Partidos enlodados
Estado de los ESTADOS
Llama Sicilia a boicotear elecciones del 2015
Convierten el territorio nacional en gran tumba
Ciudadanos mexicanos, sin nadie en quién creer
EPN denuncia desestabilización y freno al país
Angélica Rivera explicará “quién pompó” casa
Siguen las pugnas entre la dirigencia perredista
Advierte Solalinde: “Gobierno me quiere matar”
“Es más fácil ser millonario en una democracia como la mexicana, que en una monarquía europea”: Jorge Saldaña
En otra parte de su exposición, el poeta aseveró que “el Estado mexicano no cuida, sino descuida; da inseguridad; no hace paz, sino genera violencia y en lugar de hacer justicia alimenta la injusticia. Las urnas están manchadas de sangre y cadáveres, y creo que hay que boicotearlas porque es corrupción, porque es sostener una ilusión y seguir financiando al narcotráfico. Tenemos que asumir que estamos frente a un vacío y debemos crear algo”. Sostiene que el país vive una crisis absoluta, que el Estado ya no puede funcionar, es una crisis de todo el concepto de Estado liberal. “Ya se cayó en México, por su capacidad de corrupción y esta caída es la punta del iceberg y tenemos que empezar a pensar en otra cosa”.
Y los ejemplos para demostrar que Sicilia tiene bases para sus argumentos los encontramos en todos esos hallazgos macabros que se han dado en los últimos tiempos. Durante los primeros siete meses de este 2014, son ya 192 los cadáveres encontrados en tan sólo cuatro entidades: Guerrero, Veracruz, Michoacán y Jalisco. Los datos que arrojan registros de abril del 2011 a junio de 2012, señalan que fueron 350 los cuerpos exhumados en una sola Entidad, en Durango. Los localizaron en 8 tumbas en los lugares dominados por los “Zetas”. A la lista de desaparecidos durante el gobierno de Felipe Calderón, hay que agregar los mil 243 cadáveres localizados en fosas clandestinas y es de reprochar, abiertamente, la falta de atención que se puso para identificar los cuerpos, ya que solamente lograron entregar a las familias a 142 de los enterrados.
Estas escalofriantes cifras llegan hasta el año pasado, justo por estas fechas, cuando encontraron en La Barca, Jalisco, dentro de 35 fosas, más de 75 cuerpos. Indocumentados, ciudadanos que fueron secuestrados, levantados, confundidos, han sido víctimas de la incapacidad demostrada por el gobierno federal, por los estatales, por los municipales y se ha dejado entrever la cadena de complicidades que existen y que han llevado al país a convertirse en una gigantesca fosa, donde hay tantas tumbas fuera como dentro de los panteones, con el ingrediente más doloroso enmarcado en las cifras de miles y miles de desaparecidos con el consecuente número de familias desintegradas, de huérfanos, de viudas a las que, en cada hallazgo, se les hacen promesas de indemnización, de entrega de becas, de una serie de ayudas que nunca, nunca llegan.
Y aún nos falta un reporte que debe ser también escalofriante: el de la Sedena. A la milicia, los del IFAI les ordenaron presentar un listado detallado del número de cadáveres que han sido localizados desde los primeros meses del 2011 y hasta julio del 2014. Habrá que esperar a conocer de cuántos cuerpos lograron hacer las identificaciones y el número de ellos que fueron reclamados por sus familiares. Si a todo lo anterior le agregamos la presunción de que estamos dentro del ejercicio de una narco-política en la que, al parecer, no hay autoridad de cierta jerarquía que pueda señalarse “al margen”, es, como dice Sicilia, el momento de ir marcando pautas muy serias, estrictos reglamentos para futuras elecciones o de lo contrario el próximo reinado será, sin duda, del narco-terror.
DESCONFIANZA POR DELANTE
El proceder de las autoridades del presente ha logrado sembrar una desconfianza nunca antes vista no sólo en México, sino en muchos de los países del mundo, particularmente los de Latinoamérica. Las palmas se las llevan en este periodo los partidos políticos. Apenas si alcanzan un 12 por ciento de credibilidad, de confianza, de certeza de que trabajan para lograr mejores estadios de vida de sus militantes y de los ciudadanos en general. Y también esta situación tiene bases muy firmes. El PRD, con los hechos en Iguala, no es la primera vez que se ve envuelto en casos en los cuales el narcotráfico tiene presencia. Se recordará el célebre “michoacanazo”, acto que llevó a varios ediles a permanecer sujetos a investigación.
Panistas están avergonzados de lo que sucede en su instituto político. Van desde los moches, a los casinos, a las ligas con los narcos, a la presentación de farsas durante el sexenio calderonista, a la falta de valores morales y escrúpulos que vivieron durante el mandato de Fox y, para coronar ambas gestiones, la muerte de titulares del gabinete central. Ramón Martín Huerta, Juan Camilo Mouriño, Francisco Blake son sólo algunos nombres porque con ellos fallecieron otros mexicanos que formaban parte de sus equipos de trabajo.
Tricolores también tienen para dar y prestar y hasta regalar.
Están los desvíos de dinero que obtienen endeudando a las entidades como han sido los casos de Coahuila, Chihuahua, Veracruz, entre otros. También tienen ex mandatarios, como Tomás Yarrington, buscados por narcotráfico. A partir de su regreso a Los Pinos, las actuaciones para favorecer a un círculo muy cerrado y cercano a Enrique Peña Nieto, no se hicieron esperar. Desde el cobro en autopistas hasta tener que cancelar la licitación para la puesta en marcha de un tren que, a todas luces es inviable económicamente hablando. Y ya no hay que fijarse en si hay cultura o buena pronunciación del idioma inglés, o de una casa de 7 millones de dólares, o de una enfermedad que produce altos y bajos en el carácter. Tampoco en los descubrimientos de cadáveres que corresponden a su época de mandato. Aunque lo de los normalistas ha llegado a tal extremo que es más que obvio que el descenso en la popularidad del mexiquense llegó a que sea solamente un 17 por ciento de ciudadanos, quienes le manifiesten confianza en que logrará sacar al país adelante.
Gracias a Televisa, la desconfianza en los medios electrónicos llegó a que en promedio sólo un 32 por ciento crea en los noticieros y eso porque levantan la encuesta quienes ven otras opciones noticiosas que no son el duopolio televisivo. De las instituciones más respetables, se contaba con el Ejército y los hechos de los últimos tiempos derribaron ya la confianza que en su proceder se tenía y que justo se dio cuando entraron de lleno a una guerra contra el narco que ha fracasado. La Iglesia también enfrenta severas críticas y ya no sólo en el sentido de la pederastia, sino por no involucrarse con las crisis populares, y seguir sacando jugo de ellas, independientemente de utilizar un lenguaje de resignación y perdón cuando se viven momentos en los cuales la ira y el dolor superan a cualquier otro sentimiento.
Así las cosas, este 2015, si llega a haber procesos electorales, las monedas estarán en el aire.
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