Objeciones de la memoria
Martí Batres Guadarrama
Presidente legítimo, aunque les duela
Presidente legítimo, aunque les duela
La reciente decisión del Instituto Federal Electoral en el sentido de prohibir la utilización de la frase Presidente legítimo en los espots del PRD y PT confirma varias cosas. Por un lado, que fue una buena decisión del movimiento organizado en la Convención Nacional Democrática haber declarado Presidente legítimo de México a Andrés Manuel López Obrador.
Tal aserto, en efecto, es una forma de resistencia pacífica con una fuerte y efectiva repercusión política que, como revelan algunos analistas políticos, tiene de mal humor y sumido en la frustración a más de uno. Atrás quedó la burla inicial, la descalificación, el no reconocimiento, mas no el encono.
La decisión del IFE confirma también que quien habita en Los Pinos está seguro que no ganó la elección presidencial de 2006. A pesar de que diario se insiste mediáticamente en que Andrés Manuel va para abajo, que ya se cayó, que se derrumbó, a pesar de todo, la citada resolución corrobora que a quien realmente le teme el poder político y económico de México es al ex jefe de gobierno del DF, que sigue siendo su principal motivo de preocupación. Es su obsesión, el factor político que les quita el sueño.
Ahora bien, lo acordado en el IFE evidencia que de nada sirvió cambiar a los consejeros del instituto. Leonardo Valdés es lo mismo que Luis Carlos Ugalde. Está al servicio de los intereses del gobierno federal, del PRI y el PAN. Su objetivo fundamental, al frente del organismo, es afectar a las fuerzas políticas que representan a la izquierda. Así, se prepara para quemar la boletas electorales de 2006 y con resoluciones como ésta muestra que no tiene interés alguno en garantizar imparcialidad, menos transparencia. En suma, es la misma gata sin revolcar.
Por cierto, hoy Acción Nacional se dice preocupado y ofendido porque el Presidente legítimo lastima el prestigio de la institución presidencial. Llama la atención cómo durante todo el sexenio pasado se quedaron calladitos cuando Vicente Fox hablaba de la “pareja presidencial” y con ello cedía 50 por ciento de la Presidencia a su esposa Marta Sahagún, por la cual nadie votó pero que en realidad ejercía mando.
¿Dónde estaba entonces el reclamo del PAN, la queja, las acciones legales? Frente a ello —empezando por el propio Calderón y Germán Martínez— el PAN no dijo nada. Y entonces sí que se vulneró, maltrató y pisoteó la institución presidencial por parte de un par de panistas.Finalmente, lo cierto es que entre la gente de abajo, en las calles, pueblos y capitales, en muchos espacios de la sociedad, para la historia misma, Andrés Manuel López Obrador seguirá siendo el Presidente legítimo de México.
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