Editorial
El asunto no es de disculpas, ni de poetas, ni de reparación de daños materiales; y ni siquiera del por qué el Procurador del Estado de México, un tal Lic. Alfredo Castillo salió a hacer declaraciones de lo que sucede en el DF, sin informar el por qué su policía fue la que intervino en el “operativo”; y sin que Marcelo Ebrad se dé por recibido o enterado.
Cabiendo comentar, que el tal Procurador Castillo, es el mismo individuo que corroboró la versión su antecesor Bazbaz y del Gobernador Peña Nieto sobre el asesinato de la pequeña Paulette. Caso verdaderamente de afrenta para toda la sociedad.
El asunto de fondo es que estamos viviendo una dictadura civil (mucho peor que las dictaduras militares) que se apoya en un maldito estado policiaco, inspirado, por supuesto, en el modelo americano.
En el que los uniformados son auténticos delincuentes amafiados en una especie de hermandad, donde las garantías individuales de los ciudadanos no se respetan, y la gente no tiene seguridad ni en su propia casa.
Sin soslayar que lo curioso del “operativo” en el que se detuvo al “peligroso” capo Oscar Oswaldo, líder de “La mano con ojos”, confeso de haber asesinado a cuando menos 600 personas, entre ellas el caso de los encontrados en La Marquesa, en el Edo. de Mex (asunto que se da por resuelto, igual que los 1500 que se adjudicó Diego)
Y del que nos enteramos porque los honorables Policías Federales de García Luna y su exclusivo servicio de inteligencia (¿?) “incursionaron” antes en otros tres domicilios que allanaron en esa misma madrugada (entre ellos el del poeta Bartolomé) con todo tipo de improperios, perjuicios y prepotencia (y hasta robos)
Y luego quieren que los ciudadanos veamos con buenos ojos a estos salvajes; y que además confiemos en ellos. Cuando la señora esposa del Poeta los llamó desesperadamente y ni siquiera le hicieron caso.
Vivimos en un estado de indefensión tal, que los únicos ciudadanos que viven tranquilos y seguros, son los afortunados que se encuentran en zonas en donde los capos son los que mandan y garantizan a los ciudadanos su tranquilidad (para Ripley)
Además, todo esto de las violaciones constitucionales bien puede ser un anticipo de lo que nos espera si Peña Nieto llega a la Presidencia.
Por lo que sin ambages se puede asegurar que vivimos en un “Estado Fallido” que nos hace recordar las palabras de Jorge Washington:
“Cuando un pueblo se ha vuelto incapaz de gobernarse a sí mismo y está en condiciones para someterse a un amo, poco importa de dónde proceda este”.
Como viene siendo el caso de nuestro México y de Felipe Calderón que pidió “ayuda” a los norteamericanos.
No obstante, es de considerarse detenidamente si es mejor someterse a los yanquis, o a los traficantes de sustancias ilegales; como se sometieron en los EEUU al terminar con la prohibición a finales de los años 20s, y pactaron, entre muchos otros, con los Kennedy (una familia de contrabandistas de alcohol)
Pero parece ser que la mayoría de los mexicanos preferiría ser gobernados por el hijo de “El Chapo” Guzmán, que finalmente no tendría necesidad de robarnos nada, que por un Peña Nieto manipulado por los intereses de los grandes capitales transnacionales.
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