martes, 13 de mayo de 2008

Por esos azares del destino

¡¡Exijamos lo Imposible!!

Un AFI de día que no se convertía en “Zeta” por la noche

Por María Teresa Jardí

A propósito de lo que decía ayer sobre el despropósito que significa el que pretendan, los que imponen en nuestro país el fracasado sistema capitalista, que creamos, tontos que nos consideran a los ciudadanos los usurpadores, que todos las ejecuciones menos las de los altos mandos policíacos son “ajustes de cuentas entre narcos” y que la violencia es debida a la “incomparable” lucha contra el narcotráfico que el usurpador está dando, como dicen por estos días los a modos del sistema. Lo que es falso. Encubiertas las ejecuciones por la impunidad convertida en regla para robar mejor, arrebatar, entregar, rematar… lo que se está dando es el inicio de una represión que se irá convirtiendo en cada día más brutal y que tiene mucho de “limpia” de todo el que se tome en serio la tarea de combatir y la de denunciar. De hecho en la limpia se pueden ubicar también las ejecuciones de Abraham Polo Uscanga y de Juan Pablo de Tavira y, quizá, como verán los que sigan leyendo estas líneas, la de al menos un mando de la policía y quizá también la de los otros aunque no deja de ser curioso que del caso de Roberto Velasco Bravo se hablé en otros lados como el gran policía comprometido que era y aquí casi no.

Por esos azares curiosos que nos suele deparar la vida, me relatan el domingo los pormenores de la vida de uno de los últimos policías impunemente ejecutados. Compañero de universidad de una sobrina, fue asesinado justo la noche del día en que se reunieron los antiguos compañeros de escuela.

Policía por vocación, sin guaruras que lo acompañaran, iba por la vida sin joyas ni familia con una joyería a cuestas, con un auto normal y conservando la amistad de las personas, comunes y corrientes, afectadas por la impunidad que cobija la violencia necesaria para rematar el país y sobre todo para, a través del Plan México —al que para restarle malignidad han dado en llamar iniciativa Mérida—, con el que se convierte al país, por fin y del todo, en el patio trasero donde se hacinan los esclavos al servicio del asesino imperio gringo.

Debido a la ejecución, una compañera de clase, amiga de mi sobrina, escribió una carta para el asesinado, que envió a diversas autoridades, en la que dice lo siguiente:

Me permito hacerles llegar la siguiente carta que escribo a un amigo que quise mucho, el cual fue asesinado este 1 de mayo por la delincuencia organizada. Con esto, pretendo (ojalá) poder crear en sus conciencias un poquito, aunque sea, del sentido de responsabilidad que desde sus cargos y diversas tareas tienen para cooperar con esta trágica epidemia que a nuestro país invade y a que me ayuden a que el fallecimiento de mi amigo no quede impune. Muchas gracias. Gabriela Guerra Ortega.

Oda a mi amigo Roberto Velasco Bravo (qepd)
Tuve el honor de conocerte, fuimos grandes amigos, estrategas y soñadores en vislumbrar un México distinto, desde que nos tocó recorrer cuatro años de carrera en psicología, pupitre a pupitre, en todas esas largas noches de estudio para los exámenes y el sinfín de trabajos que hacíamos juntos en mi casa. Desde aquella época, tu lucha, tenacidad, valor, humildad y enorme corazón eran remarcables. Soñabas con combatir la delincuencia y el narcotráfico, estabas seguro y convencido de querer hacer algo por tu país, de marcar un cambio...

Tu trabajo posterior en los ámbitos de seguridad fue admirable, pusiste tu vida, cuerpo y alma y lo lograste. Llegaste a ser uno de los altos estrategas más reconocidos en materia de delincuencia y narcotráfico, tanto en la AFI, como en la SSP Federal. Este 1de mayo, a tus 35 años, fuiste brutalmente asesinado por la propia delincuencia organizada. Se quedó tu esposa y tu bebita de sólo 4 meses de nacida.

Sólo me queda gritar al mundo la belleza de ser humano que fuiste y la absoluta admiración y respeto que hoy mereces por tu capacidad, entrega y trayectoria, por estar dispuesto hasta la muerte, como bien decías, para luchar contra la delincuencia organizada. Llegaste y llegaste muy alto a cumplir tu misión en la tierra; tan alto, que hoy te encuentras en el cielo y seguirás siendo luz de todos los que te quisimos tanto en vida y nos quedamos con tu recuerdo. Sólo me queda hacer pública tu memoria, tu esfuerzo y trayectoria y hacer a las autoridades mi más humilde y sentida súplica porque los autores materiales e intelectuales de tu crimen sean llevados a la justicia y que no quede impune tu muerte; porque sigamos tu ejemplo y continuemos sin piedad, en lo mucho o poco que podamos hacer, luchando sin cesar contra este espantoso y progresivo mal, que hoy aqueja a nuestro país y destruye a nuestra sociedad, a nuestras familias, a nuestros hijos…

Desde aquí, recibe el más fuerte y sentido aplauso de los que te queremos. Te recordaremos con muchísimo cariño y voltearemos para arriba a buscarte, porque hoy, tú ya eres la luz de una bellísima estrella que brillará siempre en el firmamento.
Te quiero mucho.“Gabrielita”.

No coincido ni en la petición ni en el análisis como resultará obvio para los que suelen leer lo que escribo. Pero creo que sirve el caso de ejemplo de lo que hace tiempo que vengo diciendo. Es falso que las ejecuciones sean solamente “ajustes de cuentas entre narcos” e incluso lo normal no es que los narcos asesinen a los que los combaten de frente como tampoco asesinan a los periodistas. En el grupo político empresarial que maneja el país como su propiedad privada está el enemigo de todos los mexicanos. No nos equivoquemos ni menos aún aceptemos las mentiras que a través de telebasura nos venden los verdaderos asesinos.


http://www.prensaescrita.com/diarios.php?codigo=MEX&pagina=http://www.poresto.net

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