Luis Javier Garrido
El naufragio
El naufragio
El desastre institucional del país está suscitando múltiples especulaciones sobre el futuro inmediato de México y una pregunta aparece de manera recurrente: ¿quién está tomando las decisiones de gobierno en México?
2. La endeble situación de Felipe Calderón tras el fracaso de su supuesta lucha contra el crimen organizado (2006-2008), que tan onerosa resultó para las instituciones y para el país, se ve reflejada por el hecho de que no pudo siquiera nombrar a su nuevo secretario de Gobernación Fernando Gómez-Mont (que le fue impuesto por el salinismo), al nuevo subsecretario de Estrategia e Inteligencia Policial de la SSP Javier del Real, cargo por cierto anticonstitucional (quien le fue impuesto por las fuerzas armadas), y ni siquiera a su nuevo secretario particular Luis Felipe Bravo (que es un panista yunquista ajeno a su grupo).
3. El escenario desastroso que vivió México en el sexenio pasado, cuando un inepto y perverso como Vicente Fox, y que el Vaticano confirma ahora que está medio loco, cogobernó con su esposa Martita, subordinado a los priístas salinistas, cometiendo tropelías sin fin, disponiendo de manera patrimonial de los recursos de la nación y sometiendo a México a intereses extranjeros, ha quedado superado por el desastre de la segunda administración panista.
4. La derechización del régimen es en tanto absoluta, y a nadie puede extrañarle, por consiguiente, la nueva andanada contra los trabajadores, pues con absoluto cinismo los colaboradores de Calderón siguen interviniendo en el sindicato minero y encarcelando a sus dirigentes para servir al Grupo México y a los intereses de Salinas y de Larrea en el caso de la huelga de Cananea. Los campesinos de Atenco siguen detenidos mientras el nuevo titular de Bucareli llama delincuentes a los maestros que se manifestaron frente a sus oficinas el miércoles 10.
5. La respuesta ante este naufragio está siendo, sin embargo, no un viraje de timón sino una nueva campaña promocional, destinada como la anterior a resarcir la imagen de Calderón, la cual es todavía más absurda que la fracasada “lucha contra el crimen organizado”: la que se está llamando ahora la “lucha contra la corrupción”, y que plantea la misma cuestión: ¿qué autoridad moral tiene Calderón para encabezarla, cuando desde su paso por la Secretaría de Energía en el sexenio pasado se le señaló por haber entregado anticonstitucionalmente a una trasnacional de origen español la explotación del gas en la cuenca de Burgos, y de enriquecer a su cuñado con contratos ilegales?
8. El escenario político nacional está marcado por un profundo deterioro en todos los órdenes, que se manifiesta de manera crítica en el aspecto institucional, en el que hay un abandono absoluto y un clima de corrupción generalizada. La injerencia de funcionarios estadunidenses en las cuestiones internas del país es ya cotidiana, por ejemplo, y no sólo no merecen éstos extrañamiento alguno, sino que son objeto de comentarios, cuando no de felicitaciones. El miércoles 10, un comentarista deportivo de la cadena de televisión ESPN señalaba con justa indignación que el edificio de la Secretaría de la Defensa Nacional se ha decorado en estos días, con el pretexto de la Navidad, con leyendas en inglés y símbolos estadunidenses.
10. El grupo calderonista espera en 2009 salir adelante en las elecciones que ya desde ahora está manipulando, pero no se da cuenta de que está ya derrotado ante el pueblo de México y ante la historia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario