¡¡Exijamos lo Imposible!!
De ingnorancia y oscurantismo de la derecha queretana COLOR ES URBANIA
Alejandra Martínez
La
diversidad de familias es casi tan grande como la diversidad de
opciones, desde matrimonios religiosos, matrimonios civiles, uniones
libres, madres y padres solteros, familias tradicionales, familias
nucleares, familias de homosexuales, lesbianas, transgéneros, jefas de
familia, familias que corresponden a formas de organización indígena,
familias ampliadas con abuelos, tíos, primos o hasta amistades sin
nexos consanguíneos, abuelos que cuidan a los nietos, hijos que cuidan a
sus padres, matrimonios con hijos adoptivos, padrinos o madrinas a
cargo de los ahijados, familias recompuestas a partir de segundas y
terceras nupcias en las que los hijos circulan de un hogar a otro,
etcétera.
Mientras
no exista violencia, ni abuso a la dignidad de las personas, todas
las formas de familia son respetables y aceptables. Mientras no se
afecten la dignidad, la libertad y los derechos humanos de ninguno de
sus integrantes, cada familia tiene derecho a ser diferente y a
decidir su manera de vivir. Todas las familias tienen derecho a
existir y a que el Estado proteja sus diversas formas de convivencia.
Por ello, limitarse a un solo modelo de familia resulta un sesgo
gravísimo, lo fundamental es el fomento de los lazos solidarios,
respetando la libertad de conciencia, el derecho a decidir de las
personas y la dignidad de los diversas estructuras familiares.
Sin
embargo, a pesar de esta realidad existente en las diversidades
familiares algunos representantes populares parecen cerrar los ojos
frente a ello y quieren imponer sus propias convicciones y prejuicios
personales; legislando con la biblia en la mano y olvidando que es un
curul y no un púlpito desde donde se hacen las leyes y no se predica el
evangelio.
Es
el caso del diputado Salvador Martínez, del Partido Acción Nacional
(PAN), el cual desde siempre ha mostrado su rechazo hacia todo lo que
tenga que ver con la homosexualidad, por lo que cubriendo su homofobia
con un manto de celestial ignorancia, pretendía “poner candado” para
que en la entidad fuera imposible ampliar el matrimonio civil a todas
las personas, sean homosexuales o heterosexuales.
Esta
acción la pretendía realizar reformando el Artículo 3º de la
Constitución de Querétaro, para elevar a rango constitucional a la
familia, pero no cualquier tipo de familia, sino únicamente la formada
en matrimonio por un hombre y una mujer. Su justificación radicaba en
que más de 51 mil personas habían firmado, no uno, sino CUATRO
formatos distintos para solicitarle al Congreso del Estado que se
garantizaran los valores familiares. Nada más lejano de la realidad.
No
obstante, este jueves 1 de diciembre fuimos testigos de un férreo
debate contra el oscurantismo y por la defensa de los derechos humanos,
con 9 votos a favor (todos del PAN) y 14 votos en contra se desechó
una reforma aberrante que pretendía legislar la discriminación e
institucionalizar la homofobia.
Es
por ello, que nos pronunciamos a favor del reconocimiento de la
pluralidad de formas familiares, su validez y funcionalidad, cuya
existencia es evidenciada por los datos estadísticos oficiales, y no
únicamente la familia “heterosexual, monógama y en matrimonio”.
Que
se generen políticas públicas laicas e incluyentes que garanticen los
derechos de todas las personas y sus formas de organización familiar,
y no únicamente las focalizadas a un solo modelo.
La
tarea del gobierno está en respetar las leyes y garantizar los
derechos que de ellas emanen para todas y todos los integrantes de la
sociedad y en no discriminar a ningún sector de la población. Es
obligación del Estado el pleno reconocimiento a la diversidad de las
familias queretanas; ya que la garantía de la igualdad, no consiste en
que todos seamos iguales, sino que tengamos derecho a ser diferentes
en condiciones de igualdad.
Con
mucha satisfacción podemos decir que este jueves en el Congreso del
Estado de Querétaro ganaron los Derechos Humanos, y que la LVI
Legislatura está enviando un claro mensaje a otras entidades que
pretendan legislar en este mismo sentido.
Hoy no puedo más que congratularme de que en mi Estado aún quedan resquicios de dignidad.
*Texto
publicado en Libertad, periodismo libre al servicio de la ciudadanía y
reproducido por la Agencia NotieSe con la autorización de Alejandra
Martínez
**Coordinadora General de la Asociación Queretana de Educación para las Sexualidades Humanas (Aquesex).
Correo electrónico: info@aquesex.org
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