viernes, 16 de septiembre de 2011

"El Zar de los casinos" Juan José Rojas

¡¡Exijamos lo Imposible!

El gran corruptor y sus corrompidos
Jesusa Cervantes y Álvaro Delgado
Proceso

Nuevos datos a los que tuvo acceso este semanario no sólo confirman sino que dan a conocer más pormenores sobre la intrincada trama de corrupción político-empresarial en torno a los casinos. Personaje clave en ella es Juan José Rojas Cardona, prófugo de la justicia de Estados Unidos…

MÉXICO, DF.- Prófugo de la justicia de Estados Unidos, Juan José Rojas Cardona, “El Zar de los Casinos”, llegó a Monterrey en 1999 y pronto embaucó a empresarios de ese país para que invirtieran en los primeros casinos y luego defraudarlos. Con una fortuna en los bolsillos, construyó un andamiaje de relaciones políticas que del ámbito local pasaron al nacional. Llegó hasta la cúspide del poder: presuntamente aportó dinero para la campaña presidencial panista y también para las de los aspirantes presidenciales del PRI y el PRD.

Un ex operador suyo, quien le resolvía parte de sus problemas empresariales, relata a Proceso que fue testigo de visitas realizadas por políticos a su entonces jefe, de la solicitud de dinero hecha por un individuo, José Serrano Montoya, para saldar “favores” y de la forma en que trabaja “El Zar de los Casinos”.

Y aunque pidió que no se citara su nombre por seguridad personal y familiar, permitió que sus declaraciones fueran grabadas.

Confirma que a finales de los
noventa Juan José Rojas Cardona fue sometido a proceso en Estados Unidos por el delito de fraude, pero violó su libertad condicional y
huyó a México. Se estableció en Monterrey, capital del estado de Nuevo Léon, donde “empieza a hacer fraudecitos, como aquel de 57 mil dólares al tratar de cambiar un cheque en una casa de cambio”.

Ahí se hizo de varios casinos en la zona metropolitana.

EL CONTACTO

Fue Manuel Galván quien lo puso en contacto con una persona de Las Vegas, Nevada, llamado Bart Massi, y comenzó a operar El Bingo de la Suerte, primer casino de tragamonedas en la capital regiomontana. El negocio fue cerrado en 2003.

A partir de entonces, según su ex colaborador, Rojas Cardona convenció a dos estadounidenses ­Joe Georgos y John Lee, quienes venían de Lousiana­ para que invirtieran en la remodelación del hotel Granada Inn, en San Nicolás y transformarlo en el primer gran casino de la zona, El Bellavista, que logró un éxito inusitado. Gente de Nuevo León, Coahuila y de Estados Unidos solía jugar en él.

“A Georgos y Lee los llevó a Monterrey una mujer de Lousiana. Lee le tomó afecto a Pepe. Lo quería como a un hijo, por lo que lo hizo gerente del Bellavista y le daba una pequeña participación”, sostiene el informante.

Agrega que en
2004, cuando la Secretaría de Gobernación clausuró el Bellavista, Rojas convenció a Lee ­en contubernio con un sujeto de nombre Sergio Gil­ para que revivieran el permiso que Gobernación había entregado en 1978 a un permisionario, denominado Petolof, quien tenía los derechos para operar el hipódromo de Nuevo Laredo.

Actualmente Petolof tiene a su cargo el casino Red, donde fue grabado Jonás Larrazábal, hermano de Fernando, alcalde de Monterrey, recibiendo dinero.

EL PRIMER ROBO

“Pepe convence a mister Lee de poner el hipódromo a nombre de Carlos Ventura Rojas Cardona, hermano de Juan José, pues por ser extranjero mister Lee no podía figurar. Pero el zar se quedó con el hipódromo. Fue el primer robo que le hizo a mister Lee”, narra el entrevistado.

En el casino Bellavista, donde “cada una de las mil 200 máquinas daba a ganar a su propietario 300 dólares diarios”, Juan José empezó a sentir poder, detalla el declarante y a desplegar sus habilidades como manipulador:

“Logra que Georgos y mister Lee se peleen. El primero se regresa a Lousiana. Y, a la hora de exigir sus ganancias, Rojas le decía que no podía enviarle dinero por razones hacendarias. Y aun cuando mister Lee se quedó en Monterrey, al poco tiempo Rojas lo convenció de que Los Zetas lo querían matar; lo asustó para que se fuera del país. Y lo logró”.

Con una fortuna en sus bolsillos producto de las inversiones hechas por Georgos y Lee, Rojas empezó a acercarse a la clase política local, sobre todo a los panistas que estaban en el gobierno y a financiar algunos de sus proyectos, entre ellos los de la Santísima Trinidad. Ésta la conformaban el alcalde Fernando Larrazábal, con quien hablaba a través de un intermediario, Raúl Gracia Guzmán, consejero de la Judicatura nuevoleonesa ­”me tocó oír algunas pláticas con él”­ y Zeferino Salgado, actual delegado de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes en el estado y que fuera presidente municipal de San Nicolás, con quien negociaba de manera directa o a través de Iván Paul Garza Téllez, empleado de Zeferino en el ayuntamiento de San Nicolás.

“El Zar de los Casinos” evita las apariciones en público e incluso en las más de 20 empresas familiares.

BUEN APOSTADOR


En 2006, con seis casinos operando con cientos de maquinitas, Juan José presuntamente usó parte de su capital a las campañas de los candidatos presidenciales. Según su ex operador financiero, cuya grabación tiene Proceso, un panista de nombre José Serrano le ayudó a acercarse al equipo de Felipe Calderón y le entregó 10 millones de dólares; incluso, dice, quedó en darle varios millones más.
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