escándalo de la corrupción de su hermano Manuel Jonás y más temprano que tarde renunciará o pedirá licencia, pues su carrera burocrática ha terminado; mientras el gobernador de Oaxaca, medio panista y medio perredista cesará a su asesor y tercer hermano Jaime Arturo.
Los Larrazábal son oriundos de Oaxaca. Fernando y Jonás se fueron a Nuevo León y Jaime, que llevaba meteórica carrera, hasta que lo frustraron Carrasco y Murat se quedó en Oaxaca. Fernando, aspirante a candidato a gobernador está marcado, tenga o no que ver con las visitas de Jonás a los casinos para (¡ja, ja, ja!) “vender” quesillo (el famoso queso oaxaqueño enredado tan apetitoso en quesadillas), tlayudas, chapulines, acociles y chocolate de bola. Las investigaciones lo arrastran a un final anticipado de sus ambiciones, y afectan también a Jaime, impidiéndoles continuar trepando cargos públicos.
Pero ya tienen suficiente dinero como para dedicarse tiempo completo a negocios privados; que hacían estando en cargos públicos, con la doble cara de funcionarios que completan sus entradas. Habrá más quesillo que desenredar en la corrupción Larrazábal, que debe llevarnos a cuentas bancarias, bienes inmuebles, otras inversiones de Oaxaca a Nuevo León y viceversa. Y lo dicho: los panistas salieron más rateros que sus antecesores en los cargos. Y parecidos a ciertos perredistas, como el tristemente célebre René Bejarano al que también pillaron recibiendo dinero del argentino Ahumada (novio de Rosario Robles, quien hizo negocios en la administración defeña durante el interinato de ésta). Larrazábal Bretón, el todavía alcalde de Monterrey, es otra muestra de la corrupción panista.
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