jueves, 4 de septiembre de 2008

Mucha propaganda ...y nada de información

¡¡Exijamos lo Imposible!!
Rumores y desinformación
Francisco Rodríguez

Indice Político

Durante ya más de una semana, el ambiente se ha llenado de rumores de ángeles, chismes de sacristía y endemoniadas versiones, producto de la ausencia de información y el exceso de propaganda.

Blancos de la campaña han sido, principalmente, el señor Felipe Calderón, a partir de su accidente bicicletero, y el gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto, por su estratégica retirada de los medios de comunicación durante un par de días, mismos que habría dedicado a la preparación del informe de gobierno que rinde mañana ante la Legislatura mexiquense.

En ambos casos, todo así lo indica, las fuentes originarias de la rumorología están perfectamente ubicadas. En el caso del ocupante de Los Pinos, se señala, son casi casi los mismos personajes que en algún momento demostraron su maestría en el manejo de medios, apoyando su campaña proselitista de 2006 con spots tan sucios como efectivos, cual aquél del supuesto “peligro para México”.

Se trata de personeros de los poderes fácticos, cual ahora se llama a los grupos de presión, bien alimentados de recursos pecuniarios y mejor asesorados por expertos en el llamado marketing político, quienes han deslizado especies en torno a un supuesto atentado en contra del panista michoacano, para disuadirlo de pronunciar un discurso ante directivos de medios de comunicación, el lunes anterior, en el que teóricamente haría trascendentes revelaciones y adoptaría enérgicas decisiones. Que se haya cancelado el evento y que el señor Calderón aparezca en imágenes sin una escayola sobre el hombro, alimenta la versión de que no está fracturado, sino herido.

Fáciles de ubicar, asimismo, quienes han alentado y dejado correr el murmullo de que Peña Nieto, también, sufrió un atentado –según algunos--, o quedó atrapado en medio de un tiroteo entre su escolta y la de un empresario, lo que le habría mantenido hospitalizado el fin de semana anterior y los primeros días de la que corren. Peña Nieto ha reaparecido bien peinado en eventos públicos, como hace dos días con los titulares de Desarrollo Social de la federación y de su propio gobierno.

¿Qué efecto tiene el rumor? A veces devastador. Otras, inofensivo. Y a veces, incluso, de efecto revertido y totalmente diferente al que esperó obtener quien produjo la comunicación. Depende de cómo se monte y de cuán creíble parezca ser la condición que el rumor trata de esparcir.

El que corre en torno a Calderón, reitero, adquiere visos de verosimilitud, a partir de que no se ha visto una imagen de él portando una férula que inmovilice su hombro izquierdo, cual todo mundo se imagina debe atenderse una fractura.

Pero como ha faltado información al respecto, como no se ha dado a conoce el reporte médico ni los fisioterapeutas han sido entrevistados, pocos saben que una fractura de este tipo, por impacto, es “estable, de buen pronóstico para su tratamiento. Que requiere de inmovilización relativa del brazo en cabestrillo o, en su caso, yeso que comprometa desde el hombro hasta el codo, sin que impida su movilidad, de acuerdo a mi doctor.

Mucha propaganda. Escasa o nula información. El mejor ambiente para la proliferación de rumores, ¿o no?

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