¡¡Exijamos lo Imposible!!
Quesería y mezcal o el que parte el queso
Jorge Lara Rivera
El lance de corrupción protagonizado por Jonás, hermano de Fernando Larrazábal “decente” alcalde panista de Monterrey, N.L., durante cuya gestión se ha vivido el mayor auge de autorizaciones para el funcionamiento de casinos (como el siniestrado Royale –de sus parientes– blanco de reciente ataque que provocó 53 muertes) pone de nuevo en claro que más allá de las cortinas de humo oficialmente tendidas y la maquila de casos, por parte de instancias de la administración federal, buscando desprestigiar a los partidos políticos opositores, más temprano que tarde el panismo –no puede evitarlo– muestra las uñas llenas de mugre y enseña el cobre.
Podrá decir el abogado de este nuevo “hermano incómodo” que el dinero que se ve recibía en esos negocios correspondía “a pagos por mezcal y queso que vende” (aunque no hay facturas que acrediten tales transacciones –y tendría que ser por ingentes kilos del lácteo), pero la impresión generalizada es que Jonás es el encargado de pasar la charola y recolectar las cuotas (de 50 mil pesos semanales por casino), “beneficios” del tráfico de influencias. Por algo, pillados con los dedos en la puerta, a Gobernación no le ha quedado de otra más que demandar, al menos en el discurso, “que se investigue a Jonás”.
Desde luego que el panismo que siempre ataca a implicados y ajenos para incriminar a la oposición cuando los ilícitos ocurren o los fabrica sin que reciba tajada, defiende rabiosamente al moralino alcalde. Los diputados federales del priísmo neolonés exigen, por su parte, que el munícipe pida licencia si realmente quiere deslindarse del turbio asunto –algo que aquél, desde luego, ya rechazó. Hipocresía y cinismo son acusados signos recurrentes de la doble moral panista.
A nadie sorprende ya demasiado descubrirlos en prácticas contrarias a su tan aceda como falaz monserga “ética”. Los ejemplos abundan: la defensa de los valores de la familia en el adúltero Santiago Creel, el guardián de la decencia Jorge Limón de la derechista Pro-Vida y sus cuantiosas erogaciones para comprar tangas y lencería, los incrementos estratosféricos de presupuestos de obras ya autorizadas.
Apenas hace un par de días, parapetado detrás de la fachada de la CONAGUA donde ha cometido grandes estropicios causantes de verdaderos desastres de alcance nacional, por escurrir el bulto de la responsabilidad a fin de no estropear sus aspiraciones personales al gobierno del DF, José Luis Luege Tamargo se hincha la boca para culpar al gobierno mexiquense por las afectaciones que sufren 1 mil 500 familias tras la inundación –otra más– ocurrida en Atizapán, Cuauhtitlán Izcalli, Tultitlán, Tlanepantla, esto a pesar de lo jactancioso del Ejecutivo federal, su patrón, en los spots sobre megaobras que no acaban de terminarse pero presenta a la sociedad como logros de cinco años.
Otros son sin duda sus talentos: insumo decisivo para hogares, restaurantes y aun transporte, el gas LP registró un aumento, uno más, en la larga serie de incrementos ocurridos con pretexto de “eliminar subsidios” para “igualar precios que tiene en países desarrollados” que, desde luego no padecen la miseria del nuestro, durante la actual administración federal que permanece insensible a los reclamos de la población.
Mal que le pese, hasta el Banco de México luego de negarlo muchas veces ha tenido que admitir que la Inseguridad y la Desaceleración de la economía estadounidense son las 2 mayores preocupaciones del empresariado. Y así, mientras tanto, cariacontecido y soberbio, el panista jefe del Ejecutivo federal, no se cansa de decir a quien quiera prestar oídos a sus fementidos lamentos porque encima se siente “incomprendido” por la sociedad a causa de las críticas a la Lucha por la Seguridad, antes Guerra contra el narcotráfico y la delincuencia organizada, entre cuyos saldos se cuenta cerca de 50 mil muertes, mil bajas del Ejército, miles de huérfanos, centenares de periodistas y activistas sociales ejecutados y cientos de desplazados, producto de una estrategia fallida sustancialmente que aquél se niega a cambiar con empecinamiento sospechoso, en tanto prosperan los negocios del Chapo quien, se supo ya, tiene una arreglo con Estados Unidos que desde el foxiato cumple escrupuloso el régimen a pesar de la parejura de combate al crimen que la propaganda sostiene, realiza la PGR.
Pero cómo creerlo cuando los poderosos intereses involucrados en las empresas dedicadas al juego hacen sentir su peso y Gobernación que le enmendó la plana a la acelerada Laura Gurza, coordinadora nacional de Protección Civil, recula al decir de sus cuentas ya que, según sus pesquisas, de todos los casinos que funcionan en el país, sólo 60 no lo hacen de “manera adecuada”. ¿Será?
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