En tiempo de definiciones
Polimnia Romana @polimniaromana
2011-08-02
Los nuevos gobernadores de Oaxaca y Puebla, que asumieron el poder gracias al empujoncito que les dio Marcelo Ebrard mediante las mentadas alianzas con la derecha, no se presentaron el domingo en el evento que organizó Ebrard para reafirmar que el país necesita, definitivamente, un cambio de rumbo.
No sé si se trató de un olvido o un desaire al aspirante de la izquierda moderna y moderada, lo único que quedó claro es que no hicieron falta porque según el periódico Milenio asistieron más de 3 mil personas, que gritaban: ¡Marcelo Presidente!
Yo le aconsejaría a Marcelo que no se moleste con los ausentes porque “todavía no es tiempo de definiciones”, según él dijo cuando le preguntaron si aceptaría el apoyo de Elba Esther Gordillo, quien lo ve con muy buenos ojos.
En esa ocasión Marcelo dijo que ya lo vería en su momento.
¿Cuál será el momento de definirse para los políticos moderados?
Sinceramente pienso que las definiciones ya están tomadas desde hace mucho.
Por ejemplo, el director del DIA, Manuel Camacho, ya se definió, estuvo el domingo apoyando el destape de Marcelo, y eso que es el encargado de velar por la unidad de la izquierda. Esas son las definiciones que saltan a la vista, las que se toman por intereses propios y no pensando en resolver los graves problemas por los que atraviesa México.
Aquí hay sólo de dos sopas. O le apostamos al cambio, a la EDUCACIÓN, a la recuperación del campo y de la industria nacional, al bienestar de las mayorías, o seguimos el camino de la simulación y dejamos que el país siga en picada.
No hay mucho que pensarle al asunto.
Los que están dispuestos a pactar con los personajes siniestros que han contribuido al desastre que vivimos, ADELANTE.
Y quienes estamos convencidos de que las alianzas con la derecha no sirven ni en defensa propia, sigamos apoyando la única opción que tiene este país para salvarse: el Proyecto Alternativo de Nación de Andrés Manuel López Obrador.
Sí se puede. Ya pudimos en 2006 y podremos en 2012.
No se crean las “encuestas” y los ataques de la derecha difundidos en la tele.
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