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¡¡Exijamos lo Imposible!!
EN SANTA CRUZ…
¿ALBERTO VALLADARES? EL NOMBRE RESULTABA CONOCIDO.
Si hay algo de lo que a veces uno no debe quejarse, es de la memoria. Al escuchar este nombre y designación, algunos hemos recordado un noticiero visto en Cuba mostrando al “señor” del que vamos a ocuparnos, cubano contrarrevolucionario llamado Armando Valladares informante de la policía batistiana que al triunfar la revolución se dedicó a sabotear en la Isla hasta que lo detuvieron.
El video lo mostraba haciendo apresuradamente gimnasia cerca de una silla de ruedas en exposición filmada de su falacia, porque aseguraba haber subsistido como paralítico después de torturas sufridas en prisiones cubanas.
Sujeto a quien no hubiéramos imaginado observador este 4 de mayo en Santa Cruz y nominado por la desprestigiada Human Rights Foundation.
En el libro Cien Horas con Fidel el mismo Comandante menciona la historia del simulador asalariado de la CIA para el que se lideró una campaña internacional a la que se plegaron personalidades como el inescrupuloso Carlos Alberto Montaner y hasta el entonces presidente francés François Mitterrand quien hizo gestiones personales por la libertad del mendaz sujeto. Durante los años sesenta esta campaña mundial del tenebroso y luego descubierto comediante, convocó a incrédula gente del arte que abogó por su liberación mientras él, cada vez más apegado a su metafórica silla rodante, brindaba su mejor imagen de ficción utilitaria.
En prisión, Valladares fingió estar lisiado y la CIA que lo tenía en su nómina lo designó poeta por un único libro que escribió con el título "Desde mi silla de ruedas", poltrona que evidentemente había inspirado su numen lírico y un caso que los medios echaron a correr dándole fama de veracidad.
El presidente francés envió a Régis Debray para que lo respaldara.
Según narra Fidel en el libro, ante esta formal petición requirió un informe médico para establecer la procedencia de la parálisis y sus causas.
El galeno actuante, luego de profundos estudios sobre la médula espinal del prisionero, estableció que la invalidez no existía y presentó las pruebas clínicas, pero ante la duda de los peticionantes ideó instalar una filmadora y observarlo. Las grabaciones descubrieron que cuando Valladares estaba solo hacía ejercicios para superar la inmovilización. Comprobado esto Fidel, que conocía de antemano la farsa montada por el sujeto, ofreció circunstancias que lo descubrieran al salir del país.
Llamó al mismo Valladares y a Debray para que observaran la cinta, y estableció como única condición de libertad que subiera al avión circulando sobre sus propias piernas y bajase del mismo modo.
Para el impostor no fue fácil porque estimándose seguro y asalariado bajo la protección de la CIA, estaba ya con las botas puestas para pasear por el mundo en silla de ruedas difamando a la Revolución Cubana.
Fue obligado a mostrar su mentira y debió levantarse, andar y hacer camino, no por milagro celestial sino como cabizbajo desenlace de su metafórica ficción y falsedad. Los solidarios protectores se arrepintieron, pero tarde. Otros, aún burlados, continuaron defendiendo públicamente aquellas viejas patrañas para injuriar al pueblo cubano que probó a través del video toda la comedia armada.
Valladares se radicó en EEUU muy cerca de una oficina central de la CIA de la que continúa peón, cuyas órdenes cumple en cuanto trabajo sucio se le confíe, como aparecer en Bolivia de Veedor internacional del referendo ilegal, con crecidas irregularidades de la también asalariada Unión Juvenil Cruceñista.
Todo impide enunciar una “diáfana” consulta de Santa Cruz desarrollada con “éxito” y en “paz” porque brotaron apremiantes insurrecciones de pobladores en varias zonas del departamento y se expandieron las acusaciones de fraude mientras patrones de provincia apedreaban y disparaban a indígenas y funcionarios del Estado.
Los prefectos Fernández, Suárez y Cossío junto a los medios pro imperialistas cumplieron un triste papel denominándolo fiesta democrática y pacífica, en realidad un sainete con fraude político que tuvo al farsante Valladares como veedor de un producto pergeñado por fuerzas de derecha que impulsan la división de Bolivia junto a un delirio mediático fiscalizado por ellos mismos.
Los autores intelectuales y materiales de la agresión son ganaderos y hacendados, entre ellos un ciudadano norteamericano vinculado a las elites políticas y empresariales de la capital cruceña, lo que demuestra que a la oposición, al referéndum autonómico, a la CIA y al comediante no les está faltando nada más y nada menos que la dignidad y la verdad que durante toda la jornada mantuvo el pueblo boliviano y su Legítimo Presidente Constitucional EVO MORALES.
ADRIANA VEGA
acujoma61@gmail.com
EN SANTA CRUZ…
¿ALBERTO VALLADARES? EL NOMBRE RESULTABA CONOCIDO.
Si hay algo de lo que a veces uno no debe quejarse, es de la memoria. Al escuchar este nombre y designación, algunos hemos recordado un noticiero visto en Cuba mostrando al “señor” del que vamos a ocuparnos, cubano contrarrevolucionario llamado Armando Valladares informante de la policía batistiana que al triunfar la revolución se dedicó a sabotear en la Isla hasta que lo detuvieron.
El video lo mostraba haciendo apresuradamente gimnasia cerca de una silla de ruedas en exposición filmada de su falacia, porque aseguraba haber subsistido como paralítico después de torturas sufridas en prisiones cubanas.
Sujeto a quien no hubiéramos imaginado observador este 4 de mayo en Santa Cruz y nominado por la desprestigiada Human Rights Foundation.
En el libro Cien Horas con Fidel el mismo Comandante menciona la historia del simulador asalariado de la CIA para el que se lideró una campaña internacional a la que se plegaron personalidades como el inescrupuloso Carlos Alberto Montaner y hasta el entonces presidente francés François Mitterrand quien hizo gestiones personales por la libertad del mendaz sujeto. Durante los años sesenta esta campaña mundial del tenebroso y luego descubierto comediante, convocó a incrédula gente del arte que abogó por su liberación mientras él, cada vez más apegado a su metafórica silla rodante, brindaba su mejor imagen de ficción utilitaria.
En prisión, Valladares fingió estar lisiado y la CIA que lo tenía en su nómina lo designó poeta por un único libro que escribió con el título "Desde mi silla de ruedas", poltrona que evidentemente había inspirado su numen lírico y un caso que los medios echaron a correr dándole fama de veracidad.
El presidente francés envió a Régis Debray para que lo respaldara.
Según narra Fidel en el libro, ante esta formal petición requirió un informe médico para establecer la procedencia de la parálisis y sus causas.
El galeno actuante, luego de profundos estudios sobre la médula espinal del prisionero, estableció que la invalidez no existía y presentó las pruebas clínicas, pero ante la duda de los peticionantes ideó instalar una filmadora y observarlo. Las grabaciones descubrieron que cuando Valladares estaba solo hacía ejercicios para superar la inmovilización. Comprobado esto Fidel, que conocía de antemano la farsa montada por el sujeto, ofreció circunstancias que lo descubrieran al salir del país.
Llamó al mismo Valladares y a Debray para que observaran la cinta, y estableció como única condición de libertad que subiera al avión circulando sobre sus propias piernas y bajase del mismo modo.
Para el impostor no fue fácil porque estimándose seguro y asalariado bajo la protección de la CIA, estaba ya con las botas puestas para pasear por el mundo en silla de ruedas difamando a la Revolución Cubana.
Fue obligado a mostrar su mentira y debió levantarse, andar y hacer camino, no por milagro celestial sino como cabizbajo desenlace de su metafórica ficción y falsedad. Los solidarios protectores se arrepintieron, pero tarde. Otros, aún burlados, continuaron defendiendo públicamente aquellas viejas patrañas para injuriar al pueblo cubano que probó a través del video toda la comedia armada.
Valladares se radicó en EEUU muy cerca de una oficina central de la CIA de la que continúa peón, cuyas órdenes cumple en cuanto trabajo sucio se le confíe, como aparecer en Bolivia de Veedor internacional del referendo ilegal, con crecidas irregularidades de la también asalariada Unión Juvenil Cruceñista.
Todo impide enunciar una “diáfana” consulta de Santa Cruz desarrollada con “éxito” y en “paz” porque brotaron apremiantes insurrecciones de pobladores en varias zonas del departamento y se expandieron las acusaciones de fraude mientras patrones de provincia apedreaban y disparaban a indígenas y funcionarios del Estado.
Los prefectos Fernández, Suárez y Cossío junto a los medios pro imperialistas cumplieron un triste papel denominándolo fiesta democrática y pacífica, en realidad un sainete con fraude político que tuvo al farsante Valladares como veedor de un producto pergeñado por fuerzas de derecha que impulsan la división de Bolivia junto a un delirio mediático fiscalizado por ellos mismos.
Los autores intelectuales y materiales de la agresión son ganaderos y hacendados, entre ellos un ciudadano norteamericano vinculado a las elites políticas y empresariales de la capital cruceña, lo que demuestra que a la oposición, al referéndum autonómico, a la CIA y al comediante no les está faltando nada más y nada menos que la dignidad y la verdad que durante toda la jornada mantuvo el pueblo boliviano y su Legítimo Presidente Constitucional EVO MORALES.
ADRIANA VEGA
acujoma61@gmail.com
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