viernes, 20 de junio de 2008

TODO DEPENDE DEL LIBRE MERCADO

¡¡Exijamos lo Imposible!!
La economía nos alcanza
Pablo Gómez
20 junio 2008

pgomez@milenio.com

Hay la idea muy difundida de que la economía no existe y que todo depende de libres decisiones. Bajo el sistema imperante hay leyes económicas que obligan a las personas –los propietarios— a comportarse de una determinada manera. Luego, muchos abusan, pero eso no está regido por tales leyes económicas sino por tolerancias de los gobernantes.

Ya nos alcanzó una desaceleración del crecimiento, de por sí muy bajo, con inflación, lo que resulta en el colmo. Esta situación ya había sido advertida, excepto por el gobierno que no ve nada y se engaña solo.

Tenemos una situación en la que los factores que rigen el sistema general de la acumulación capitalista han llegado a un límite que les obliga al cambio. Es la crisis. El motor de los últimos años ha sido la incorporación de una nueva tecnología que lidera toda la economía ya que está alojada en el sector industrial de mayor tasa de ganancia y de más rápido crecimiento. Este liderazgo está en riesgo pues hemos vuelto a esquemas de antes, es decir, a los problemas de la energía y a una saturación de mercados de tecnología nueva.

Es natural que la economía de los países desarrollados acuse un debilitamiento mientras que esos mismos tienen que pagar por algunos energéticos y petroquímicos unos precios nunca antes vistos. Al aumentar los costos sin que se reduzca la tasa de ganancia, el resultado es una mayor explotación de la fuerza de trabajo, lo cual debilita la capacidad de consumo y, en consecuencia, la masa de valores puesta en circulación. La inflación estadunidense desde el año pasado es una expresión de este fenómeno. La inflación mexicana actual es, a su vez, el contagio de la gripe del vecino.

La debilidad del aparato productivo mexicano que lanza sus productos hacia el mercado interno impide una respuesta eficaz a esa combinación de reducción relativa del producto e inflación. La tasa de crecimiento de México será menor este año y la inflación será más alta. El grado de explotación de la fuerza de trabajo tendrá que ser, consecuentemente, también mayor.

El gobierno cree que con un pacto con la Concamín los precios se pueden estabilizar, pero comete un error más. La cuestión no consiste en pactos sino en una política económica que expanda la oferta y fortalezca el ingreso. Cuando llegamos a este punto, lo correcto es apretar al capital para que produzca más en lugar de que defienda su tasa de ganancia produciendo menos y provocando aumentos de precios. Como esto no lo entiende el gobierno y carecemos de una Secretaría de Economía, lo único que se les ha ocurrido a los poderosos es un miserable pacto con los industriales, pero no con todos ellos sino con sus líderes, y no sobre todos los productos sino sólo respecto a bienes básicos, los cuales ciertamente son los que están aumentando más de precio pero tienen insumos industriales. El tal pacto se va a desmoronar. La economía nos alcanza.

No hay comentarios: