El PRD: un partido congruente
20 Diciembre 2008
Por Ricardo Andrade Jardí
20 Diciembre 2008
Por Ricardo Andrade Jardí
Ahora que “Los Chuchos” han convertido “públicamente”, el basurero electoral del PRD en un partido satélite y desechable del PRIAN, para los ciudadanos (de izquierda) que aún creen que la vía electoral del fraude eterno, puede ser una alternativa de cambio, les conviene recordar que “Los Chuchos” sólo pueden ser, en la medida del dinero público que recibe ese partido satélite, con relación a los votos electorales, por eso debe ser ya un compromiso de todo el Movimiento de Resistencia Civil, el empezar una amplia campaña contra el usurpado PRD: ¡Ni un voto a “Los Chuchos”!
Para quienes aún creen en el camino de lo electoral habrá que comprometerse en la construcción de una nueva fuerza política que responda a las demandas de su base y no a la corrupción de los traidores que han cambiado los intereses de su gente por un puñado de monedas. “Los Chuchos” no son más que políticos mediocres, acordes a la mediocridad usurpadora que desde hace 20 años nos desgobierna, que han hecho una carrera política en un partido que durante 20 años no ha sido más que un basurero electoral con un registro político que fue resultado histórico de años de lucha de la izquierda comunista, aunque la palabra les saque canas a “Los Chuchos” que hoy gozan de ese registro gracias a la corrupción de un Poder Judicial que en los últimos años no ha hecho otra cosa que avalar fraudes y crímenes.
Ahora bien, el PRD, hoy es un partido congruente. Para un desgobierno usurpador es requisito tener una izquierda electoral sumisa y de preferencia también usurpadora. De lo contrario no es posible gobernar un país. Y, el PRD hoy es la garantía de que en México los que mandan son los poderes de facto, el empresariado chatarra y la telecracia. Y para estos poderes es necesario una izquierda, digamos, Teletón, es decir, una izquierda preocupada por lo que puede decir Paty Chapoy de ella. No una izquierda capaz de lograr verdaderos cambios sociales, de impulsar imaginarios de lucha y de resistencia, para lo que se requiere de ideología, que es en gran medida lo que nunca tuvo el PRD, por más defensa que quieran hacer, queridos y admirados pensadores y luchadores sociales, que de origen creyeron en la fundación del PRD como una alternativa de cambio de gobierno y que han dejado por ese proyecto, hoy deprimente, una parte fundamental de su vida. Consintieron, sin más, que el registro electoral del Partido Comunista, entonces ya convertido en el híbrido PMS, se les confiriera a los “arrepentidos” demócratas ex priístas.
Pero esta última traición de los echeverristas perredistas al Movimiento de Resistencia Civil, que con pocos precedentes, en tamaño, se aglutina alrededor de AMLO y que defiende no sólo la justicia por esclarecer un proceso electoral para nada limpio, sino en defender de la rapiña del sector energético y el maíz (originario) como base de nuestra identidad cultural, entre otras importantes cosas, debe ser el impulso para que se inicien también formas de organización ciudadana que impulsen de manera primordial la democracia participativa, la democracia donde la gente se represente a sí misma y empiece a desplazar la peligrosa idea de que “la representatividad es la mejor forma de la democracia” y más en un país donde un tercio del Congreso de la Unión no es representativo de ninguna mayoría y menos aún de ninguna minoría.
El año que viene (2009) es un año electoral y dentro del Movimiento de Resistencia Civil, para los que creen en esa vía, deben dar una lección de dignidad, a los traidores “Chuchos”, dejando al PRD sin un solo voto, los que probablemente le serán regalados, si aún es útil, por el PRIAN, pero no serán producto de la voluntad popular que ellos han preferido abandonar, a cambio del control de un partido político que nada puede ya ofrecer...
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