¡¡Exijamos lo Imposible!!
Proceso
El ebrio y el charolero, dos versiones del primitivismo en el PRI
MÉXICO, D.F. (apro).- En sólo cinco días dos súbditos de Enrique Peña
Nieto exhibieron el primitivo priista de siempre: El diputado José
Rangel Espinosa, a quien le da la gana sustituir la matrícula de su
Mercedes Benz de 1.5 millones de pesos por una “charola”, y el senador
Jorge Emilio González Martínez, emblema del político fantoche y
corrupto.
El expediente de complicidades, prepotencia y frivolidad
de González Martínez es voluminoso: A él se debe, no se olvide, la
impunidad de uno de los priistas más corruptos de México, Roberto
Madrazo, quien libró el juicio político en 1998 gracias a que el “Ñiño
verde” –entonces diputado– lo impidió con su voto.
De Rangel
Espinosa poco se sabe, pero también lo acompaña la impunidad: Hace unos
años, siendo diputado también, se solicitó su desafuero por disparar
armas de fuego en una juerga, en Guadalajara, Jalisco. Nada pasó, porque
su protegido es Emilio Chuayffet, entonces coordinador de los diputados
priistas y hoy secretario de Educación.
Un dato para dimensionar
el caso: Rangel es nada menos que el actual presidente de la Comisión
Jurisdiccional, encargada de integrar la Sección Instructora que despoja
del fuero a los legisladores que violan la Constitución y la ley.
Sobre
el cacique del Partido Verde –quien con la actual senaduría sumará 21
años como legislador–, debe celebrarse que no quedó por completo impune
por conducir ebrio su Mercedes Benz –auto del poder, por lo visto– y
tuvo que pasar al menos seis horas en El Torito, eso sí resguardado por
sus guaruras.
La personalidad de González Martínez garantiza que
no será la última vez que protagonice un escándalo, más ahora que el PRI
–del que es rémora– regresó a la Presidencia de la República, pero del
que se sabe poco es de Rangel Espinosa, quien reaccionó con amenazas al
panista Juan Pablo Adame por haber exhibido su automóvil ostentando una
gigantesca charola de diputado federal.
Dos veces alcalde de San
José del Rincón, un municipio colindante con Michoacán creado en 2001,
Rangel es diputado del distrito con cabecera en Atlacomulco, donde nació
Peña Nieto y que da nombre al grupo político priista que encarnó Carlos
Hank González, cuya principal enseñanza es que “un político pobre es un
pobre político”.
Se trata del político más cercano a Chuayffet,
secretario de Educación, con quien ha trabajado desde que éste fundó el
Instituto Federal Electoral (IFE) y luego fue el coordinador de su
campaña por la gubernatura del Estado de México, donde fue director del
DIF.
Pero el episodio que revela su talante político ocurrió en
Guadalajara, Jalisco, en octubre de 2003, recién electo diputado
federal, por hechos que protagonizó tras un jaripeo, y por lo que se
solicitó dos años después, en 2005, su desafuero para que fuera
procesado por portación de armas de uso exclusivo de las Fuerzas
Armadas.
El columnista Salvador García Soto publicó, en El Universal, detalles del caso, en su entrega del 8 de mayo de 2006.
“En un jaripeo celebrado en las afueras de la capital jalisciense, el
congresista se puso tan contento que al salir de la charreada, a bordo
de su camioneta, sacó su pistola y disparó al aire en varias ocasiones;
sus amigos, igual de entonados que él, le celebraban el desplante,
mientras los asistentes que salían del acto huían despavoridos.
“Una
patrulla municipal que se encontraba en el lugar observó la escena del
alegre diputado y le dio alcance a la camioneta a la que ordenó
detenerse. José Rangel escondió las armas y de inmediato sacó su charola
de diputado federal para tratar de espantar a los policías. No le
sirvió de mucho, los policías lo remitieron al Ministerio Público donde,
al ser interrogado, negó los hechos, pero en la revisión, los agente le
encontraron un arma metida en una de las botas que calzaba y otras dos
pistolas debajo del asiento de su camioneta.
“Al legislador no le
quedó más que reconocer que las armas eran suyas y aseguro que tenía
permiso para portarlas por ser diputado federal. En las investigaciones
resultó que ni la XV Zona Militar con sede en Jalisco lo tenía
registrado en su lista de permisos, ni la Cámara de Diputados aceptaba
que sus integrantes estuvieran autorizados a portar armas de fuego.
“En
agosto del 2005, al diputado José Rangel le giraron orden de
aprehensión por los delitos de uso ilegal de arma de fuego y portación
de armas sin permiso de la Defensa. Para diciembre de ese año, llegó a
la Cámara de Diputados una solicitud en la que la Procuraduría
jalisciense pide juicio de procedencia contra el armado y pendenciero
legislador, para poder actuar penalmente en su contra.”
Pero la
legislatura terminó y Rangel quedó impune, gracias a Chuayffet, quien
fue un tenaz promotor del desafuero de Andrés Manuel López Obrador.
Comparó
García Soto: “Sólo que mientras en el proceso para desaforar a López
Obrador, en abril del 2005, Chuayffet fue un operador principal para que
avanzara aquel proceso con celeridad, ahora don Emilio juega un rol
contrario y no sólo ha retrasado, sino que ‘congeló’ la solicitud para
proteger a su amigo José Rangel Espinosa.”
Ahora, tras ser
exhibido, Rangel alega que el auto es de su hijo discapacitado, que no
trae placas porque es de colección y no circula, pero usa la Cámara de
Diputados de cochera, porque no cabe en su casa y ahí lo dejará:
“Mientras esté en la Cámara sí, ya después tendré que buscar otro lugar o
cambiarme de casa”.
Este es el PRI…
Apuntes
Es preciso
no perder de vista lo que publicó el exdiputado Manuel Clouthier
Carrillo en su colaboración de El Universal, el viernes 15: Contó que,
en 1998, el entonces gobernador de Sinaloa, Juan Millán Lizárraga, le
preguntó su opinión sobre crear “escuadrones de la muerte”, que él
rechazó. Luego narró los innumerables asesinatos cometidos presuntamente
desde el poder. Y al final dice que un emisario, “compadre” de ese
político, lo conminó a bajarle “de huevos”: “Hoy lo que me queda claro
es que yo sigo siendo uno de los disidentes de Sinaloa, que hay indicios
de que persisten los escuadrones de la muerte, y que estos crímenes
permanecen impunes”. Cuidado.
Comentarios: delgado@proceso.com.mx y Twitter: y @alvaro_delgado
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