miércoles, 17 de septiembre de 2008

Ideología de un héroe

¡¡Exijamos lo Imposible!!
Miguel Hidalgo y Costilla (1753-1811).

Hidalgo
Por Armando González Rosado

Consideramos en el aniversario de nuestra Independencia que la mejor manera de rendir homenaje a nuestros héroes es divulgando ante el pueblo sus ideas, es dando a conocer las nobles causas por las que lucharon y murieron.

Cuando nunca han faltado intereses negativos que tratan de distorsionar la personalidad de los hombres que han servido a México, se impone el derecho del pueblo para identificarse mejor con el pensamiento y la acción de los que con decisión se sacrificaron por nuestra libertad. Hidalgo siempre consideró que la evolución de la cultura indígena del país había sido interrumpida por extranjeros de una civilización más avanzada. España mantenía en aislamiento cultural a las posesiones de América y éste era el caso de la nueva España.

Sin embargo, las ideas avanzadas de Europa penetraron en América a pesar de las persecuciones que efectuaban las autoridades virreinales. El siglo de la Ilustración es la época que en Europa y Nueva España se manifiesta afán por examinarlo todo: dogmas religiosos, defensa del derecho a la investigación científica y derecho de los pueblos para guiar su propio destino. La Inquisición se encargaba despiadadamente de frenar las inquietudes de criollos y mestizos por adquirir a toda costa las nuevas ideas de la Ilustración. A esa generación perteneció Hidalgo, que estudió para sacerdote no tanto por vocación sino porque en esa época si se quería estudiar, sólo se podía ser sacerdote, médico o abogado. Los españoles no permitían que ninguna persona nacida en América ocupara altas posiciones y el que aspirara a lograrlo no tenía más recurso que estudiar una carrera de las pocas señaladas y esto es para ocupar posiciones intermedias. Los militares podían llegar hasta capitán, los sacerdotes a curas párrocos y si éstos eran de casta baja se les confinaba a los lugares más apartados e insalubres. La madre de Morelos murió por vivir en un lugar como esos. Hidalgo no se conformó con su propio idioma y el latín, sino aprendió tarasco y nahuatl, para poder penetrar en el alma indígena y no conforme con esto, dominó el italiano y el francés, para compenetrarse mejor de las ideas filosóficas, políticas y científicas, sin importarle su seguridad, pues la lectura de los libros extranjeros estaba prohibida. Nunca pudo ocultar Hidalgo su espíritu reformador ante las autoridades eclesiásticas, mostraba erudición en sus trabajos, pero criticaba a los pensadores que sólo se aferraban a su criterio dogmático. Por esa razón perdió posiciones ganadas con mucho esfuerzo: sus puestos de Rector y Tesorero, lo mismo que sus cátedras del Colegio de San Nicolás de Valladolid , siendo exiliado a Colima. Se entrega por sus ideas políticas y sociales a la lectura de “ autores prohibidos”. El Contrato Social de Rousseau, El Espíritu de las Leyes de Montesquieu y la Historia Universal, especialmente la de Javier Clavijero, que fue expulsado y propagó sus ideas referentes a la falta de libertad en Nueva España. Los libros científicos le permitieron a Hidalgo iniciar a los indígenas de Dolores, en curtiduría, cerámica, tejidos de lana y seda, productos de cuero, cría de gusanos de seda, producción de miel, cultivo de la morera, etc. No tanto las lecturas fueron fomentando en Hidalgo, su pasión por la Independencia, sino el trato brutal y humillante que recibían los mestizos y criollos de parte de los inmigrantes españoles. Las conspiraciones y levantamientos en el extranjero, especialmente la Revolución Francesa y la inconformidad y rebeliones de los indígenas acabaron por convencerlo. En 1806, España cayó bajo la bota Napoleónica, Fernando VII había renunciado a su cargo para que lo ocupara José, hermano de Napoleón. Los criollos en Nueva España, piden al Virrey la Independencia de Nueva España, puesto que no había representación metropolitana a quien obedecer. El intento de separatismo fracasó por la violenta oposición de las autoridades españolas, Hidalgo examina la causa del fracaso, los criollos luchaban por los criollos, él lucharía por el pueblo. Los criollos querían una guerra autonomista, Hidalgo quería la Revolución popular. Y a ella entregó su vida. Hidalgo en su lucha promueve sus ideas nacionales: promueve las industrias de sus empresas buscando la autosuficiencia de su población. El establecimiento de esas empresas era la respuesta a las limitaciones que había impuesto España. La más hermosa obra social de Hidalgo, después de las primeras semanas dedicadas a sublevar a las masas urbanas y campesinas, fue la abolición de la esclavitud. En Valladolid el 19 de octubre de 1810, le ordena el Intendente Azorena, la expedición de ese decreto. Mas lo que consagró a Hidalgo como gran líder de la Revolución, fue haber ordenado el rescate de las tierras para entregárselas a los pueblos despojados . Esta es una de las primeras disposiciones en su obra política.

Trescientos años de dominación de los españoles habían destruido la moral del pueblo, pero los sentimientos no se habían perdido del todo: sentían la necesidad de ser gobernados como país independiente. Hidalgo se adelantó a su época en materia política, luchó por el autogobierno, o sea, lo que actualmente llamamos autodeterminación y no intervención de influencias extranjeras.

Cuando los caudillos fueron derrotados y el Virrey ofreció a Hidalgo y compañeros un indulto, Hidalgo redactó una respuesta digna y gallarda....( Estamos ) resueltos a no entrar, en composición alguna, si no es que se ponga por base la libertad de la nación....El indulto Sr. Exmo. es para los criminales, no para los defensores de la Patria....

Mientras más nos adentremos en el conocimiento de la personalidad de Hidalgo, más grande será nuestra admiración y nuestra gratitud para el que vislumbró en el momento de su sacrificio, la bandera de nuestra libertad.

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