¿POR DONDE MASCARÁ... LA IGUANA?

¡¡Exijamos lo Imposible!!

EDITORIAL
04, septiembre del año 2008
¿QUIÉN TRABAJA PARA QUIÉN?.

Pareciera que el gobierno de Estados Unidos y particularmente la Agencia Central de Inteligencia (CIA), se preparan para contarnos otro de sus grandes historias: pese a la histeria colectiva que les causaron los atentados del 11 de septiembre, cuando las emblemáticas torres gemelas del World Trade Center en Nueva York, fueron derribadas con aviones comerciales secuestrados y utilizados a manera de misiles.

Es imposible de creer que no supieran a quien le vendieron el jet Grumman Gulfstream II con matrícula N987SA que usaron para el transporte de terroristas de Al-Qaeda a la base militar de Guantánamo, en Cuba, y que después fue utilizado por El Chapo Guzmán, narcotraficante con más de media década de haberse fugado del penal de Puente Grande, para transportar cocaína a los Estados Unidos.

La historia contada por el periódico mexicano El Universal relata la historia de este avión que en septiembre de 2007 se estrelló cerca de Mérida, con cuatro toneladas de cocaína pertenecientes al cártel liderado por el jefe del Cártel de Sinaloa. “El jet con matrícula N987SA sólo realizó vuelos clandestinos. Primero para la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos y posteriormente para el narcotraficante Joaquín El Chapo Guzmán”

De acuerdo con la información periodística, el privado aparece en los registros de vuelo de la Organización Europea de Seguridad de la Aeronavegación como parte de la investigación del Parlamento Europeo sobre “la presunta utilización de países por la CIA en el transporte y detención ilegal de presos”, que derivó en dos reportes de 2005 y 2006.

Actualmente tanto la Procuraduría General de la República como la agencia antidrogas estadounidense (DEA) investigan de qué forma el jet ingresó a México cargado de cocaína.

Documentos de la FAA ubican como uno de los últimos dueños a la empresa Donna Blue Aircraft, cuya dirección en Florida resultó ser una oficina vacía.

Fotografías del jet N987SA lo situaban en instalaciones de la compañía Boeing, en Seattle, 20 días antes de su desplome en Yucatán. Para esa fecha la propiedad se adjudicaba a la empresa S/A Holdings, de la cual prácticamente no hay datos.

Estados Unidos dio de baja la aeronave hasta febrero de 2008 —cinco meses después del accidente—, debido a que fue “exportada” a México.

La CIA es poseedora de una oscura tradición que la vinculan con actividades completamente ilegales, como el asesinato, el secuestro, la desestabilización de países, y el tráfico de armas y drogas para financiar sus operativos ilícitos, de los cuáles, quizá el más famoso sea el caso Irán-Contras.

¿Qué hacía esta nave en manos de uno de los narcotraficantes más buscados en Estados Unidos y en México?, es una pregunta cuya respuesta debe exigir el gobierno de México a su contraparte norteamericana, o ¿acaso el dotar de instrumentos a uno de los capos del narcotráfico más buscados sea una estrategia para profundizar las condiciones de inseguridad del país?, ¿Acaso el manto corruptor del Chapo Guzmán ya alcanzó las altas esferas de la agencia de espionaje norteamericana?, quien trabaja para quién?

Responder estas preguntas y atender sus resultados, podría contribuir a detener los ríos de sangre que corren incontenibles por distintas partes de la geografía nacional, de nuestro México