jueves, 7 de febrero de 2013

Y todo esto por falta de mantenimiento

¡¡Exijamos lo Imposible!!
Pemex, un polvorín
Lilia Arellano

Estado de los ESTADOS

Dudas sobre orígenes del gas explosivo
Negligencia y corrupción causan tragedias
IFE encubre a Peña Nieto, acusan en PRD
Investigan prácticas irregulares en el IFAI
Contra todo, PRI empuja reformas de EPN
Va reforma educativa; EEG varía postura


“La conciencia del peligro es ya la mitad de la seguridad y de la salvación”.- Ramón J. Sénder

La administración de Enrique Peña Nieto no pudo disfrutar ni siquiera un periodo mínimo de “luna de miel” con el pueblo mexicano, debido al gran número de asuntos de carácter nacional en que el nuevo gobierno federal ha caído en un lamentable descrédito y peligrosa desconfianza que no abonan en nada a la gobernabilidad del país. La tragedia en las oficinas de Pemex, cuyas dudas sobre las verdaderas causas prevalecen en la opinión pública, se suman al descrédito inocultable en la Suprema Corte de Justicia de la Nación tras la liberación de la francesa Florence Cassez, y ahora al desdoro del IFE por la actuación de los consejeros electorales en el encubrimiento de los excesivos gastos de campaña del candidato presidencial del PRI-PVEM. Y para acabarla, el IFAI también se encuentra en el ojo del huracán.

Si lo dicho por el procurador Jesús Murillo Karam tuviese una dosis mínima de información real, si pese a todas las lagunas que en torno a la mentada fuga de gas, mismas que no dieron cuenta ni del origen, ni del nombre, ni de cómo llegaron a ese edificio y mucho menos consideraron que habían pasado días suficientes en labor de mantenimiento como para que se produjera semejante explosión, ni de chiste se habrían realizado las movilizaciones de desalojo que se vivieron la mañana de ayer en los tres edificios que componen el corporativo administrativo de la paraestatal más importante del país.

Tan absurdo, como la fuga de gas, resultó la explicación del olor que provenía de una bolsa con comida en proceso de descomposición. Los olores, que podrían haber emanado de un pequeño envoltorio, no son para originar la movilización que se vivió en los inmuebles. Incluso, la presencia del abusivo líder petrolero y su rostro demostraban que el peligro está latente. ¿Qué clase de peligro? Nos parece que, dado que en nuestro territorio la inteligencia, tanto una y otra, están ausentes, los directivos y los cuerpos policíacos e incluso los de las fuerzas armadas, todavía no le encuentran la cuadratura al círculo y sólo falta que escuchemos lo clásico: la delincuencia organizada, como si ésta no ocupara ya grandes espacios entre los de cuello blanco y que cobran como funcionarios públicos.

El antecedente de todos estos temores se presentó unas horas antes, cuando tuvieron que desalojar el hospital de Pemex ubicado en Azcapotzalco, ante la llamada por la supuesta colocación de una bomba en esas instalaciones. De inmediato, se procedió a sacar a todos los pacientes de las distintas áreas, incluso las de terapia intensiva, y no quedó un solo ser humano dentro del inmueble. Llegaron las fuerzas armadas, la policía y con perros recorrieron palmo a palmo el edifico, todos los pisos, los quirófanos, las salas de consulta, las administrativas y no encontraron absolutamente nada.

El pánico ha hecho presa no sólo a los trabajadores, sino a los directivos que intentan de una y mil formas ocultar lo que realmente existe detrás de estas llamadas y de las alertas que despierta, supuestamente una bolsa con comida en proceso de descomposición y, respecto a ese mentado gas del que ya los caricaturistas han hecho suficiente mofa al señalar que aún no se sabe si es metano, zutano o mengano, ya la gente en las redes sociales habla de los gases que produce el estómago cuando se consumen habas o frijoles negros o bayos y las explosiones que pueden resultar mortales no sólo para el que las expulsa, sino para quienes lo rodean.

Incomprensible resulta, para muchos otros, la postura adoptada por el rector José Narro avalando lo dicho por la PGR, sin que se conozca un solo nombre de los supuestos expertos que han participado en la investigación sobre la explosión en la Torre. No se concibe que pueda encontrarse un hombre con su prestigio ya al servicio de lo que difunden las televisoras en donde, en las últimas horas, se han dedicado a proyectar las dizque labores de rescate en las que se percibe claramente la falta de coordinación, de orden, de experiencia, los gritos van de un lado a otro y los llamados al silencio para poder escuchar los gemidos de los atrapados se repiten una y otra vez, ante los sordos oídos de quienes nada saben de este tipo de acciones.

En lo que va del siglo, vale la pena señalar la explosión por fuga de gasolina en la torre fraccionadora de la refinería Miguel Hidalgo, en Tula, donde se registró un muerto y 13 heridos en diciembre del 2001; un año después, en mayo, se incendió el complejo petroquímico de Poza Rica, en Veracruz, causado por la fuga de combustible. Hubo otro muerto y dos lesionados; al año siguiente, en junio, explotaron dos ductos, uno de gas natural y otro de gasolina en Ciudad Mendoza, también en Veracruz, con un saldo de 5 muertos y 80 heridos.

Diciembre del 2004 supo de la explosión e incendio de una estación de bombeo de Mazurniapan, en Santiago Tuxtla, Veracruz. Hubo 7 heridos y un derrame de 10 mil litros de combustible en el río Coatzacoalcos; Julio del 2005, en la autopista Reforma-Dos Bocas, en Veracruz, explotó un gasoducto de 48 pulgadas de diámetro dejando como saldo dos muertos, 13 heridos y 8 casas destrozadas.

En el 2006, en octubre, explotó y se incendió el buque tanque Quetzalcóatl, anclado en la terminal Marítima de Pajaritos, con un saldo de 8 muertos, un desaparecido y 14 lesionados. Ya con Calderón en la presidencia, pero con la misma cadena de complicidades con el Sindicato petrolero que nada ha hecho por buscar el óptimo mantenimiento de las instalaciones petroleras, se presentó una fuga de aceite y gas en el pozo Kab 101, en la sonda de Campeche, que dejó 20 muertos y dos desaparecidos.

Julio del 2009 registró otra explosión, ésta en el tramo Trampas-Samaría II-Nudo Cárdenas, en Tabasco, luego de que los trabajadores de Tajín Construcciones y MS de México realizaban trabajos de limpieza. En el 2010, en septiembre, una fuga de gas en un compresor de la refinería Cadereyta dejó un muerto y dos heridos; en noviembre del 2011, una explosión en los ductos de San Martín Texmelucan dejó 30 muertos, 53 heridos, 80 casas afectadas y un cálculo muy por encima de daños por 329 millones de pesos.

Casi al término del mandato calderonista, en septiembre del año pasado, murieron 30 personas en explosión de planta de gas en el centro receptor de gas y condensados en Tamaulipas. En esa ocasión, el cínico dirigente petrolero, Carlos Romero Deschamps, pidió a los reporteros no exagerar la nota porque la explosión de esa planta de gas no fue la peor tragedia de Pemex, sino la ocurrida hace 20 años en Guadalajara, Jalisco, cuando derrames de gasolina en el sistema de alcantarillado destruyó, mediante explosiones, 17 kilómetros de calle, matando al menos a 209 personas (cifra oficial no creíble) y causando pérdidas económicas incalculables.

Hubo otro incendio en el mismo mes de noviembre de 2011, en la refinería Francisco I. Madero, también en Tamaulipas, con un saldo de muerte y la ruptura de un ducto en el complejo petroquímico Morelos, donde también hubo un fallecido.

También aparece el encontronazo de dos helicópteros que transportaban personal de Pemex a las plataformas petroleras en las costas de Campeche. Murieron 22 el 18 de noviembre de 1998. El 22 de abril de 1992, en Guadalajara, se produjo una fuga de gasolina de un ducto de Pemex, lo que causó una explosión que dejó aproximadamente 210 muertos.

Es difícil olvidar el accidente de octubre de 2007, cuando 22 trabajadores murieron y decenas resultaron heridos en un accidente en la plataforma Usumacinta, en la Sonda de Campeche. Al parecer, fuertes vientos y altas olas en el Golfo desencadenaron el accidente. En 1984, también en noviembre, más de 500 personas murieron mientras dormían, en su mayoría calcinadas o envenenadas por gas propano, y más de dos mil resultaron heridas en las violentas explosiones ocurridas en una planta de gas licuado de petróleo en San Juan Ixhuatepec.

Visto así, es natural que nadie crea lo del mentado gas que ha reportado Murillo Karam, que estén a la vista sobre lo que puede acontecer en un número mayor de instalaciones petroleras, y no es necesario salir a buscar terroristas, dados los antecedentes, el número de accidentes, lo que los ha provocado esta actividad, la desempeñan los mismos funcionarios y líderes petroleros de la empresa. Dentro del gobierno, de las malas administraciones, de la corrupción, de las complicidad es desde donde se encuentran los culpables de los ya cientos de muertos que tiene como saldo la actividad de Pemex. No hay que ir muy lejos por los culpables, el procurador, las autoridades, los tienen frente a . Lástima que la mayoría sean cómplices.

La desconfianza es de tal magnitud, que se agendó una comparecencia para el próximo lunes, de los secretarios de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong; de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, y de los titulares de la Procuraduría General de la República, Jesús Murillo Karam, y de Pemex, Emilio Lozoya, quienes se reunirán a puerta cerrada con los senadores en la Cámara alta, Manuel Camacho, del PRD; Ismael Hernández, del PRI; y Fernando Yunes del PAN, así como los diputados Lízbeth Rosas Montero, del PRD; Raúl Macías Sandoval, del PRI, y Adrián González, del PAN, que seguramente se convertirá en otro montaje más para dar carpetazo al asunto.

Ya de entrada, la diputada Rosas Moreno destacó: “Debemos saber totalmente qué fue lo que pasó y qué es lo que se está haciendo en el gobierno para que este tipo de tragedias no se vuelva a repetir nunca más”. La legisladora confirmó que por tratarse de un asunto de seguridad nacional, la reunión de la comisión bicameral con los funcionarios será de carácter privado. No habrá límite de tiempo ni de preguntas, y se pretende que en esa reunión se desahoguen todos los temas y dudas de los legisladores.

SEGÚN EL SAPO ES LA…
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