viernes, 18 de marzo de 2011

Seguiremos al líder de la esperanza

¡¡Exijamos lo Imposible!!
En el PRD, el suicidio o la esperanza
Jesús Sosa Castro
@rasocas
2011-03-17

Este fin de semana habrá dos importantes hechos políticos que pueden beneficiar o perjudicar a la gente y al país. Dependiendo de cómo se encaren y de cómo se resuelvan, sus resoluciones serán perjudiciales o benéficas. Me explico.

El sábado 19 de marzo las tribus perredistas intentarán darle una nueva dirección política al PRD. Durante tres años, los chuchos que los impuso Felipe Calderón, hicieron que este partido perdiera sus principios políticos, su programa de acción, su militancia y la vergüenza. Esta dirección espuria al igual que su jefe, se dedicó a la tranza, a la manipulación, a tejer acuerdos vergonzosos con el PAN y a ensuciar el honor y el trabajo de los miles de miembros del partido que tenían la confianza en que este partido pudiera convertirse en el instrumento de lucha de los trabajadores y del pueblo. En la opción de cambio por el que se viene trabajando desde siempre.

A estas alturas está claro que no habrá acuerdo para lograr el nombramiento de una dirección de unidad, confiable y respetuosa de las normas internas aprobadas en sus congresos. Pero en el supuesto de que se lograra la unidad, ésta por sí misma, sin un cambio urgente y necesario en la política pragmática y oportunista de los dirigentes actuales, es como dejar que las cosas sigan igual. Para la militancia y para un amplio sector de luchadores sociales, el cambio en la dirección debe ir acompañado de un comportamiento distinto de las tribus, que le den independencia y poder al Consejo Nacional para que éste supere cuanto antes la situación de crisis en que actualmente se debate el partido. El Presidente, el Secretario y los órganos que se van a elegir el sábado próximo, deben hacer su presentación haciendo una declaración pública, urgente y necesaria, cancelando la alianza con el PAN en el Estado de México y un llamamiento a los perredistas para volver a los principios que le dieron origen como un partido al servicio de la gente. Debe hacer un llamado a los militantes para fortalecer la unidad interna del partido y apoyar con todo, la candidatura de Alejandro Encinas para gobernador del Estado de México. Es lo único que puede darle credibilidad, certeza y confianza a los perredistas, al PT, a Convergencia y a los ciudadanos que queremos que voten por el PRD. No sería deseable ni ético que el cambio de dirigentes fuera una vil mascarada, y que se diera el gatopardismo quitando a los chuchos para que queden los navarretes con una careta distinta pero con las mismas mañas.

Ya es tiempo de que los dirigentes se den cuenta que la política de los chuchos le ha hecho mucho daño al partido, lo tienen al borde del suicidio. En tres años de su gestión, no emitieron ni trabajaron por un proyecto político y programático en los que estuvieran presentes los intereses y derechos de los ciudadanos. Se olvidaron de la Declaración de Principios y de su programa de acción. Todo el tiempo lo utilizaron para fortalecer su corriente NI y con un oportunismo sin pudor y en lo oscurito, se dedicaron a tejer los acuerdos vergonzantes con el espurio de Felipe Calderón. Los chuchos no sólo desacreditaron a la izquierda, la verdadera, desacreditaron la acción y a las mujeres y a los hombres que no son “políticamente correctos”. La gente, lo que menos dice de ellos, es que son unos traidores, saltimbanquis, oportunistas y unos corruptos buenos para nada.

Pero el domingo 20 de marzo habrá otro evento en el Auditorio Nacional. Allí estará esa creciente franja social que apoya y trabaja por un proyecto alternativo de nación. Estarán representados esos miles y miles de mujeres y hombres que llevan casi cinco años trabajando por rescatar la dignidad de los mexicanos que fueron defraudados en el 2006. Andrés Manuel López Obrador, su líder, que le ha dado dos vueltas al país hablando con la gente, trae euforia en la cara y en el alma. Nadie como él sabe que solo cuando se tiene o se recupera la confianza colectiva de la gente pueden emprenderse transformaciones verdaderas en la sociedad. El pueblo y él se miran a los ojos y en el cruzamiento de sus miradas se contiene la confianza mutua, entendida en toda su profundidad, de que “solo el pueblo puede salvar al pueblo”. Con críticas, pero sobre todo con sabiduría y con prudencia, ha dejado que los chuchos se sigan embarrando de bazofia, aliándose con el PAN, mientras él, con un permiso temporal en la bolsa, con una visión de estadista, se ha colocado por encima de los oportunistas, de los enanos de la política y su estatura moral y su honorabilidad están por encima de las nubes. Por eso el 20 de marzo a las 10 de la mañana, en el Auditorio Nacional, pondrá en manos de la gente su Proyecto Alternativo de Nación y con eso, con su trabajo de todos los días, con su honestidad a toda prueba, con una organización territorial que envidian los chuchos, seguirá siendo el hombre que domina los escenarios más difíciles de la política. Seguirá siendo el líder de la esperanza.

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