Carta Abierta a Andrés Manuel López Obrador
Carmen Ortiz Elizondo
Somos integrantes del movimiento encabezado por usted desde sus
orígenes. Nos opusimos férreamente a su desafuero como Jefe de Gobierno
del D.F.; en apoyo a su candidatura para la presidencia de la República
en 2006, nos organizamos espontáneamente para realizar pintas y
convencer ciudadanos contra la infame campaña negra que en su contra
realizaban el PRI y el PAN. Nos sumamos al plantón en Reforma para
tratar de evitar que se consumara el fraude, y una vez consumado éste,
no faltamos a ninguna acción convocada por usted, nuestro presidente
legítimo, ya fuera para defender nuestro petróleo o para integrar
ciudadanos con la credencialización del gobierno legítimo. A la fecha
formamos parte de comités de MORENA, y semana a semana realizamos
diversas actividades desde pintas en bardas públicas, conferencias,
eventos musicales y cuanta iniciativa podemos para fortalecer este
movimiento, que nos parece puede ser la única y la última esperanza por
ahora para rescatar nuestro país de manos de un puñado de vulgares
ladrones disfrazados de grandes empresarios o políticos de todos los
partidos que simulan cambios para asegurar que todo siga igual. Nuestra
pertenencia a este movimiento nace de la firme convicción de que sólo
los ciudadanos organizados podemos transformar en serio al país y de
que, hasta ahora, sólo usted puede encabezarlo, pues a lo largo de su
trayectoria ha mostrado honestidad, congruencia e inflexión frente a los
poderosos. Las grandes decisiones que se han tomado en este movimiento
pretendían ser democráticas y, con todos sus bemoles, hasta en grandes
asambleas y a mano alzada. Nos llama la atención, sin embargo, que en
una decisión tan trascendente como la definición de quién nos encabezará
en la próxima contienda electoral del 2012, no se haya convocado a
quienes conformamos este movimiento a expresar de alguna manera nuestra
opinión. Si bien creemos en usted como nuestro líder, no podemos ocultar
nuestro desencanto e inconformidad por el apoyo que ha brindado a
políticos oportunistas que ningún compromiso tienen con los marginados
de este país y que, una vez alcanzado el puesto, dan la espalda a
quienes los llevaron al poder, para ponerse al servicio de los
poderosos. Los ejemplos son múltiples, pero sirvan para refrescar la
memoria los nombres de Zeferino Torreblanca, Juan Sabines, Amalia García
o Cota, para no hablar de un sinfín de legisladores y jefes
delegacionales que en su momento contaron con su apoyo y hoy son
rabiosos detractores suyos. En el caso de Marcelo Ebrard, nos parece que
hace mucho dejó de ser un aliado confiable y las muestras de su
acercamiento con la derecha de este país se expresan no sólo en el
ámbito político de las alianzas con el PAN, sino en el ejercicio mismo
de su gobierno al frente del D.F. donde, pese a sus múltiples obras de
infraestructura, es muy cuestionable a quiénes van dirigidos sus
beneficios. En resumen, nos parece un grave error que no haya consultado
a las bases del Movimiento Regeneración Nacional sobre el método para
decidir sobre el próximo candidato presidencial, pues de consumarse la
maniobra sobre el supuesto ‘mejor posicionado’ e imponer a Marcelo
Ebrard como el candidato único de las supuestas izquierdas, mucho
tememos que se profundice el divorcio de las estructuras burocráticas
-incluidas las de MORENA-, y los ciudadanos que no tenemos más interés
en nuestra participación que lograr un cambio verdadero en México, y
está claro que para muchos de nosotros, Marcelo Ebrard, por su origen y
los intereses que representa, no puede encabezar dicho cambio. Si se
consuma la maniobra y usted., Andrés Manuel López Obrador, valida la
candidatura de Ebrard, tenga la certeza de que miles o, tal vez,
millones de mexicanos no le acompañaremos en esa aventura. Darío
Carrasco y Carmen Ortiz, Tlalpan, D.F.
No hay comentarios:
Publicar un comentario