¡¡Exijamos lo Imposible!!
La encuesta y el GDF
La ciudad de México amaneció tapizada con publicidad del procurador
capitalino Miguel Ángel Mancera. Este funcionario público está que se
muere de ganas de ser candidato a la jefatura de gobierno del Distrito
Federal nominado por tres partidos (el PRD, el PT y Movimiento
Ciudadano) en los que no milita. Los estatutos de los tres institutos
políticos lo permiten, pero no sé si lo acepten las bases de cada uno de
ellos. Ya se sabrá qué le depara el destino al señor Mancera.
Otro aspirante a la jefatura de gobierno, Mario Delgado, secretario de Educación, estuvo activo en Twitter promoviendo una entrevista por internet en la que participaron tuiteros. Felicito a los entrevistadores, @Beam, @majhadera y @gust_sanchez, hicieron muy buen trabajo. Lástima que el entrevistado no dio nota. Y ni siquiera fue capaz de decir algo medianamente interesante para la audiencia. Dijo, con certeza, cosas importantes, pero el precandidato favorito de Marcelo Ebrard no posee el don del carisma. Por eso le va como le va en las encuestas.
Las encuestas, las encuestas...
… Dos de ellas llevaron a la gloria de la civilidad a la izquierda mexicana ya que, en un proceso ejemplar, sirvieron para que Andrés Manuel López Obrador fuera nominado candidato a la Presidencia de la República con un Marcelo Ebrard que, más que quedar como el derrotado, logró la más importante victoria en su carrera política.
Sigo impresionada, como mucha gente, por la forma tan increíblemente limpia, práctica y amistosa en que López Obrador y Ebrard resolvieron quién de ellos dos iba ser el candidato presidencial.
Y, desde luego, más impresionada estoy de que los mismos partidos que ya probaron que con encuestas resuelven sus diferencias, sigan atorados sin poder avanzar en el cómo elegir a su candidato a la jefatura de gobierno capitalina.
Encuestas no han faltado, de hecho han sobrado. Y, guste o no, en todas gana la única mujer aspirante en la izquierda a la jefatura de gobierno, Alejandra Barrales. Tal vez por esta razón es que los que tienen el poder de decidir el método para elegir al candidato al GDF no han terminado de ponerse de acuerdo. ¿Por esa razón? Sí, porque evidentemente en una encuesta la ganadora sería, con facilidad, Barrales. Y en la izquierda parece haber algo en contra de las mujeres, de plano.
Lo que se dice es que el candidato a la jefatura de gobierno lo elegirá la izquierda con una encuesta. Muy bien, ¿y cuándo la aplicarán el PRD, el PT y Movimiento Ciudadano?
En diciembre ya no tendrán tiempo de hacerlo, al menos no con profesionalismo.
La encuesta de la izquierda capitalina tendrá que aplicarse, entonces, en 2012. ¿Los primeros días de enero? ¿En febrero? ¿Cuándo?
Pareciera que existiera la intención de alargar los tiempos para ver si el preferido de Marcelo Ebrard, Mario Delgado, crece en popularidad. O bien si al segundo favorecido por Marcelo, el procurador Mancera, le alcanza el tiempo para llegar a los niveles de aceptación de Barrales.
Personalmente no creo que tengan tiempo ni Delgado ni Mancera, ni los otros aspirantes de izquierda (Martí Batres y Carlos Navarrete) para empatar con Alejandra Barrales, quien de manera consistente ha dominado las encuestas desde hace meses.
Dirán los retadores de Barrales: “No hay peor lucha que la que no se hace”. Para ellos probablemente no. Pero para sus partidos y, sobre todo, para López Obrador, la tardanza en elegir al candidato al GDF puede ser catastrófica.
No entiende una por qué dan tantos brincos estando el suelo tan parejo. Si van a decidir la sucesión en el GDF por encuesta, que la hagan ya. Y si Barrales les gana, como parece lo más probable, pues que todos la apoyen.
Pero se ve tan sexista la izquierda mexicana, desgraciadamente.
Otro aspirante a la jefatura de gobierno, Mario Delgado, secretario de Educación, estuvo activo en Twitter promoviendo una entrevista por internet en la que participaron tuiteros. Felicito a los entrevistadores, @Beam, @majhadera y @gust_sanchez, hicieron muy buen trabajo. Lástima que el entrevistado no dio nota. Y ni siquiera fue capaz de decir algo medianamente interesante para la audiencia. Dijo, con certeza, cosas importantes, pero el precandidato favorito de Marcelo Ebrard no posee el don del carisma. Por eso le va como le va en las encuestas.
Las encuestas, las encuestas...
… Dos de ellas llevaron a la gloria de la civilidad a la izquierda mexicana ya que, en un proceso ejemplar, sirvieron para que Andrés Manuel López Obrador fuera nominado candidato a la Presidencia de la República con un Marcelo Ebrard que, más que quedar como el derrotado, logró la más importante victoria en su carrera política.
Sigo impresionada, como mucha gente, por la forma tan increíblemente limpia, práctica y amistosa en que López Obrador y Ebrard resolvieron quién de ellos dos iba ser el candidato presidencial.
Y, desde luego, más impresionada estoy de que los mismos partidos que ya probaron que con encuestas resuelven sus diferencias, sigan atorados sin poder avanzar en el cómo elegir a su candidato a la jefatura de gobierno capitalina.
Encuestas no han faltado, de hecho han sobrado. Y, guste o no, en todas gana la única mujer aspirante en la izquierda a la jefatura de gobierno, Alejandra Barrales. Tal vez por esta razón es que los que tienen el poder de decidir el método para elegir al candidato al GDF no han terminado de ponerse de acuerdo. ¿Por esa razón? Sí, porque evidentemente en una encuesta la ganadora sería, con facilidad, Barrales. Y en la izquierda parece haber algo en contra de las mujeres, de plano.
Lo que se dice es que el candidato a la jefatura de gobierno lo elegirá la izquierda con una encuesta. Muy bien, ¿y cuándo la aplicarán el PRD, el PT y Movimiento Ciudadano?
En diciembre ya no tendrán tiempo de hacerlo, al menos no con profesionalismo.
La encuesta de la izquierda capitalina tendrá que aplicarse, entonces, en 2012. ¿Los primeros días de enero? ¿En febrero? ¿Cuándo?
Pareciera que existiera la intención de alargar los tiempos para ver si el preferido de Marcelo Ebrard, Mario Delgado, crece en popularidad. O bien si al segundo favorecido por Marcelo, el procurador Mancera, le alcanza el tiempo para llegar a los niveles de aceptación de Barrales.
Personalmente no creo que tengan tiempo ni Delgado ni Mancera, ni los otros aspirantes de izquierda (Martí Batres y Carlos Navarrete) para empatar con Alejandra Barrales, quien de manera consistente ha dominado las encuestas desde hace meses.
Dirán los retadores de Barrales: “No hay peor lucha que la que no se hace”. Para ellos probablemente no. Pero para sus partidos y, sobre todo, para López Obrador, la tardanza en elegir al candidato al GDF puede ser catastrófica.
No entiende una por qué dan tantos brincos estando el suelo tan parejo. Si van a decidir la sucesión en el GDF por encuesta, que la hagan ya. Y si Barrales les gana, como parece lo más probable, pues que todos la apoyen.
Pero se ve tan sexista la izquierda mexicana, desgraciadamente.
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