El gabinete de fecal una porquería

¡¡Exijamos lo Imposible!!
Tapabocas autoimpuesto
Lila Arellano

Estado de los ESTADOS

Silencio cómplice ante trapacerías
Inútil y corrupto gabinete de FCH
Gozan de impunidad funcionarios
Horcasitas, asesinatos y corrupción
García Luna, nexos con el crimen
Sigue incontenible baño de sangre

“El crimen hace iguales a todos los contaminados por él”.- Marco Anneo Lucano

¿Y qué, nos quedamos callados? ¿Y qué, seguimos aguantando condolencias presidenciales con la amenaza presente de que las muertes van a seguir y ni para dónde hacerse? ¿Y qué, seguimos aceptando que somos uno de los países más corruptos del mundo? ¿Y qué, permanecemos aceptando la seudodemocracia en la que vivimos? ¿Y qué, vamos buscando cómo hacerle para no ingresar a las estadísticas donde aparecen los pobres de los pobres y las diferentes categorías de miserables? ¿Y qué, seguimos confundiendo los minutos de silencio con la sumisión, la aceptación, la explotación y nuestra degradación?

La información de ayer sobre los índices en los que ha descendido nuestro país en la escala internacional proporciona varios puntos para reflexionar, uno de ellos se centra en la total responsabilidad de los gobiernos sobre los que está ocurriendo, lo cual apunta a que tanta desgracia no puede haberse generado por un limitado grupo de personas, por más poder que ostenten, porque del otro lado hay decenas de millones que no sólo los encumbraron al nivel en el que se encuentran sino que si hacen uso de sus derechos ciudadanos pueden cambiar y eliminar tanta desgracia nacional.

En el caso de Felipe Calderón se le hacen múltiples reproches pero nada más. Al final los ciudadanos no ejercen ninguna presión sobre los diputados, los senadores, en las calles, para hacerse escuchar. Así, se le ha permitido que continúe con su “guerra” contra el narcotráfico sin ninguna estrategia y que día a día se siembren cadáveres a todo lo largo y ancho del territorio nacional, que se enluten decenas de hogares de inocentes, de jóvenes quienes incluso pagaron con su vida el pretender alejarse de una adicción.

Se cita a Genaro García Luna y se le hacen señalamientos mediocres, se le exigen explicaciones que se advierte que a nadie convencen pero el sujeto sigue en su puesto y controlando a la delincuencia organizada desde dentro y fuera de la Secretaría encargada de la seguridad pública federal. Se acepta que endeude al país y que cínicamente solicite empréstitos que dice habrán de pagarse en 100 años, se consienten sus incrementos al precio de la gasolina sin que nadie se atreva siquiera a exigirle cuentas sobre todos esos millones recaudados y, sus titulares en Hacienda, siguen tan campantes y dándose el lujo de seguir presionando a los contribuyentes e incrementando los impuestos.

Existe, porque ahí está, un secretario de Educación que no responde a ningún plan educacional, que es otro de los empleados del sindicato de Elba Esther y que administra un presupuesto espectacular frente a los resultados que presenta, ya que van en incremento la deserción escolar y los índices de analfabetismo. No satisfecho todavía, se da el inquilino de Los Pinos el lujo de hacerlo presente como un posible candidato a sucederlo. Pero todos esos abusos magisteriales, el comportamiento de los mentores, las trampas y chapucerías al interior tanto de la SEP como del SNTE, las permitimos aun cuando por cada alumno haya por lo menos 60 padres de familia que podrían presionar, protestar, hasta lograr un cambio.

Cómo no vamos a aparecer en las calificaciones internacionales como uno de los países más corruptos, si en las oficinas del máximo poder se firman contratos que van contra los dictados de la Carta Magna, se hacen concesiones, se vende el patrimonio nacional, se cobran comisiones de coyotaje, con todo y que se paga una millonada en contadores, auditores, especialistas, estrategas, investigadores, dizque para evitar los malos manejos de las finanzas públicas, el desvío de fondos, etcétera, y a la vista están los célebres enriquecimientos inexplicables. Eso sí, hasta hay una secretaría que comenzó por ser de la Contraloría y ahora es de la Función Pública cuando debió llamarse del Circo Público a donde sólo llegan los payasos, los enanos y uno que otro viejo buey.

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