CORRUPCIÓN MULTICOLOR.
Uno de los principales reproches que se le hacen al gobierno de Vicente Fox es que no cumplió las expectativas que planteó; entre ellas, el combate a la corrupción, en donde, en todo caso, lo único que rebasó son los niveles de desfachatez de altos representantes de su administración, incluida la presidenta de ese organismo fantasmal llamado Vamos México, Martha Sahún de Fox. Ese señorón que acabaría con las tepocatas y vívoras prietas del PRI que vivían en Los Pinos, simplemente no cumplió. Se quedó con el cambio, dice con humor resignado la gente.
Uno de los principales reproches que se le hacen al gobierno de Vicente Fox es que no cumplió las expectativas que planteó; entre ellas, el combate a la corrupción, en donde, en todo caso, lo único que rebasó son los niveles de desfachatez de altos representantes de su administración, incluida la presidenta de ese organismo fantasmal llamado Vamos México, Martha Sahún de Fox. Ese señorón que acabaría con las tepocatas y vívoras prietas del PRI que vivían en Los Pinos, simplemente no cumplió. Se quedó con el cambio, dice con humor resignado la gente.
Sus antecesores han producido generaciones enteras de malandrines de cuello blanco, entre lo que parece haber una sórdida competencia para ver quien acumuló mayores riquezas. Así hemos sabido de El Partenón de Durazo, de la Colina del Perro, de los departamentos en Miami de Roberto Madrazo, de los pisos en Paris y Arturo Montiel, y así, en una larga cadena de complicidades.
Entre priístas y panistas, dieron paso a los grandes capitales indebidos en el empresariado mexicano y trasnacional. El FOBAPROA es quizá el caso más escandaloso de saqueo de recursos públicos a favor de la iniciativa privada; podríamos agregar las privatizaciones, a PEMEX, la evasión consentida de impuestos y muchos asuntos más.
En el caso del PRD el asunto no es menos grave. Gracias a la magia de la televisión y la confabulación de grandes intereses, vimos como miles de dólares fueron dirigidos a las bolsas de funcionarios gubernamentales del DF, para agilizar pagos al constructor Carlos Ahumada.
Estando el PRD al frente de la Jefatura de Gobierno del DF, se registró la tragedia de la discoteca Lobombo, que debido a sus malas condiciones de seguridad, provocó la muerte de algunos de sus parroquianos; hoy nos enteramos, luego de otra tragedia, que otro antro de este tipo, que ya había sido clausurado precisamente por carecer de medidas de seguridad, operaba de manera irregular.
La conclusión es muy simple, la corrupción no reconoce ideologías.
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