Armando Rodríguez, un mes después
por Balbina Flores
México, “no es el país más peligroso para el ejercicio periodístico”, ha dicho sin el menor rubor el Fiscal Especial para la Atención de Delitos Cometidos Contra Periodistas de la Procuraduría General de la República, cuando todavía está en la mente de muchos periodistas el artero asesinato de Armando Rodríguez, que cumple hoy 13 de diciembre, un mes, sin resultados. Las investigaciones del homicidio que conmovió al gremio periodístico y a la comunidad nacional, están en el limbo. Los familiares de Armando y sus compañeros de El Diario, están en la incertidumbre, ¿dónde está la investigación? ¿quién la tiene? ¿a quién pedirle cuentas?. A pesar de que de forma insólita el mismo día del homicidio de Armando, la Procuraduría General de la República informó en un boletín que la Fiscalía Especial para Atención de Delitos cometidos contra Periodistas, (FEADP), ejercía la facultad de atracción del caso, nadie conoce hasta hoy el sustento jurídico de esta “atracción”. El abogado coadyuvante en el caso de Armando ha advertido que las investigaciones siguen en manos de la Procuraduría del Estado y que es ésta la que continúa recabando las evidencias del caso. Si más adelante la Fiscalía no tiene los indicios considerados en el Código Penal, que le permitan la atracción, tendrá que declinar su competencia. Señor fiscal, no sería mejor que en lugar de andar investigando a los periodistas, si lo son o no, si tienen credencial o contrato, si su medio existe o no; además de amenazarlos con dar a conocer, “esos casos excepcionales de presuntos periodistas involucrados en actividades ilícitas”, se dedique a hacer el trabajo que le corresponde investigando a los responsables de los asesinatos y desapariciones.
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