Ernesto Cordero: de secretario gris a aspirante desconocido
9 de septiembre de 2011
MÉXICO, D.F. (apro).- Con apenas cuatro años de militancia partidista –ingresó a Acción Nacional (PAN) en agosto de 2007– y un desempeño más bien gris como secretario de Hacienda, Ernesto Cordero Arroyo podrá competir abiertamente, por fin, por la candidatura presidencial panista.
El presidente Felipe Calderón anunció este viernes que aceptó la renuncia de Cordero.
Pero el exsecretario tiene todo en contra: no cuenta con el apoyo mayoritario de los consejeros nacionales del PAN, que son quienes elegirán al candidato presidencial; entre los simpatizantes de ese partido, tampoco. Y entre el público en general pocos lo conocen y, quienes lo conocen, ha sido por sus dislates discursivos.
Antes que cualquier acción o medida que haya tomado en el terreno económico, Cordero es más recordado por dichos que han causado enojo en la población. Algunos, por ejemplo:
–Con un ingreso de seis mil pesos se puede vivir perfectamente en México, tanto que se puede tener casa propia, automóvil y escuela privada para los hijos.
–México hace mucho tiempo dejó de ser un país pobre.
–El salario mínimo alcanza para comprar más cosas que hace veinte años.
Entre otros.
Las encuestas, de todas las empresas que se dedican a ellas, no le dan la mínima posibilidad a Ernesto Cordero. Las más recientes, con todo y que muestran un repunte reciente del exsecretario de Hacienda, lo ubican en 7%, lejanísimo del 31% de Santiago Creel y del 34% de Josefina Vázquez Mota, para hablar sólo de los panistas.
Y frente a precandidatos de otros partidos, está a años luz del priista Enrique Peña Nieto y, aun, de Andrés Manuel López Obrador.
Realmente, el único sostén de Cordero es el propio presidente de la República –y, por ende, prácticamente toda la estructura de Los Pinos–, quien lo impulsó a decidirse a ir por la candidatura.
Pero la mala suerte lo acecha. Su principal operador en Monterrey, y en todo el estado de Nuevo León, resulta que es el presidente municipal regio, Fernando Larrazabal, cuyo hermano Jonás –después de la tragedia del Casino Royale– ha sido implicado en negocios sucios con casinos y casas de apuestas.
Y Fernando, que es el que le organiza a Cordero encuentros masivos con panistas de la entidad –y privados con empresarios y políticos de la misma– ha resultado salpicado por las andanzas de su hermano. Lo menos que se ha dicho es que difícilmente el alcalde podría ser ajeno a los negocios de Jonás. El Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PAN le exigió a Fernando Larrazabal que renunciara a la alcaldía, para que las investigaciones contra su hermano, y eventualmente contra él mismo, se llevaran sin dilaciones.
Por otra parte, la Secretaría de Hacienda le significó un tormento a Ernesto Cordero. Llegó a ella primero como subsecretario de Egresos en diciembre de 2006, justamente al inicio de la actual administración y en el mes en que debía discutirse y aprobarse el programa económico para 2007.
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