Calumnias… libres para acusar y difamar lo que es la información
Álvaro Cepeda Neri
No es debate ni polémica sensatos.
Mucho menos de acuerdo con que “la democracia es también discusión”
(¿sabrán Enrique Krauze y sus corifeos, entre ellos Sergio
Sarmiento, que les da por citar a sus “clásicos” o ampararse en Octavio
Paz, Daniel Cosío Villegas y Melchor Ocampo, quién generó esa
frase-concepto?). Pero el fallo de la Primera Sala de la Corte (donde
hasta hay un “periodista” que no estuvo conforme con el dictamen… ¡pero
lo apoyó con su voto!), le negó al periódico La Jornada la razón.
Cuatro de los ministros alegaron que la revista (favorable a la
subcultura derechista y progubernamental y proempresarial, para obtener
publicidad), sólo ejerció la “máxima libertad de expresión”. Ésta es la
información publicada por el diario, con las respectivas opiniones de
sus articulistas. No el texto de Fernando García Ramírez, desde su
título acusatorio y mentiroso, Cómplices del terror.
Los ministros se fueron por la libre de Letras Libres, sin entender que una cosa es información y opiniones, y otra muy distinta reflexionar sobre éstas con mala leche
neofascista de quienes consideran que sólo el liberalismo conservador y
procapitalismo salvaje, del neoliberalismo económico, tiene la verdad
absoluta para ponerse de parte de la política exterior estadunidense y
dárselas como defensores de las libertades. La Jornada publicó
conforme a la libertad de expresión información sobre ETA, y esto no es
ser cómplice de terrorismo. La Corte a la que, en mala hora le dieron facultades constitucionales, emitió una resolución parcial, para quedar bien con la revista Letras Libres y su exquisitez.
Propone Krauze “pasar la página” (Reforma, 27 de noviembre de 2011), aprovechando con toda mala fe para seguir atacando a La Jornada, sólo porque no le simpatiza su información y sus colaboradores (¿en dónde está la tolerancia a los periodistas jornaleros?). No pasa la página para terminar, lo que la Corte de un tajo antidemocrático y antirrepublicano resolvió a favor de Letras Libres,
sino para continuar con su máxima religiosa de “ojo por ojo, diente por
diente”. Lo mismo hace Sarmiento, cuando ante la crítica que no son
acusaciones, defiende a los cuatro ministros. Se trata de confundir a
los lectores y continuar sus ataques contra el diario que cubre, en
análisis, opiniones e información nacional e internacional, todo el abanico de puntos de vista a los que da cabida. Y a lo que tiene lugar en el mundo y la humanidad.
Esto con todo su derecho a poner en relieve las causas y adhesiones que sacuden
la conciencia política y económica ante las desgracias sociales y las
luchas por la liberación de los yugos autoritarios. En cambio, Letras Libres
sólo se ocupa de atacar lo que no encuadra en su derechismo
aristocrático, para favorecer a las oligarquías y plutocracias. Ahora,
Krauze se esconde detrás de Paz, Cosío Villegas, y se aprovecha
de la muerte de Miguel Ángel Granados Chapa, para su perversa manera de
“pasar la página” irse encima del periodismo jornalero, pero no pasará Krauze con su neofascismo de intelectual orgánico.
*Periodista
No hay comentarios:
Publicar un comentario