Tan terrible el crimen organizado como el desorganizado
Polimnia Romana @polimniaromana
2011-08-29
¿Quién puede creer que habrá castigo para los asesinos (desconocidos) de civiles inocentes, si no se ha castigado a uno solo de los responsables (conocidos) de la muerte de 49 niños, que perecieron en un incendio que pudo ser evitado?
La corrupción y la impunidad en todos los niveles de gobierno son tan perniciosas y crueles como las acciones de los supuestos grupos criminales que atentan contra la vida para sembrar miedo y terror.
A río revuelto ganancia de pescadores.
¿Quiénes ganan con el derramamiento de sangre y el desánimo de la población?
¿Hasta dónde piensan llegar los ambiciosos de poder y de dinero?
¿Cuánto sufrimiento más vamos a soportar antes de decidirnos a cambiar el rumbo equivocado que está llevando al país a perder por completo su soberanía?
Contamos con información suficiente para saber de dónde viene la consigna de destruirnos unos a otros para que vengan a salvarnos de la barbarie los más bárbaros del mundo.
El engaño, la simulación y la hipocresía de los gobiernos prianistas están cerca de llegar a su fin porque la realidad que vivimos resulta imposible de ocultar.
El temor de la oligarquía es el que está propiciando este clima de terror. Su miedo a perder el poder es más grande que el que tratan de sembrar entre nosotros.
El que nada debe nada teme. Y el que nada tiene nada pierde.
Los millones de mexicanos que no tienen absolutamente nada que perder, pueden decidirse a arrebatar lo que por derecho les corresponde. Ese es el miedo de los que temen porque algo nos deben.
En estos momentos en los que la violencia ha rebasado el límite de lo soportable, lo que menos conviene es una revuelta que “justifique” el uso brutal de la fuerza del gobierno para reprimir aún más a la población.
Necesitamos, por lo tanto, actuar de manera pacífica y organizada para detener este baño de sangre y reconstruir poco a poco el tejido social con medidas inteligentes que garanticen un mínimo de bienestar a la población.
No seamos ingenuos. Nada bueno obtendremos del crimen organizado ni del crimen desorganizado, que hoy se disputan la nación.
México, su territorio, sus recursos naturales, su cultura, sus costumbres, su pueblo noble y trabajador han sobrevivido gracias a la acción decidida de hombres y mujeres patriotas que no perdieron la esperanza, y que antepusieron valores y principios a espejitos de colores.
Estamos en un momento histórico y decisivo para tomar las riendas del país sin necesidad de derramar más sangre.
Contamos con un líder auténtico, con un Proyecto de Nación y con una organización como nunca antes había existido. Somos millones los que luchamos por una paz duradera y por un futuro mejor para los que vienen detrás.
No perdamos esta oportunidad, tal vez la última, de rescatar pacíficamente a México del crimen organizado y desorganizado.
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