miércoles, 2 de marzo de 2011

Marcelo Ebrard va en caida libre

¡¡Exijamos lo Imposible!!
Ebrard, el abuso del poder de quien (también) se cree presidente
Por Alvaro Cepeda Neri

Conjeturas

En la adelantadísima feroz riña para agandallarse, además de las candidaturas (por el PT-Convergencia, el perredismo de Los Chuchos, el PAN de Calderón y el PRI), sobresale que algunos de sus incontrolables peleoneros por el botín que representa la Presidencia de la República y no el cargo para cumplir con las obligaciones, se pavonean como si ya fueran los sucesores de Calderón. Por ejemplo Peña Nieto, que “camina como pato, grazna como pato y nada (de nada en su malísima administración) como pato”, quien se pasea por el país creyendo que ya es el inquilino de Los Pinos, con todo y búnker. Lo mismo hace Santiago Creel, doña Josefina Vázquez Mota, el jalisquillo Emilio González (éste se fue a comer al restaurante El Alacrán de Manuel Espino, “periodista” y restaurantero, donde los comensales, obviamente, hablaron de la sucesión presidencial).

Hay otros panistas en la lista. Por el PT-Convergencia se alista López Obrador, mientras le pone cáscaras de plátano a Peña Nieto, en el Estado de México. Y Juan Ramón de la Fuente anda de manita caliente con Calderón, para presentarse como “candidato independiente”, si los panistas anticalderonistas le quitan el partido azul al todavía inquilino del búnker en Los Pinos. Cuauhtémoc Cárdenas, sin ninguna facción ni tribu perredista, se deja querer al son de andar presentando su libro de memorias políticas Sobre mis pasos. Y Manuel Camacho, el frustrado aspirante cuando Salinas, se mueve para posesionar a Ebrard al que, vox populi, tachan del peor jefe del Distrito Federal, por sus abusos, corrupción y más de 300 obras al mismo tiempo que tienen a la capital del país como bombardeada.

Ebrard ya habló con Calderón y éste lo prefiere a la posibilidad cada vez más fuerte, de que el PRI (no con Peña Nieto, claro) gane la Presidencia de la República. Y porque además, Calderón tampoco acepta que López Obrador vaya a ganar una Presidencia que junto con el TRIFE, el IFE y la Corte, le arrebataron ilegítimamente y hasta con ilegalidades. Calderón entonces, obtuvo el apoyo del PRI para tomar posesión y ahora lo traiciona. Así las cosas y con el visto bueno de Calderón, Ebrard se comporta como troglodita, abusando del poder y se presenta ya como presidente, al igual que Peña Nieto.

Son muchos los abusos de Ebrard y tiene a la mayoría de los defeños en contra. Sus atropellos y cobros a la brava por aumentos en el predial, el agua y la tarjeta con chip de los autos particulares; las grúas, taxis, mala administración de la ciudad y descoordinación con los delegados tiene su culminación en los abusos y autoritarismo en la construcción de la Supervía. Existe un descontento generalizado (al respecto nada como consultar la revista Contralínea del 23 de enero, con un mapa de la ruta y sus afectaciones populares), que, sumado a sus prepotentes actos, es ya su irreversible caída: los electores, en encuestas que él mismo ha mandado realizar, acusan que se encuentra en la lona. No podrá remontar la impopularidad que representa votos que ya perdió.
cepedaneri@prodigy.net.mx

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