"La derecha Chuchinera" dentro del PRD

¡¡Exijamos lo Imposible!!

Tal (por) Cual
Laura Bolaños Cadena

Chucherías

De muchos decenios a esta parte nos han faltado gobernantes inteligentes como tales, buenos políticos que trabajen por el país al presente y sean capaces de trabajar también para el futuro. Pero a cambio han sido suficientemente listos y eficientes para mantenerse en el poder aprovechando las ventajas que les dejaron los que construyeron los cimientos del sistema.

Han sabido como muy pocos cultivar la demagogia y cooptar o corromper a sus oponentes, en el último de los casos eliminarlos por la fuerza; pero “la suave” es algo de lo que les ha dado mejor resultado. Y justo es reconocerlo, han encontrado siempre quien les haga el juego.

Con la oposición de derecha fue muy fácil puesto que a fin de cuentas sus intereses acabaron por coincidir; el sistema en el poder se posicionó cada vez más cerca de sus antiguos enemigos hasta confundirse con ellos, quienes pospusieron sus pretensiones extremistas. Acabaron en total entendimiento. De Carlos Salinas de Gortari reconocieron con satisfacción que estaba poniendo en práctica el programa del PAN.

En cada etapa los priístas han encontrado la forma adecuada para simular una oposición “de izquierda”. Vicente Lombardo Toledano fundó el Partido Popular Socialista (PPS) que se encargó durante varios sexenios de alimentar el culto al “Señor Presidente”, autor de todos los bienes y encarnación de la Patria y la Revolución, y de esta manera conducir a la derrota a los movimientos de los trabajadores. Confundió y desvió los intentos de verdadera lucha de izquierda y sirvió de palero en todas las elecciones.

Como hubiera ido cayendo cada vez más en el desprestigio, sobre todo a partir del 68, dejó de ser un instrumento útil. Echeverría lo desechó y creó en su lugar al Partido Socialista de los Trabajadores (PST). Éste se encargó de manipular el descontento y desviar los movimientos populares que estaban surgiendo sobre todo en las colonias. Algo intentó en el campo donde tenía la competencia de pequeñas centrales campesinas encargadas de bloquear a las que trataban de conducir por caminos correctos la inconformidad del agro. El PST duró menos tiempo que su antecesor gracias a la experiencia de los movimientos opositores.

El siguiente triunfo dentro de una aparente derrota fue simular un cambio. La derecha “revolucionaria institucional” en el poder cedió el paso a la otra derecha, la que formalmente estaba fuera del mando. El desgaste del PRI lo condujo a pasar la estafeta. Los votantes se fueron con la finta.

Desde la candidatura de Cuauhtémoc Cárdenas se comenzó a crear una verdadera fuerza opositora que con el nombre de Partido de la Revolución Democrática (PRD), cohesionó al movimiento de izquierda en todo el país. Por primera vez un partido político de esta tendencia llega a cobrar una fuerza e influencia que consigue, a pesar de todas las trampas hechas desde el gobierno, alcanzar votación tan alta que amenaza con derrotar a la derecha por la vía electoral. Nunca una fuerza opositora organizada de izquierda había obtenido semejante triunfo.

Y he aquí que tras apenas dos años de haber mostrado tal empuje, nos encontramos con esa fuerza castrada, convertida en el tercer sucesor del PPS por obra y gracia de enemigos incrustados dentro mismo del PRD.

La lucha interna en este partido ya descubrió mucho de lo que se esperaba; y ahora, en manos de los Chuchos, está bien claro el golpe que ha recibido el logro más alto alcanzado en México por la izquierda. La derecha alcanzó lo que se proponía al poner de su lado al único partido que amenazaba su proyecto.

Traicionado, vendido, el verdadero movimiento opositor de izquierda tendrá que enfrentar la enorme dificultad que representa rehacerse desde adentro y desde afuera.

Los enemigos incrustados en el PRD han cumplido su misión con gran éxito. Gracias a las chucherías y a la absoluta incapacidad de los panistas para gobernar, los mandos volverán al lugar de donde salieron. El PRI se recupera rápidamente mientras el PRD baja al último escalón. Y a los que se han apoderado del partido, qué más les da; ellos se quedan con todo lo construido en años de lucha, persecuciones, encarcelamientos y muertes: edificios, imprentas, poder desde cargos oficiales bien pagados, consideraciones por portarse bien, etc., y la buenísima tajada que les da el IFE para su funcionamiento.