EL COLMO.
Más de 30 personas que eran trasladadas a centros de detención para inmigrantes indocumentados son literalmente secuestradas en nuestro país y simplemente aparecen como si nada en Estados Unidos, lo que parece era su destino final.
Se trata de un grupo de cubanos que se internaron ilegalmente en nuestro país y que eran trasladados a Chiapas. En el camino un comando armado se los llevó y de pronto sabemos por las noticias que se encuentran en su paraíso, que es el vecino del norte. Una aventura que se antoja digna de Holiwood, pues los indocumentados recorrieron todo el país desde el sur hasta el norte y con documentos falsos obtenidos en Veracruz, alcanzaron a internarse en territorio norteamericano.
Ahora sabemos que la mafia cubanoamericana de Miami fue la que patrocinó este operativo, pero lo más grave del caso es que, como las mafias locales, pueden actuar impunemente gracias a la ineficiencia o franca corrupción de las autoridades mexicanas.
Fuimos testigos gracias a los medios de comunicación, de la detención de un delincuente cubano perteneciente a esa asociación criminal de la Florida, que tranquilamente paseaba por Cozumel. Luego del escándalo por el intenso tráfico de indocumentados isleños, fue apresado, pero, de acuerdo con las imágenes, fue tratado con gran displicencia. No fue esposado e incluso se dio el lujo de agredir a un camarógrafo que cumplía con su deber.
Estamos nuevamente ante eventos que revelan, ya dijimos, corrupción e ineficiencia, pero ya no solo de los organismo policíacos tradicionales, sino autoridades de otra índole, como las del Servicio Nacional de Inmigración, perteneciente a la Secretaría de Gobernación, lo que, dicho sea de paso, explicaría ese estado de cosas
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