viernes, 4 de noviembre de 2011

López Obrador contra "Chelito" Ebrard

¡¡Exijamos lo Imposible!! 
AMLO VS MEC, KRAMER VS KRAMER
Lilia Arellano

Si la memoria no nos falla estamos en una situación similar a la vivida a mediados de la década de los ochenta, sólo que en circunstancias mucho más adversas y que, por ende, exigen una mayor definición y mucha pero mucha responsabilidad para ejercer los cargos públicos, sobre todo los que asumen producto de una decisión popular. En 1988 vimos una lucha muy significativa en las urnas. Un priísta que no era tan priísta y cuya derechización aún padecemos, contra un hombre que representaba a la izquierda de la cual sólo conocía la teoría, lo que se encuentra en los libros y se memoriza en las frases. Entonces se habló, dado el inicio de ambos personajes considerados también cachorros de las revolución, de un “Kramer vs Kramer” y no por padre e hijo sino entre “hermanos”, entre contendientes que militaron bajo una misma bandera.

Cuauhtémoc Cárdenas y Carlos Salinas de Gortari vivieron entre lujos, se mecieron en la cuna del poder, vivieron junto a él la infancia, la adolescencia, su formación completa. Lo vieron en la mesa, en los juegos, se recrearon en los jardines presidenciales, nada de lo que puede hacerse y lograrse con su ejercicio les era o les es ajeno. Son, aunque parezca increíble, más los antecedentes que los unen que lo que en verdad los hace distintos, de ahí que, finalmente, pudieran arreglarse tan bien y uno reconociera en el otro el triunfo y ahora hasta apoye posiciones como la que se refiere al futuro de Pemex.


En el presente y en circunstancias mucho más alarmantes para el país que las que se vivieron en esos tiempos, la historia vuelve a repetirse. Dos contrincantes con antecedentes que no revelan su formación en cuadros de izquierda, nuevamente surgidos del tricolor, podrían mirarse enfrentados en una boleta electoral y de manera sorprendente, ya que de resultar cierta la versión que revela que Marcelo Ebrard habló muy largo y profundo con Felipe Calderón y ambos vislumbraron la posibilidad de que el ahijado de Manuel Camacho fuera la figura de la alianza del PAN con el PRD o más bien con “los chuchos” que de siempre han acariciado esa posibilidad-, uno representaría una corriente y el otro las migajas de una izquierda con una derecha rebasada por el propio priísmo.


No deja de existir la gran duda sobre si en el momento de conocerse el resultado de las dos encuestadoras y si en ellos se revela el nombre de Marcelo Ebrard como ganador, sea de buena voluntad que Andrés Manuel López Obrador le entregue su capital político, que no es nada despreciable, ya que alcanza los 4 millones de ciudadanos con una credencial extendida por el tabasqueño y respaldada ahora por el MORENA. Y es que se dice fácil 4 millones pero fueron ganados a pulso, en recorridos por todo el país, en foros en los pueblos y poblados más recónditos. Así fue armando una estructura que mínimo multiplican por cuatro y que aseguran les permitirá contar con vigilantes del voto en la mayoría de las casillas que habrán de instalarse.


Don Marcelo sólo tiene el presumir del ejercicio de gobierno de la capital de la República, el cual recibió ya con honores que le fueron rendidos a López Obrador. Ahora bien, de no ganarle la ambición por el poder tanto a Marcelo como a Manuel, así como pudo continuar un ejercicio de gobierno exitoso al término de la gestión de Alejandro Encinas, sucesor de Andrés Manuel, de la misma forma puede irse fogueando para el siguiente sexenio y por ahora el apoyo para lograr un verdadero cambio, una transformación nacional sería de excelente final.


Para referirse a aquel 1988, Salinas dio una referencia simplista al diario español “El País”, el último día de octubre: “Claro que crujió el sistema político en México con la elección de 1988, no fue capaz de dar resultados el mismo día de la elección y permitió que hubiera una comprensible incredulidad en amplios grupos de la población sobre el resultado final. Lo que digo es que hubo una respuesta constructiva frente a eso, que no buscó ampliar los poderes presidenciales, sino al contrario, fortalecer las instituciones”.


Falta ya poco, muy poco tiempo para que se definan las alianzas y se conozcan los nombres de quienes resultarán abanderados y se verá si tendremos otro “Kramer vs Kramer”, versión para adultos con metralleta de por medio y sangre por todos lados, o si sólo habrá un desquiciado a quien poco le importe lo que suceda, con tal de no entregar el poder a quien puede llevarlo a perder todo y todo es todo. Como se sucederán los acontecimientos, las operaciones cicatriz estarán nuevamente de moda tanto en los pasillos como dentro de las oficinas y ni qué decir de los hospitales. 

1 comentario:

Fundación Equipo dijo...

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