¡¡Exijamos lo Imposible!!
Teniendo a las cuatro en punto el compromiso en el Club de Periodistas, así se veía el Eje Central Lázaro Cárdenas cuando, a lo lejos, ya se escuchaban las consignas de la marcha del pasado sábado 2 de octubre que se acercaba.
No pude cruzar, no me lo permitieron, siendo que mi destino estaba a una calle de distancia. Tuve que hacer un absurdo rodeo ante un despliegue ridículo e insultante ante una marcha en donde eran estudiantes en su mayoría los que marchaban y se manifestaban. No pude evitar el sarcasmo ante semejante visión: 'no los conoce', me dijo un ciudadano muy asustado y por supuesto, bastante desinformado, porque resulta que sí: conozco a algunos de los que marcharon y nada que ver con bandalismo y esas paranoias: los que se manifestaban eran simple y llanamente ciudadanos, es todo.
Sí: esta es la policía de seguridad pública del DF, algo que antaño no se veía. Ya se sabía de algunas movidas de Ebrard, pero este individuo se ha descarado y en despoblado. Irónico: Ebrard ni siquiera estaba presente, pues él ya está haciendo gira artística promocionándose en su candidatura hacia la presidencia. Si algo hubiera sucedido (que afortunadamente no sucedió a pesar de las provocaciones), ¿él se hubiera lavado las manos? Tengo que responderme que sí.
Recorte de presupuesto a educación pública en la UACM, incumplimiento de convenios en vivienda, desalojos, represión, cancelación de apoyo incluso en espacios para eventos culturales, ahorcamiento del presupuesto para apoyos sociales en Ixtapalapa y oidos sordos a reclamos diversos, entre ellos el insistente reclamo del SME a que se pronunciara y se definiera en torno a la gesta que se libró de manera muy marcada en el Zócalo Capitalino durante la huelga de hambre, es el saldo que está dejando Marcelo Ebrard en el DF, entidad que caminó, para ser la entidad más poblada y con elevado dinamismo y movimiento urbano, bastante bien durante las gestiones de AMLO y Encinas.
Marcelo Ebrard es otro más de los traidores a la verdadera izquierda que queremos. No perdamos de vista esto.
de Mineko Kia
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