¡¡Exijamos lo Imposible!!
Venganza abominable
María Teresa Jardí
Los jóvenes,
que no los milicos y sicarios infiltrados que,
al servicio de Peña,
se encuentran cumpliendo hasta el menor de sus caprichos.
Al servicio particular de Peña,
aunque él ni siquiera sea el que mande,
como lo está Mancera,
quien lo apoya con sus huestes policías y granaderas,
las que se fueron encapuchando para generar los actos de violencia mandatados por Osorio Chong,
probablemente,
o por Alejandro Rubido o por Videgaray,
o por Beltrones o por Cienfuegos o por Televisa o por la DEA que ya se sabe que opera como cabeza de la Marina en México.
O por la CIA o por quien quiera que mande en este país,
a lo mejor el Mossard o quizá incluso los kaibiles o el propio Obama... Porque no se puede entender que Peña no tenga ni siquiera a un ser pensante a su lado,
que le haga ver el papelón de banal telenovela que,
frente al mundo,
exhiben él y su mujer,
también comprada,
y que generar más violencia con la aprehensión de los jóvenes sólo lleva a mayor desestabilización en un país a punto de estallar por completo,
en una guerra fratricida que a nadie beneficia porque los yanquis ya perdieron en Vietnam y a partir de ahí,
quedaron marcados por la historia como lo que son,
terroristas,
y van camino también de perder aquí y en el resto del mundo donde se entiende,
ya por fin,
por cada vez mayores grupos sociales,
el papel siniestro que contra la humanidad aplica el aborrecido imperio yanqui.
Los jóvenes que por ser jóvenes,
que por pensar y razonar,
que por haber leído un libro...,
en venganza fueron aprehendidos y hoy están acusados de terrorismo y asociación delictuosa son presos políticos.
Y sí el objetivo de lo aberrante del caso es distraer sobre lo de Ayotzinapa,
que no se equivoquen,
es la suma de un agravio más al pueblo mexicano.
La actuación del cuerpo de granaderos y las infames acusaciones al país regresan a las falsas acusaciones del falso delito de disolución social aplicado antaño a brillantes seres,
como José Revueltas.
Buscan regresar al México de la época de Díaz Ordaz.
Pero las condiciones hoy,
en el mundo,
son otras.
Estudiantes, en su mayoría de la UNAM y de UAM, con un estudiante y joven músico chileno, porque que no se hagan ilusiones los de fuera, la venganza contra todo ser pensante va directa, han sido trasladados a penales de Alta seguridad. Otro crimen atroz del corrupto prianismo que los “chuchos” apoyan lamiendo la mano del que les tira la limosna.
Ramón Domínguez Patlán, Atzín Andrade González, Juan Daniel López Avila, Laurence Maxwell Ilabaca, Luis Carlos Pichardo Moreno, Francisco García Martínez, Hillary Analí González Olguín, Liliana Garduño Ortega, Hugo Bautista Hernández, Tania Ivón Damián Rojas, Roberto César Jasso del Ángel son presos políticos que han sido traslados a un penal de alta peligrosidad como parte de la venganza, aún no consumada, de un inculto convertido en terrorista, sin entender que para ser terrorista también hace falta la inteligencia, que es como lo que Peña se desempeña, a nombre del imperio yanqui, que como lo que hace es robar los bienes de los otros países, necesita generar antes violencia para que parezca que “controla” lo que produce de manera siniestra.
Al lado del grito de “Todos somos Ayotzinapa”, se suma hoy el “Basta de presos políticos y de muertes infames”. Así como no van a poder acabar con el pensamiento, por más esfuerzos que haga Televisa, tampoco va a lograr el imperio continuar imponiendo unas reglas, las del capitalismo, como si se tratara de un juego a beneficio de unos y contra la mayoría que somos los otros.
Son tan imbéciles los Peña, que en el mundo y en particular en México desgraciadamente abundan, que ni siquiera se han enterado que Ayotzinapa es hoy el “ya basta de capitalismo” que recorre el mundo soplando al oído de millones que, o cambiamos los pueblos cogiendo el destino en nuestras manos o nos morimos todos.
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