¡¡Exijamos lo Imposible!!
Calderón y la lección de Schwarzenegger
Por Julián Andrade
Hasta hace unos días, ser sorprendido en California, Estados Unidos, con un cigarrillo de mariguana significaba enfrentarse a un proceso en la Corte y a pagar una multa de 100 dólares (unos mil 200 pesos).
Nadie se quedaba en prisión por semejante infracción, pero en México hay una guerra sangrienta para evitar que la mariguana llegue al otro lado de la frontera. Nuestro país es, hoy por hoy, el principal productor de esa droga en el mundo.
El gobernador californiano, Arnold Schwarzenegger, decidió firmar el decreto de ley, previamente aprobado en el Congreso, que despenaliza la posesión de la mariguana, aunque mantiene la multa económica.
Los argumentos de Schwarzenegger son contundentes:
“Firmé esta ley porque la posesión de mariguana es una infracción en todo menos en su nombre. La única diferencia es que, por ser catalogada como un crimen, el acusado requiere de un juicio con jurados y un abogado defensor.
En momentos de drásticos recortes presupuestales, el Estado no puede darse el lujo de gastarse todos esos recursos en abogados, policías y cortes para castigar un crimen cuya sanción es equivalente a una infracción de tránsito”.
Un asunto de pesos y centavos. ¿De verdad vale la pena continuar en una guerra, con un muy alto costo social, para combatir una droga que sólo significa un engorroso problema menor para los estadounidenses?
El director de La Razón, Pablo Hiriart, le preguntó al presidente Felipe Calderón sobre las implicaciones que tendría en nuestro país la legalización de la mariguana en California. En noviembre habrá un referéndum al respecto y puede ganar la postura liberal.
El presidente Calderón fue sincero: “Claro que si lo hace California, sí nos va a meter en un serio aprieto. Nos va a meter en un problema difícil de resolver, va a tener un impacto en el mercado mexicano, y no sé en qué sentido, francamente habrá que examinarlo; y si se da, es realmente muy difícil para un gobierno meter a la cárcel a un campesino que está sembrando mariguana para vendérsela a los californianos”.
Y pone el centro en un asunto espinoso:
“Me parece que la inconsistencia en la política pública de EU es algo reprobable en el tema. No sé exactamente qué quieran los norteamericanos pero, por lo menos, consistentes no son, y sí nos generan un problema mayúsculo”.
En México, por lo demás, la posesión de drogas no es un delito desde hace muchos años. Inclusive, la reciente reforma al respecto tuvo como propósito el definir las cantidades que se pueden portar sin caer en el narcomenudeo.
En el fondo combatimos algo que no está prohibido. Una paradoja sangrienta que parece no tener fin a la vista.
julian.andrade@razon.com.mx
Twitter: @jandradej
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